El presidente sirio, Bachar al Asad, se enfrenta a una nueva ofensiva insurgente, tras la iniciada la semana pasada, que le está poniendo contra las cuerdas: la captura por parte de facciones opositoras del control del sur de Siria. Los grupos locales en la provincia de Deraa, en el sur del país y que linda con Jordania, han logrado controlar la capital regional, que fue la cuna de las revueltas populares en 2011 enmarcadas en la llamada Primavera Árabe, mientras que los grupos drusos han dominado la ciudad de Al Sueida, también capital de la provincia homónima al este de Deraa, informaron activistas y ONG.
Estos avances se producen en el marco de una ofensiva que el recién creado Mando de Operaciones del Sur, compuesto por fuerzas locales, ha lanzado en esas dos regiones, que en los últimos años también se habían rebelado contra el Gobierno sirio. Sus ataques son paralelos a la ofensiva que, desde el norte, están llevando a cabo el grupo islamista Organismo de Liberación del Levante y sus aliados proturcos contra Damasco desde el pasado 27 de noviembre, que ya se encuentra a las puertas de Homs tras haber tomado el control de las ciudades de Alepo (la segunda más grande del país) y Hama, capital de provincia estratégicamente ubicada sobre la principal autopista del país.
El Gobierno sirio asegura que Al Asad sigue con su agenda
Los rebeldes siguen su ofensiva hacia la capital, Damasco, donde se encuentra la residencia de Al Asad. Según ha afirmado la Presidencia siria, no se ha ido de la capital pese al avance de los diferentes frentes y ha asegurado que el presidente «continúa con su trabajo y sus tareas nacionales y constitucionales desde la capital, Damasco, y destaca que todas las noticias, actividades y posiciones relacionadas con el presidente Al Asad provienen de las plataformas de la Presidencia de la República y de los medios de comunicación nacionales sirios».
Su oficina hace referencia a los «rumores y noticias falsas» que han señalado que Al Asad ha huido de Damasco o habría hecho visitas relámpago a otros países en las últimas jornadas. «La Presidencia de la República Árabe Siria niega todos estos rumores (…) y confirma que no son nuevos. Más bien, estos medios han seguido este patrón de intentos de engañar e influir en el Estado y la sociedad sirios a lo largo de los últimos años de la guerra», señala la nota. Se trata de la primera comunicación oficial que realiza la Presidencia siria desde el 2 de diciembre.
El Observatorio Sirio de Derechos Humanos ha difundido un vídeo donde se ve un grupo de personales manifestándose en Jaramana, a 10 kilómetros de Damasco, contra el régimen de Al Asad. «Ciudadanos se manifestaron en la ciudad de Jaramana en Damasco, coreando consignas contra el régimen sirio y su familia, y derribaron la estatua de Hafez al Assad en la ciudad», ha dicho el organismo, que ha compartido un vídeo, a pesar de que el Gobierno sirio niega estas protestas.
Además, el Ejército sirio ha confirmado que ha replegado sus unidades de las provincias de Deraa y Al Sueida, en el sur de Siria, después de que «elementos terroristas» atacaran puestos de control, al tiempo que dijo haber impuesto un «cordón de seguridad» en esas zonas. «Nuestras fuerzas que operan en Deraa y Al Sueida implementaron un repliegue, posicionamiento y establecimiento de un cordón defensivo y de seguridad, fuerte y cohesivo, en esa dirección después de que elementos terroristas atacaron los puestos de control y puntos distantes del Ejército con el objetivo de distraer a nuestras Fuerzas Armadas», ha indicado en un comunicado el Ejército sirio.
Los ministros de Exteriores de Rusia, Turquía e Irán, principales aliados de Damasco junto al grupo chií libanés Hezbolá, han pedido un inmediato cese de las hostilidades en Siria tras una reunión tripartita celebrada en Doha. Los tres países garantes también llamaron a Damasco y a los rebeldes a abrir un proceso de diálogo, aseguró el jefe de la diplomacia rusa, Serguéi Lavrov, según informó la agencia rusa TASS.
La ONU evacua a su personal no esencial ante la ofensiva rebelde
Un portavoz de Naciones Unidas ha confirmado la decisión de la organización de sacar de Siria a todo el personal no esencial como medida de precaución, ante el temor a una mayor escalada de la violencia tras el rápido avance de varias ofensivas protagonizadas por grupos rebeldes y yihadistas que aspiran incluso a derrocar al presidente Bashar al Assad.
Asimismo, el portavoz ha querido dejar claro que la organización seguirá apoyando a la población siria, víctima de una crisis humanitaria agravada por el estallido en 2011 de una guerra civil que nunca ha quedado resuelta.
El conflicto resurgió el 27 de noviembre, cuando comenzó una ofensiva liderada por la organización yihadista Hayat Tahrir al Sham, catalogada como terrorista por la ONU y la UE, que ha vuelto a poner contra las cuerdas a Al Assad y ha expulsado a las fuerzas del régimen de algunas de las principales ciudades del país, especialmente en el noroeste.
Fuente: Cadena SER