La leyenda del cine francés, Gérard Depardieu, no acudió este lunes al juicio en el que se le acusa de agredir sexualmente a dos mujeres y pedirá un aplazamiento del proceso por motivos de salud.
El actor, de 75 años, es la figura de más alto perfil que afronta acusaciones de agresiones sexuales en lo que se considera como la versión francesa del #MeToo, que empezó con las denuncias contra el productor estadounidense Harvey Weinstein en 2017.
Depardieu, que actuó en más de 200 películas, debía comparecer en la corte, con sede en París, a las 1:30 pm (hora local). Pero horas antes de iniciarse el juicio, el abogado Jérémie Assous informó que su cliente no iba a poder estar.
«Gérard Depardieu está muy afectado y desgraciadamente sus médicos le han prohibido asistir a la audiencia, por lo que solicitará un aplazamiento a una fecha posterior para poder asistir», dijo el letrado a Franceinfo.
El actor, que ha sido acusado por unas 20 mujeres de violencia sexual, enfrenta en este juicio dos denuncias.
«Nunca jamás abusé de una mujer», aseguró el intérprete en una carta abierta publicada por el diario Le Figaro en octubre de 2023.
«Espero que la justicia sea igual para todos»
La primera fue presentada en febrero de 2024 por una diseñadora de producción que lo acusa de agresión sexual, acoso sexual y ultrajes sexistas durante el rodaje de la película Les Volets Verts de Jean Becker en 2021.
«Espero que la justicia sea igual para todos y que el señor Depardieu no reciba un trato especial sólo por ser artista», afirmó Carine Durrieu-Diebolt, la abogada de la demandante, a AFP.
«Mi clienta espera que los tribunales establezcan que Gérard Depardieu es un agresor sexual en serie», añadió.
Depardieu es «objeto de acusaciones mentirosas», defendió Jérémie Assous, quien acusó a la demandante, de 55 años, de buscar una indemnización de 30.000 euros (32.500 dólares).
Los hechos, según ella, se remontan a septiembre de 2021 cuando Depardieu gritó que quería un «ventilador» porque ya ni podía «tener una erección» a causa del calor. Después aseguró que podía «hacer que las mujeres se corriesen sin tocarlas».
Una hora después, el actor la habría «agarrado con brutalidad» y bloqueado, «cerrando las piernas sobre (ella) como un cangrejo» para manosear su cintura, estómago y sus pechos. También le habría dicho «comentarios obscenos».
El actor también enfrenta una segunda denuncia presentada por otra mujer, asistente de dirección en la misma película y que lo acusa de abusos sexuales.
Anouk Grinberg, una de las actrices de la película, afirmó a AFP que Depardieu usaba «palabras salaces (…) de la mañana a la noche».
«Cuando los productores contratan a Depardieu para trabajar en una película, saben que contratan a un agresor», denunció.
La actriz francesa Charlotte Arnould fue la primera en presentar una denuncia. En agosto, la fiscalía de París solicitó que el actor fuera juzgado por violaciones y agresiones sexuales.
También está en marcha una investigación en París tras la denuncia de una exasistente de cine que acusa a Depardieu de agresión sexual en 2014.
La periodista y escritora española Ruth Baza también presentó en España una denuncia contra el intérprete por violación, por unos hechos presuntamente ocurridos en la capital francesa en 1995.
Globovision