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César Pérez Vivas: El espíritu del 28 de julio

Posted on: febrero 10th, 2025 by Super Confirmado No Comments

El 28 de Julio del 2024 quedará registrado en la historia de nuestra Venezuela como el gran día de la civilidad. La fecha en la cual la nación entera se movilizó pacíficamente para expresarle a la camarilla roja su profundo rechazo y sobre todo su anhelo de vivir en paz, libertad y bienestar.

Superando los más complejos obstáculos la sociedad democrática logró un hito de organización, participación y unidad. Esas características constituyen la esencia del espíritu nacional puesto de manifiesto en esa memorable fecha. La dictadura madurista aplicó todos los métodos, fundamentalmente los más perversos e inmorales, para dividirla y evitar su participación. Aún así perseveramos en nuestra estrategia y derrotamos voto a voto a Maduro y su camarilla.

Al persuadirse de su inminente derrota la cúpula roja preparó su macabro plan del fraude. Un plan criminal, donde la violencia y el uso ilegal de los poderes públicos constituyeron su eje fundamental. En efecto, tal y como pudimos presenciar a lo largo del proceso, trataron de crear los elementos con los cuales justificar su zarpazo a la voluntad popular.

Exigieron firmar un documento donde los candidatos participantes se comprometían a aceptar los resultados que en su momento anunciaría el CNE. Ya el mismo presagiaba lo que se traían ente manos. En las 12 horas previas al inicio del acto de votación, ordenaron a sus funcionarios electorales, no entregar la copia del acta que la ley ordena consignar a los testigos de los principales candidatos. El día del proceso, es decir el 28 de julio, se le impidió de forma violenta el ingreso a las instalaciones del CNE, y concretamente a la sala de totalización, a los testigos del candidato ganador Edmundo González Urrutia. La noche del 28 de julio se anuncia un supuesto ataque cibernético a la plataforma tecnológica del CNE y acto seguido el fraudulento resultado.

La camarilla sabía perfectamente que ese fraude sería rechazado por la ciudadanía en las calles. Por eso tenían preparados los escuadrones de la muerte, conocidos como colectivos, que fueron desplegados, junto a organismos de seguridad y de policía, para disolver a disparos abiertos las manifestaciones de una población, que pudo ver en cada centro de votación, como Maduro había sido barrido en la inmensa mayoría de los centros de votación. Esa operación dejo mas de veinticinco muertos en diversas comunidades del país.

La proclamación del fraude se produce en las siguientes horas. Acto seguido el beneficiario del mismo acude a la sala electoral para que la misma lo avale. Violentando todo el ordenamiento jurídico positivo y la jurisprudencia en materia electoral, pero sobre todo la más elemental lógica, la sala en cuestión sentencia que efectivamente el derrotado en las urnas se le admitía como “ganador”. Luego la sala constitucional, destruyendo los más elementales principios del derecho, avala igualmente el fraude. Con esas sentencias el aparato judicial, sumiso a las órdenes de Miraflores, lanza su plan de judicialización y criminalización a los más de dos mil presos capturados en los días siguientes al 28 de julio.

En adelante todo el trabajo de los usurpadores y sus colaboradores ha sido el de aplastar ese espíritu democrático y civilista. El despliegue de la violencia del estado contra la sociedad a lo largo de estos meses ha estado dirigido a desarticular la organización ciudadana y a sembrar el terror y el miedo. La tarea se busca complementar con una operación dirigida a pasar la página del evento cívico del 28 de julio mediante la celebración de una simulación de elección parlamentaria y de gobernadores en las que se anuncia como requisito fundamental admitir al usurpador como el “legítimo” ganador de la elección presidencial y admitir nuevamente a los ejecutores del fraude, es decir al actual CNE, como árbitros de dicho proceso.

El objetivo es muy claro: olvidar el fraude. Transmitir al país y al mundo una supuesta normalización de la vida política, y dejar sentado que debemos admitir por seis años más a quienes se robaron una elección de tal jerarquía y son responsables de la destrucción de nuestro país.

Por ello los ciudadanos conscientes y amantes de nuestra Venezuela debemos mantener en alto el espíritu de unidad y compromiso democrático que nos condujo al 28 de Julio. Defender la verdad de aquella jornada. Exigir el respeto de nuestros derechos fundamentales, lo cual significa restituir la vigencia del estado de derecho. Acompañar la lucha por la libertad de los presos políticos convertidos en sujetos de canje por la cúpula roja, situación puesta de manifiesto con la reciente entrega al enviado especial del gobierno de los Estados Unidos, de cinco ciudadanos de ese país que tenían en prisión. Maduro ante el poder de un país como Estados Unidos, libera de forma expedita a esos ciudadanos. A los nuestros, les niega esa libertad, pero además le niega el derecho a la defensa, a comunicarse con sus familiares y en muchos casos, el derecho a la salud, habiéndose ya producido la muerte de varios de ellos en sus cárceles.

En esta hora oscura de nuestra Venezuela no hay espacio para la doble moral, no hay forma de justificar la inexistencia de garantías políticas y jurídicas para el ejercicio de la ciudadanía. De ahí la importancia de mantener vivo ese espíritu de unidad, civilidad y compromiso que nos dejó el 28 de julio. Los actores políticos que están olvidando ese compromiso recibirán el castigo del rechazo ciudadano.

 

César Pérez Vivas

 

Los familiares de migrantes venezolanos en Guantánamo defienden su inocencia

Posted on: febrero 10th, 2025 by Anaisa Rodriguez No Comments

Alejandra Arredondo

San Antonio (EE.UU.), 10 feb (EFE).- Después de más de un año de travesía, de cruzar la selva del Darién, lavar carros en Guatemala y limpiar vidrios en Ciudad de México, Luis Alberto Castillo recibió el mensaje que tanto esperaba: una fecha para entrar a Estados Unidos.

Un día antes de que Donald Trump asumiera la Presidencia —y pusiera fin a la aplicación ‘CBP One’, con la que Castillo consiguió su cita con migración— el venezolano se presentó ante las autoridades en la frontera con México. Las horas pasaban y su familia dejó de recibir noticias, hasta que su esposa recibió una llamada. «Me metieron preso. Es por los tatuajes».

Semanas después, su familia lo vio esposado en imágenes que EE.UU. compartió del primer grupo de migrantes enviados a la base militar de Guantánamo.

En sus primeras semanas en el poder, el Gobierno de Trump celebró la detención de miles de migrantes indocumentados, trasladando a algunos a Guantánamo bajo acusaciones de vínculos con el crimen organizado. La secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, los calificó como «lo peor de lo peor».

Sin embargo, los familiares de tres de los migrantes encarcelados en la isla cuentan a EFE otra historia. Aseguran que no fueron arrestados en las calles, sino que ya estaban bajo custodia en un centro de detención en Texas, algunos desde hace más de cinco meses. Niegan que pertenezcan al Tren de Aragua y los describen como hombres trabajadores que huyeron de la crisis en Venezuela.

«Es por los tatuajes»

Castillo tiene varios tatuajes, entre ellos una corona en el cuello y el logo de ‘Air Jordan’, símbolos que las autoridades estadounidenses han asociado con el Tren de Aragua. «Dicen que soy del Tren de Aragua (…) aquí todos los venezolanos están por lo mismo», se le escucha decir en un audio enviado a su esposa.

Trump ha calificado a este grupo criminal como terrorista y lo ha vinculado con los cientos de miles de migrantes venezolanos en el país.

Ronna Rísquez, investigadora especializada en la banda, explica a EFE que, aunque la presencia del Tren de Aragua en EE.UU. es real, se ha «exagerado para justificar acciones contra los migrantes venezolanos». Afirma además que los tatuajes no son un requisito de pertenencia a la organización.

En el primer mandato de Trump, la ONG ACLU demandó al Gobierno por detener a jóvenes migrantes bajo acusaciones de pandillerismo sin evidencia, usando tatuajes como único argumento.

Para Yajaira Castillo, hermana de Luis Alberto, la situación de su hermano es injusta: «Es inocente, humilde y trabajador. ¿Dónde está la sentencia que diga que es del Tren de Aragua?».

EFE no encontró antecedentes criminales de Castillo en EE.UU. y accedió a documentos que prueban que no tiene récord en Colombia o Venezuela.

De un centro de detención a Guantánamo

Otros dos migrantes trasladados a Guantánamo fueron detenidos por las autoridades migratorias bajo el mandato del expresidente Joe Biden (2021-2025).

Sus familias se enteraron del traslado por llamadas de otros detenidos y por imágenes en redes sociales. Hasta ahora, el Gobierno no ha dado información pública sobre los detenidos en la isla, y varias ONG han denunciado que están incomunicados.

«Están siendo muy reservados y opacos sobre lo que están haciendo», afirmó Zoe Bowman, abogada de la ONG Las Américas, que busca defender a los migrantes enviados a la isla. La organización no ha recibido información oficial sobre los vuelos a Guantánamo.

El Gobierno de EE.UU. sostiene que «seguirán el estado de derecho» y garatinzarán que «todos los inmigrantes ilegales reciban el debido proceso», indicó un funcionario del Departamento de Seguridad Nacional a EFE.

Michel Durán sintió un vacío en el pecho al ver la foto de su hijo Mayfreed, de 21 años, esposado y subiendo a un avión militar. Desde hace días no tiene comunicación con él y asegura que es un joven sano. «¿Por qué no lo investigan? Para que vean que no tiene nada que ver con ningún Tren de Aragua», dice.

Mayfreed ha estado detenido desde julio de 2023, cuando se presentó a su cita en la frontera. Había intentado entrar dos veces antes y fue expulsado. Durante su detención, tuvo un altercado con los guardias en una huelga de hambre y fue acusado de agredir a un agente, pero el caso fue desestimado, según documentos judiciales.

Bowman indica que la mayoría de los migrantes enviados a Guantánamo son venezolanos que llevan meses detenidos debido a la falta de vuelos de deportación.

Estefani (nombre ficticio para ocultar su identidad) se enteró de que su hijo Luis (nombre ficticio) había sido enviado a Guantánamo por la llamada de un compañero del centro de detención en Texas.

Con 25 años, lleva varios tatuajes, incluyendo una navaja, símbolo de su profesión: es barbero desde los 13 años. «Le apasiona su trabajo. Es un muchacho tranquilo, respetuoso», asegura su madre. EFE

aaca/bpm/sbb

Asdrúbal Aguiar: ¿Diálogo o negociación en Venezuela?

Posted on: febrero 10th, 2025 by Super Confirmado No Comments

 

¿Cómo dialogar y negociar con quien desea imponer un régimen autocrático? ¿Cómo dialogar y negociar con quien nos amedrenta bajo amenaza de destrucción? ¿Cómo dialogar y negociar con quienes odian la sociedad democrática y la modernidad occidental, que se vertebra alrededor de la libertad? En fin, ¿cómo negociar con quien no quiere negociar?

Estas preguntas, entre otras tantas, se las formula y las formula a sus lectores el ensayista español Miguel Porta Perales en su libro El totalismo (2016). Y aclara, de entrada, que la cuestión no alude al totalitarismo como doctrina política que controla desde el Estado todos los poderes y los somete a un partido único que disciplina las relaciones sociales, bajo una ideología oficial monopólica y encabezada por un sátrapa.

El texto viene al caso a raíz de la visita que recién hizo a Caracas un emisario del presidente reelecto de Estados Unidos, Donald Trump, ¿para dialogar? ¿para negociar? ¿para negociar sin dialogar? o ¿para dialogar y luego negociar? No lo sabemos. Eso sí, acaso y como prenda de buena fe trajo consigo a unos prisioneros norteamericanos, dentro de los muchos que mantiene tras las rejas y como piezas de recambio, a la orden de cada visitante, el régimen depredador de Nicolás Maduro.

Richard Grenell decidió encontrarse con una experiencia que no es política ni ideológica, que no es una dictadura y tampoco una dictadura militar o un mero régimen despótico como solemos decir, sino que es «totalista» como lo dice Porta. Controla y modula a la carta, con un sesgo que este no incluye en sus consideraciones, el ser, además, narcoterrorista.

Luego de referir experiencias psiquiátricas con exprisioneros coreanos, sometidos a un proceso de «reforma del pensamiento», Porta nos explica que el «totalismo» supone la “conjunción de una ideología inmoderada con unos rasgos de carácter individual igualmente inmoderados, en un terreno de reunión extremista entre la gente y las ideas”. Trasvasa hacia todos los campos de la existencia, no solo el político. Es, en su esencia, dice, una forma de populismo, pues apela a la emocionalidad irracional, a la movilización constante, a la forja del enemigo exterior, al victimismo, como narrativas envolventes, amorales, engañosas, deshumanizadoras.

El caso es que, cuando regresamos sobre el camino que hemos transitado los venezolanos durante los 26 años de experiencia con este «mal radical», sin advertirlo como tal ni ser conscientes de su ominosa gravedad – lo vemos como parte de nuestros arrestos patrios entre dictaduras y dictablandas, de revoluciones que se cuelgan al cuello a Simón Bolívar – nos planteamos como natural el diálogo o la negociación. Ni siquiera, como ejercicio serio, consideramos la viabilidad de dialogar con quienes desprecian y pisotean nuestros valores – “nos hemos acostumbrado a vivir en libertad” – o de negociar, sin tener a mano un poder real para darle contraprestaciones a quien se sienta a nuestra mesa armado de cañones, poseyendo “caletas” sin fondo.

Venezuela está secuestrada por una forma de «totalismo» criminal que avanzó, sistemáticamente, por los caminos de la “coerción psicológica” – sólo la revolución contiene, para evitarnos un baño de sangre, se repite – y, sucesivamente, por el de la “persuasión coercitiva” – la puerta giratoria de encarcelados, que ha creado al mundillo de los “alacranes” y pulperos endomingados – en una trama que parte hace más de dos décadas con un “rito de iniciación” colectiva. ¿Hemos olvidado a los primigenios círculos bolivarianos formados en Caracas, en la embajada libia y con el libro verde de Gadafi por delante, mientras el Plan Bolívar 2000 se encargaba de corromper – para controlarlos – a los miembros de la Fuerza Armada?

El régimen chavista había suscrito, para entonces, sus acuerdos con el narcotráfico colombiano. Más que contaminar a los mandos medios militares con el negocio o de penetrar así al gobierno de Colombia para debilitarlo, al término, esa movida de pieza sobre el tablero transformó a la república bolivariana naciente en Venezuela en una organización terrorista y criminal transnacionalizada. Era el modo que entendía de eficaz y propicio Hugo Chávez Frías para la guerra que bullía en su mente y preparaba contra Estados Unidos. Que dirigían, tras bastidores, libios, iraquíes, el mismo Castro y Lula da Silva, a partir de 1999.

Bien se entiende ahora, con trágico retardo, que hayan fracasado todos los diálogos y negociaciones entre las oposiciones – con sus excepciones conocidas, políticos sin causa a la que servir – y los sucesivos “totalismos” de Chávez y Nicolás Maduro Moros. Diálogos de sordos, entre partes con perspectivas e intereses antagónicos, irreconciliables.

Nunca se llegó al plano de la negociación. Nada tenía ni podían transar los partidos franquicia ni su sociedad civil en nombre de la nación – léase, el pueblo venezolano, Juan Bimba – con una estructura «totalista» de poder que, junto al negocio del crimen organizado comenzaba a recibir la suma de 100 dólares por cada barril de petróleo producido y que involucró en sus ritos de iniciación a las élites políticas y partidarias como a las económicas.

A quienes se resistieron se les pasó por encima una aplanadora. Nadie les defendió y sus compañeros de hornada miraron a los lados. Repasemos los hitos.

Entre 1998 y 1999, tras la entente armada por Estados Unidos con los medios y el sector financiero (Carter, Maisto, Schannon) Chávez asegura su victoria. Y el último Congreso de la democracia no tuvo el coraje, ni tenía el poder real, para desafiarlo. Aquel, con sólo 8 senadores de los 54 electos y con 35 diputados de los 207 formantes de la Cámara, se sobrepuso. El pacto fáustico fue más eficiente.

En 2001 Chávez llama a diálogo a los empresarios, para marearlos. Se habían opuesto a su constituyente y ya había decidido decretar sus leyes confiscatorias, como las de tierras. Y convocada como fue una huelga nacional, por estos, el sector financiero se alineó con el gobierno, con el dueño del fisco.

En 2002, tras el 11 de abril y de un “golpe militar de micrófonos”, instalada la Mesa de Negociación y Acuerdos nada de lo pactado se cumplió. Nicolás Maduro representaba a Chávez. Se redujo el todo al referéndum revocatorio – que el TSJ de Chávez transforma en plebiscito – mientras Castro, tal como lo confesó aquél, tomaba control de la identidad electoral y al observador de la OEA se le destituye a última hora. Le sustituyen con un emisario de Lula da Silva, Walter Pecly Moreira.

María Corina Machado, apoyando a la Coordinadora Democrática puso contra las cuerdas a Chávez, con el Firmazo y el Reafirmazo. Pero Estados Unidos, mediando Carter, evitó la “auditoría en caliente” de la victoria alcanzada por la oposición. Y la que hizo se la encargó a Jorge Rodríguez. Se ocultó el fraude y los partidos franquicia callaron, justificándose todos, incluido Estados Unidos, tras “la coerción psicológica” totalista: ¡es preferible que siga Chávez, de lo contrario incendiará a Venezuela!

Los diálogos del Grupo Boston, entre 2002 y 2005 marchaban en paralelo, pues los partidos de oposición se sentían incómodos en una Coordinadora Democrática que dominaban la sociedad civil junto a la Iglesia, los empresarios y el mundo sindical. Nada logran. Junto a Maduro y el senador John Kerry, luego secretario de Estado de Estados Unidos, negociaban la ley de contenidos que vino a censurar a la radio y la televisión, impulsándose la hegemonía comunicacional del chavismo.

Los diálogos de 2011, que propicia Chávez al lograr la oposición 47% de los votos en las elecciones parlamentarias; el de 2012 que ofrece a Henrique Capriles tras “perder” las elecciones; o el de 2014 – la llamada Conferencia Nacional por la Paz convocada por Maduro – que cierra con el diálogo televisado de Miraflores, mediado por la Unasur, agencia del Foro de Sao Paulo, y saludado por papa Francisco, todos no pasaron de un deslave narcisista y para el público de galería. El chavo-madurismo se mostraba dialogante, tolerante, con talante de demócrata, para el visor americano y europeo. Era su único propósito.

El intento de marcha hacia Miraflores de 2016, así, lo frenan Estados Unidos a través de Thomas Schannon y del cardenal Celli, enviado papal, y la Mesa de la Unidad Democrática retrocede en su acción.

El diálogo de 2017 en República Dominicana, manejado por el procónsul de la dictadura, J. L. Rodríguez Zapatero, se suspende sin resultados. Lo anuncia el presidente Danilo Medina en 2018. Había ocurrido la ejecución extrajudicial y por televisión de Óscar Pérez y sobrevinieron las amenazas de los Rodríguez y Zapatero contra la integridad de Julio Borges, presidente de la Asamblea Nacional y de su familia, obligándole al exilio. La expectativa de contar con unas elecciones presidenciales libres y observadas, con un Poder Electoral equilibrado, recibió un portazo. El régimen no estaba dispuesto a medirse, pero sí se sabía poderoso para mediatizarlas, ejerciendo la violencia de Estado.

Las primeras negociaciones en Barbados, de 2018, las aborta el régimen de Maduro. Les siguieron las de Noruega, tras el amago de golpe militar-judicial del 30 de abril que dejó a Estados Unidos  con la camisa por fuera. Al no haber resultados Maduro opta por reunirse con sus “opositores funcionales” en Caracas, para defender el Esequibo y abogar por el levantamiento de las sanciones. Su interés se limita a eso, al «totalismo».

Las negociaciones de México, entre 2021 y 2022, como paradoja de la historia, muestran a Rusia como actora central en la geografía de Occidente. Si bien se planteaba debatir y transar sobre elecciones presidenciales – tras desconocerse la farsa electoral de Maduro de 2018 – el énfasis no fue otro que transar sobre el manejo de los activos de la república congelados por Estados Unidos y el levantamiento de las sanciones. Su resultado concreto, aquí sí, fue el entierro de la Transición hacia la Democracia, por pedido de Estados Unidos. La derogatoria tácita de su Estatuto ocurrir en enero de 2023.

Este año, luego del encuentro Estados Unidos-Venezuela en Qatar y de la reunión de la Plataforma Unitaria –ya no más el gobierno interino– con el presidente de Francia, acompañado por los gobernantes que apalancan a Maduro (Colombia y Argentina) y en una suerte de tour que se mueve desde París hasta el Caribe angloparlante, con la presencia de Rusia y Estados Unidos se firman los llamados Acuerdos de Barbados. Hubo negociación, finalmente, no diálogo, para alcanzar unas elecciones presidenciales libres. Estados Unidos alivió las sanciones para beneficio de Maduro. Pero este, al final del camino, como ocurrió con los Acuerdos de Mayo autenticados frente a la OEA, el Centro Carter y la ONU, el 23 de mayo de 2003, los violó Maduro arguyendo que su contraparte los había violado.

La victoria de María Corina Machado con la casi totalidad de los votos sufragados durante las elecciones primarias y el mensaje enviado por el país al régimen, también a los partidos franquicia, reclamando libertad, el «totalismo» lo entendió como una violación a lo pactado. Judicializó e inhabilitó a María Corina. Esa es la cruda realidad.

La república y los detentadores de su poder, los albaceas del «totalismo» se resisten a aceptar el curso de la historia. La nación y su soberanía popular, el mito que forjara la Constitución de Chávez al inicio de esta trama, ese poder del pueblo que ataba y obligaba a la subordinación de los poderes, quedó como papel mojado.

Pasado el 28 de julio de 2024, desconocido el presidente electo, Edmundo González Urrutia, el tiempo de la simulación democrática se acabó en Venezuela. Duró más de cinco lustros.  El fascismo, el régimen de la mentira, el de la legalización de la ilegalidad, deja como borra de café a la “inmoderación” de lo criminal. Y lo veraz es que con el crimen no se dialoga. Los secuestradores sólo negocian a sus víctimas cuando enfrentan un poder que los supera. La víctima que dialoga y negocia siempre muere en el intento.

¿Aprendió Estados Unidos de sus errores de cálculo repetidos, desde 1998? Está por verse.

asdrubalaguiar@gmail.com

 

 

 

 

Moisés Naím:¿Qué significará Trump 2.0 para Venezuela?

Posted on: febrero 10th, 2025 by Super Confirmado No Comments

 

El futuro de Venezuela será determinado por líderes políticos estadounidenses y por los grupos de presión que operan en Washington.  Aunque Donald Trump aún no ha formulado su política con respecto a Venezuela, los muchos e importantes intereses estadounidenses en juego lo obligarán a definir sus objetivos.  Las vastas reservas de petróleo de Venezuela, la acelerada ascendencia del narcotráfico y el crimen organizado, el brutal ataque contra la democracia y los derechos humanos (que ha resultado en fuertes sanciones estadounidenses), el éxodo histórico de millones de venezolanos; y la creciente influencia de China en la región son algunos de los retos que deben enfrentar Trump y su equipo.

En la Casa Blanca de Trump y en su órbita más amplia, hay tres puntos de vista diferentes sobre cómo debe relacionarse Estados Unidos con Venezuela. Un grupo, liderado por el secretario de Estado Marco Rubio, considera que el restablecimiento de la democracia es el principal objetivo político de Estados Unidos en Venezuela.
Otra perspectiva, el pragmatismo, la representa Richard Grenell. Este Enviado Presidencial para Misiones Especiales, fue nombrado por Trump para atender algunos de los «puntos más candentes» del mundo, como Venezuela y Corea del Norte.

Una visión más beligerante, defendida por diversos grupos informales e individuos influyentes, apoya la acción militar contra Venezuela. Dos expresidentes de Colombia, Álvaro Uribe e Iván Duque, han defendido recientemente esta idea.

Rubio, representa la línea dura con respecto a negociar con regímenes dictatoriales.  En 2016 el ahora secretario de estado compitió en las elecciones primarias del partido Republicano, en las cuales fue uno de los aspirantes derrotados por Donald Trump. Desde entonces, Rubio ha acumulado gran experiencia en política internacional. Por casi dos décadas lideró los Comités de Inteligencia y Relaciones Exteriores del Senado. Quizás lo más importante es que Rubio, hijo de inmigrantes cubanos y acérrimo anticomunista, le ha dedicado mucha atención a América Latina, a sus problemas y a sus líderes.
En su audiencia de confirmación en el Senado, Rubio mantuvo que Estados Unidos debe replantear su enfoque sobre al régimen de Nicolás Maduro, al que no considera un gobierno, sino «una organización de narcotráfico que se ha apropiado de un Estado-nación». Rubio arremetió contra el predecesor de Trump, Joe Biden: «Yo estaba en total desacuerdo con la administración Biden porque se dejaron manipular de la forma que yo sabía que lo harían». Maduro incumplió sistemáticamente las promesas que hizo durante las negociaciones con Estados Unidos. Además, añadió Rubio, Estados Unidos concedió licencias especiales a Chevron y otras empresas petroleras para operar en Venezuela, que están «aportando miles de millones de dólares» a «las arcas del régimen».

Una posición más pragmática es la de Grenell, quien fungió de embajador de Estados Unidos en Alemania durante el primer mandato de Trump (2018-2020) y, actuó brevemente, como director interino de inteligencia nacional en 2020. En enero de 2025 Grenell escribió en “X”: «La diplomacia ha vuelto. Hoy he hablado con varios funcionarios en Venezuela y comenzaré las reuniones mañana por la mañana temprano. Hablar es una táctica». Recientemente, voló a Caracas, donde se reunió con Maduro y obtuvo la liberación de seis detenidos estadounidenses. Mientras tanto, Mauricio Claver-Carone, enviado presidencial de Trump para América Latina, insistió en que no hubo «quid pro quo… no es una negociación a cambio de nada».

La tercera opción, es la intervención militar. Aunque ninguno de los altos cargos del gabinete de Trump apoya públicamente esta idea, sigue circulando en los círculos políticos. Quienes proponen esta idea mantienen que, en vista de que se han agotado todos los medios pacíficos, ya no queda más alternativa que derrocar a Maduro y a sus cómplices por la fuerza. Esta idea no ha logrado mayor apoyo.

Es poco probable que la administración Trump actúe militarmente contra el régimen de Maduro. Durante la campaña electoral y ahora como presidente, Trump ha prometido repetidamente «no a nuevas guerras». Como dijo en su discurso inaugural: «Mediremos nuestro éxito no solo por las batallas que ganemos, sino también por las guerras que terminemos, y quizás lo más importante, las guerras en las que nunca nos involucraremos. El legado del cual más orgulloso estaré será el de pacificador y unificador».

Pero las promesas y declaraciones de Trump dejan la puerta abierta para que Estados Unidos haga pleno uso de las herramientas cibernéticas, comerciales, financieras, diplomáticas y militares a su disposición. Los funcionarios deberían aprender de los abyectos fracasos de la administración Biden con respecto a Venezuela. Por ejemplo, las sanciones impuestas a Venezuela durante la presidencia de Biden fueron mal diseñadas y peor ejecutadas por burócratas con mínimo acceso a los centros de poder. Otros países desempeñaron un papel reducido, y más bien simbólico, en estos esfuerzos.

En cuanto a qué opinión prevalecerá, sospecho que veremos una mezcla de las tres. Inevitablemente habrá tensión entre quienes abogan por dejar a Maduro en el poder mientras se negocia agresivamente con él, y quienes, por otro lado, consideran que su destitución es un requisito no negociable. En cualquier caso, parece razonable esperar una oleada de intensa y confusa actividad diplomática, del uso del cabildeo por parte de intereses empresariales y muchas decisiones que nos sorprenderán.

 

Moises Naim
@ moisesnaim

 

Caricatura del 10/02/2025

Posted on: febrero 10th, 2025 by Super Confirmado No Comments

La soledad de Petro

Posted on: febrero 10th, 2025 by Super Confirmado No Comments

 

A Gustavo Petro le queda poco más de un año de mandato. El 7 de agosto de 2026 entregará el poder, salvo imprevistos, con los meses finales del mandato marcados por la campaña electoral y su desenlace. Tiene 30 meses en la Casa de Nariño pero luce como un gobierno acabado, sin rumbo y sin éxitos. La transmisión en vivo del Consejo de Ministros de la semana pasada, en el que el presidente y sus colaboradores más cercanos mostraron sin pudor alguno las tripas del gobierno del vecino país, debió dejar, y seguirá dejando, perplejos a los colombianos o a cualquiera que haya seguido el reality show oficial de seis horas de duración aunque sea un ratico.

El primer presidente de izquierda en la historia colombiana ganó en buena lid tanto la primera como la segunda vuelta de las elecciones en 2022. A Petro le reconocían no solo su cualidad de orador parlamentario de primera, sino que había captado como ningún otro de los aspirantes a la presidencia el momento político de su país y los reclamos de cambios. En su toma de posesión en la Plaza de Bolívar mandó, sin embargo, un primer aviso: el nuevo presidente interrumpió la ceremonia para exigir que se trajera la espada del Libertador Simón Bolívar desde la Casa de Nariño.

La orden se cumplió y fue quizás ese episodio el tema más comentado de la asunción presidencial. Petro anunciaba un cambio de era. Que nadie se llamara a engaño con que lo que estaban viendo era un simple y rutinario traspaso de mando.

El celebrado ensayista colombiano Carlos Granés, autor entre otras obras de Delirio Americano(2022) —“un ensayo extraordinario sobre la historia cultural de América Latina”, según el Nobel Mario Vargas Llosa— en este texto realizado desde Madrid y publicado en La Silla Vacía se mete en la piel de Gustavo Petro y su afición por las novelas, por culpa de las cuales, sobre todo de una, “se le difuminaron las fronteras entre la realidad y la ficción”.

Petro adoptó el nombre de Aureliano cuando era un joven guerrillero del M-19 en homenaje al coronel Aureliano Buendía. “Su obsesión con Cien años de soledad marcó su biografía y su manera de entender el mundo, lo convirtió en un sabio de un solo libro, chamán de la oratoria y creador de pueblos”, escribe Granés.

El revolucionario, condición que Petro ha reclamado para sí mismo en varias oportunidades, “que se deja llevar por sus delirios no ve la realidad, con todas sus contradicciones y complejidades, sino un terreno baldío donde fundar Macondo. Creadores de pueblos, refundadores de patria, emancipadores de oprimidos, liberadores de consciencias colonizadas, conductores de patrias vilipendiadas, todos sueñan con lo mismo: llevar su rebaño a la tierra prometida, erigirse en su guía, satisfacer el apetito josearcádico de su megalomanía”, continúa el ensayista colombiano en su retrato sin compasión de Gustavo Petro, pero, como sabemos y padecemos, no solo de él.

En el camino de estos 30 meses de gobierno Petro se quedó muy pronto sin las figuras que había sumado a su gabinete y aportaban centralidad y sensatez política, por cuestionadores de su plan político, y ahora lo están abandonando los identificados con la izquierda clásica que lo siguen desde antes de ser presidente y a los que señala de demasiado puristas y sectarios.  “Petro, sigue Granés, ve golpes blandos y duros acechándolo. Pelotones de fusilamiento frente a los cuales habían de recordar aquella tarde remota en que empezaron las pantomimas bolivarianas, los juramentos emancipadores, el sueño de hacer una revolución en Colombia. Y todo para acabar igual que el coronel, encerrado en una habitación del Palacio de Nariño, alejado del mundo…”

 

Editorial de El Nacional

Decisiones atolondradas, consecuencias nefastas

Posted on: febrero 10th, 2025 by Super Confirmado No Comments

 

¡Qué caro le han costado al mundo los líderes narcisistas! Sus comportamientos arrogantes, como si jamás se equivocaran, han hecho y seguirán haciendo un daño terrible.

Tal es el caso del cierre de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), una iniciativa de Donald Trump y Elon Musk. No dudo que haya corrupción, y si la hay, pues que se lleven a cabo las averiguaciones de rigor y se castigue a los responsables. Pero… ¿cerrar la agencia? ¿Alguno de ellos pensó en algún momento el impacto social significativo que este cierre tendrá en las regiones más desfavorecidas del mundo? Y si lo pensaron, no les importó…

USAID ha sido históricamente una de las principales fuentes de financiamiento internacional para proyectos de desarrollo, salud, educación y mitigación de desastres en muchos países en desarrollo. La retirada o reducción de su apoyo va a tener múltiples y gravísimas implicaciones, tanto a nivel local, como internacional.

Desde una perspectiva neutral, hablemos de algunas de las iniciativas que se verán afectadas. Empiezo por Salud y Bienestar. USAID ha jugado un papel crucial en la mejora de los sistemas de salud pública en muchos países. La interrupción de su apoyo podría afectar la continuidad de programas esenciales, como los de vacunación, salud materna e infantil, y control de enfermedades infecciosas como la malaria, la tuberculosis y el VIH/SIDA.

Con respecto a esta última, USAID ha sido un actor clave en el financiamiento e implementación de programas de salud que proporcionan tratamiento antirretroviral (ARV) a aproximadamente 50 millones de personas en todo el mundo. La interrupción de estas actividades tendrá consecuencias humanitarias profundas y duraderas. Los ARV son esenciales para el manejo del VIH, ya que ayudan a suprimir el virus, mejorar la calidad de vida de los pacientes y reducir la transmisión. Sin estos tratamientos, las tasas de mortalidad y morbilidad asociadas con el VIH/SIDA podrían aumentar drásticamente.

En el ámbito educativo, USAID ha contribuido a aumentar el acceso y la calidad de la educación, especialmente para niñas y grupos marginados. El cierre de sus programas podría significar menos recursos para escuelas, capacitación docente y materiales educativos, lo que podría afectar negativamente el rendimiento académico y las tasas de alfabetización.

USAID también ha sido un catalizador para el desarrollo económico a través de la financiación de proyectos de infraestructura, agricultura sostenible y empoderamiento económico. La suspensión de estos programas podría ralentizar el crecimiento económico local, afectar la creación de empleo y limitar el acceso a mercados internacionales para productos locales.

Ni hablar del importantísimo papel que USAID ha llevado a cabo frente a desastres naturales y crisis humanitarias. Sin su apoyo, las comunidades podrían enfrentar mayores desafíos para prepararse y recuperarse de situaciones de emergencia, lo que podría aumentar la vulnerabilidad y la inseguridad alimentaria.

Y por último, pero no menos importante, USAID ha apoyado iniciativas para fortalecer la gobernanza democrática y la promoción de los derechos humanos. La retirada de estos programas podría impactar los avances logrados en transparencia gubernamental, participación ciudadana y protección de derechos fundamentales, especialmente en contextos donde las instituciones son frágiles.

Repito lo que dije al principio: si hay corrupción dentro del organismo, la solución es efectuar las averiguaciones, denunciarla y que se juzgue y sentencie a los implicados. En ningún caso debería ser cerrar, de golpe y porrazo, una de las instituciones que más ha ayudado a millones personas en todo el mundo desde su fundación en 1961 por el presidente Kennedy.

El cierre de USAID es una demostración de lo que viene con Trump, Musk y sus aliados, detentando poderes ilimitados y creyéndose los dueños del mundo. Egocéntricos y arrogantes, no sienten la más mínima consideración, compasión o empatía por nadie. Que Dios nos agarre confesados…

 Carolina Jaimes Branger

@cjaimesb

 

Al menos 2 vuelos de Conviasa se dirigen a Venezuela con los primeros venezolanos deportados por Trump

Posted on: febrero 10th, 2025 by Anaisa Rodriguez No Comments

De acuerdo a la cuenta @Arr3ch0 en X, antes Twitter, este lunes llegaron a El Paso, Texas, dos aviones que trasladaran hasta Venezuela a dos grupos de deportados por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump.

Compartió imágenes y video del YV2944 que fue decorado con el logo del «Plan Vuelta a la Patria.

«Este fue el primer Embraer 190 de la aerolínea venezolana, con capacidad para 104 pasajeros, en aterrizar hace minutos en la base aérea militar Biggs Army Airfield en Fort Bliss, El Paso, Texas», publicó pasadas las 12 del mediodía.

En un mensaje más reciente, a las 2:06 p.m. indicó que ya están retornado los dos vuelos.

 

Hum Venezuela: 67,9 % de los venezolanos compró alimentos más baratos

Posted on: febrero 10th, 2025 by Anaisa Rodriguez No Comments

Durante el año 2024, los venezolanos enfrentaron adversidades para poder cubrir su alimentación, según revela el Reporte Final de los Diagnósticos Comunitarios,2024 de HUM Venezuela.

(más…)

Tras debate interno: MPV de Calzadilla y Caleca va a elecciones regionales

Posted on: febrero 10th, 2025 by Anaisa Rodriguez No Comments

El Movimiento Por Venezuela informó este lunes que tras debate y consulta a su dirigencia, decidieron participar en las elecciones regionales del 27 de abril, pero también en otros procesos como la reforma constitucional.

Así lo expresó su secretario general, Simón Calzadilla a través de una nota de prensa.

«Con el apoyo del 90 % de nuestros integrantes, nos inclinamos por participar en las elecciones del 27 de abril, en las municipales y en la reforma constitucional, porque consideramos que la ruta electoral sigue siendo un camino de resistencia, de lucha, de organización, donde el pueblo venezolano puede manifestar su descontento con el voto”, afirmó.

En el debate interno se hizo un análisis de toda la experiencia electoral acumulada durante estos 20 años, de los pro y contras de haberse abstenido o haber participado, y la conclusión a la que llegaron es que participando se han logrado importantes victorias, la última de ellas el 28 de julio de 2024, cuando con los votos se demostró que la mayoría abrumadora de los venezolanos quiere un cambio de gobierno.

“¿Qué vamos a hacer con la nueva elección a diputados y gobernadores?, ¿qué vamos a hacer con la elección de alcaldes y concejales y qué vamos a hacer con el planteamiento de reforma constitucional que tiene que ser sometido a una consulta refrendaria aprobatoria?, ¿No vamos a luchar para defender nuestra Constitución democrática? Nos vamos a abstener ¿hasta cuándo? ¿Vamos a abstenernos ahorita para participar dentro de seis meses?”.

La conclusión a la que arribaron es que para mantener la lucha, para mantener la esperanza, la ruta electoral “sigue siendo el camino a transitar. Nosotros hoy estamos convencidos que el que no quiere que participemos es el Gobierno. Saben que son una minoría y pondrán muchos obstáculos, pero nuestro deber es luchar por ejercer nuestro derecho constitucional a expresarnos con el sufragio”.

Anunció que a partir de hoy van a salir a construir “una gran coalición electoral, política y social que genere las condiciones internas para participar con éxito. Convocamos a continuar el debate a todas las organizaciones de la Plataforma Unitaria Democrática, a todas las organizaciones más allá de la Plataforma, porque debatiendo, analizando, es que se construye la unidad y se fortalece la democracia”.

Con información de nota  de prensa.

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