España cerró el 2023 alcanzando su mayor cifra histórica de solicitudes de asilo, con 163.220 peticiones, y todo apunta a que en 2024 se volverá a romper este récord.

Tan solo en lo que va de año, ya se han registrado más de 100.000 solicitudes de asilo, superando así las registradas en el mismo período en el año anterior, cuando se documentaron 87.106 requerimientos.

Así lo ha comunicado este lunes la titular del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, Elma Saiz, junto al director del Área de Migraciones de Cruz Roja Española, José Javier Sánchez, en la presentación de los datos del último informe del Sistema de Acogida de Protección Internacional (SAPI).

El perfil de los solicitantes de asilo
Tal y como han señalado durante el encuentro tanto Saiz como Sánchez, la presión migratoria se ha incrementado en los últimos años, al aumentar notablemente la llegada a costas y las solicitudes de protección internacional. En este sentido, las peticiones son mayoritariamente de personas procedentes de Venezuela, Colombia y Perú, pero se está produciendo «un cambio de patrón» con «incrementos importantes» de solicitantes procedentes de África subsahariana, principalmente Mali, Senegal y Burkina Faso.

Precisamente la reunión celebrada este lunes también han participado cinco jóvenes solicitantes de asilo, procedentes de Mali y Burkina Faso y residentes en uno de los centros de la red de acogida de Interior. «Escuchar sus historias en primera persona y cómo huyeron de sus países en guerra buscando un futuro mejor para sus familias, es el mejor antídoto frente a mensajes racistas y xenófobos», ha asegurado la ministra, tras la intervención de los jóvenes.

Así, la publicación recoge la evolución desde 2015 del número de plazas de acogida de este sistema, cifra que aumentó significativamente de 9.915 puestos en 2021 hasta los 19.434 de 2022, con motivo de la emergencia de la guerra de Ucrania. Desde entonces, el número de plazas se ha mantenido «medianamente constante» hasta las 19.029 actuales.

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Al menos una persona murió y otras 26 resultaron heridas, la gran mayoría leves, en incidentes derivados de un terremoto de 5.5 grados ocurrido la pasada medianoche con epicentro en la provincia de Hama, en el noroeste de Siria, informaron este martes diversas fuentes.

Casi todas las víctimas se concentraron en el área de Salamiyah, donde una anciana perdió la vida tras sufrir un «ataque de pánico grave» y otros 25 vecinos sufrieron lesiones menores o crisis nerviosas, indicó el jefe de la Policía local, Khaled al Ammarin, a la agencia oficial de noticias siria, SANA.

Según la fuente, el seísmo también hizo que estallaran los cristales de algunas ventanas y provocó grietas en una serie de edificio de la zona, cercana al epicentro del temblor y en manos del Gobierno sirio.

Por otro lado, en la vecina provincia de Alepo, un recién nacido sufrió fracturas craneales y un paro cardíaco al caer de los brazos de su madre mientras huían de casa durante la sacudida, explicó en su cuenta de X el grupo de rescatistas Cascos Blancos, que opera en las áreas del país en manos de la oposición.

El incidente tuvo lugar en la ciudad de Afrín, controlada por Turquía y sus milicias aliadas.

El Centro Nacional de Sismología de Siria situó la magnitud del temblor en 5,5 grados, mientras que el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS) lo rebajó a 5 grados y origen a una profundidad de apenas 10 kilómetros.

El terremoto, ocurrido al filo de la medianoche local, se pudo sentir en diversos puntos del vecino Líbano, incluida Beirut, y también en partes septentrionales del territorio jordano, entre ellas Amán, confirmó la agencia oficial de noticias de esa nación, Petra.

En febrero del pasado año, un sismo con epicentro en Turquía causó varios miles de muertos y una amplia destrucción en el noroeste de Siria, tanto en regiones controladas por la oposición como en territorios algo más alejados del epicentro en manos de Damasco.

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Al menos unos quince palestinos murieron en las últimas horas en la Franja de Gaza en varios bombardeos aéreos contra viviendas a lo largo del enclave palestino, sumido en más de diez meses de guerra a manos de Israel que ya ha causado casi 40.000 muertos, informaron este martes fuentes locales y médicas.

De madrugada, el ejército israelí atacó el campamento de refugiados de Bureij, en el centro de Gaza, causando un número indeterminado de muertos, entre ellos un padre y su hijo, después de que su vivienda familiar en el «Bloque 9» del campamento fuera bombardeada, informó la agencia de noticias palestina Wafa.

Según esta misma fuente, otro palestino murió y varios resultaron heridos cuando aviones israelíes bombardearon la casa de la familia Darwish en el campamento de Maghazi, también en el centro, mientras que en un tercer bombardeo contra una residencia en el barrio de Sheikh Radwan, en la norteña ciudad de Gaza, provocó a su vez la muerte de varios ciudadanos.

A última hora de la tarde del lunes, otros diez civiles palestinos murieron en la sureña ciudad de Jan Yunis, después de que Israel bombardeara un edificio residencial en la localidad de Abasan al Kabira, según denunciaron fuentes médicas.

Por su parte, el Ejército israelí aseguró hoy haber desmantelado en este área «complejos de combate, sitios de infraestructura terrorista» y a milicianos la Unidad de Cohetes de Hamás, de acuerdo con un comunicado castrense.

Además, dijeron haber localizado «grandes cantidades de armas, incluidos explosivos, equipo militar y materiales de inteligencia» en la sureña Rafah y respondido al lanzamiento de misiles antitanque hacia sus tropas, que no causaron heridos.

Desde el inicio de la guerra, Israel ha matado al 1,8 % de la población de Gaza, según datos recientes de la Oficina Central Palestina de Estadísticas, que cifró en alrededor del 75 % las víctimas menores de 30 años.

Otras 92.000 personas han sido heridas, según datos de ayer del Gobierno gazatí, controlado por Hamás, mientras que unos 3.500 niños palestinos se encuentran en riesgo de muerte por falta de alimento, en un enclave devastado en el que la inmensa mayoría de la población ha sido forzosamente desplazada en múltiples ocasiones.

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La Policía de Malta detuvo a 11 sospechosos de estar vinculados a una red de trata de personas que, según prensa local, explotaba a mujeres traídas desde países latinoamericanos y las obligaba a ejercer la prostitución, informaron este martes las fuerzas de seguridad de Malta en un comunicado.

«En una operación que tuvo lugar a primera hora de la mañana de ayer en varias localidades de Malta, fueron detenidas 11 personas, presuntamente implicadas en una red de crimen organizado» y «tráfico de personas», concretó la Policía.

Según detalló, las redadas se hicieron «tras varias semanas de investigaciones y recopilación de información» y los detenidos tenían eran ciudadanos de Malta, a excepción de dos que eran rumanos.

Tuvieron lugar en una decena de localidades diversas de este país formado por un pequeño archipiélago en el Mediterráneo central.

A su vez, «en los registros hechos decomisó una cantidad considerable de dinero en efectivo y diversos objetos de valor».

A estas alturas, la Justicia maltesa sigue investigando mientras todos los sospechosos continúan bajo arresto.

Según el diario local Times of Malta, las mujeres explotadas eran traídas de países de Latinoamérica y eran obligadas a prostituirse en burdeles o lugares elegidos por los clientes.

Parte de los arrestados son sospechosos de programar citas para las mujeres y trasladarlas en los lugares designados, así como de administrar los prostíbulos.

De acuerdo con Times of Malta, la explotación sexual es una de los principales abusos que sufren las víctimas de tráfico de personas en Malta, un país con poco más de 530.000 habitantes que en gran medida está económicamente centrado en el turismo.

EFE

La ministra del Interior de Alemania, la socialdemócrata Nancy Faeser, expresó este martes su deseo de mantener los controles policiales en las fronteras germanas con Polonia, la República Checa y Suiza que pusieron en marcha en octubre del año pasado como herramienta contra la inmigración por vías irregulares.

«Para mí, los controles en las fronteras se quedarán tanto tiempo como sean necesarios, lo que quiere decir más allá del 15 de diciembre, hasta que la inmigración irregular se reduzca notablemente, por eso seguiremos así hasta que el nuevo sistema de asilo europeo tenga un efecto», dijo Faeser ante los medios en Görlitz, la ciudad más oriental de Alemania, situada en la frontera con Polonia.

Los controles en las fronteras con Suiza, la República Checa y Polonia tienen en la actualidad como fecha límite el próximo 15 de diciembre.

Faeser, que este mismo verano afirmó no querer más controles tras la celebración de la Eurocopa de fútbol que organizó Alemania, recordó que los motivos por los que pidió su introducción originalmente siguen vigentes y citó la necesidad de «luchar contra el tráfico de personas de forma más dura y reducir la inmigración irregular, que como saben se está reduciendo».

«Es una medida que funciona», abundó la ministra del Interior del canciller Olaf Scholz, que dijo que el Ejecutivo ha «tenido muchos éxitos en la lucha contra el tráfico de personas y la inmigración irregular», en parte también gracias a la satisfactoria cooperación con las autoridades de Varsovia, Praga y Basilea.

Para prolongar los controles en las fronteras que actualmente aplican las autoridades alemanas, Faeser necesita, primero, que la coalición gubernamental le dé su visto bueno, y segundo, que la Comisión Europea valide las medidas del Ejecutivo germano.

Frente a los reproches contra los controles formulados en una carta abierta a la Comisión Europa por un grupo de políticos del partido Los Verdes, que forma parte de la coalición gubernamental del canciller Scholz, Faeser defendió que los controles son, «por el momento, necesarios» y lo serán «siempre que los datos (de migración) sigan siendo tan altos como lo son ahora».

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La República Checa envió este martes a Grecia un contingente de cuarenta vehículos y 75 bomberos y especialistas para ayudar en la lucha contra el incendio que ha llegado hasta el casco urbano de Atenas y que ha obligado a evacuar a 50.000 personas.

El convoy checo está compuesto por cuatro docenas de vehículos, entre ellos nueve camiones cisterna, y partió este martes al mediodía hacia Atenas desde Podivín, en el sureste del país centroeuropeo.

En el dispositivo viajan 64 bomberos, siete rescatistas y cuatro técnicos, al frente de 31 vehículos técnicos con equipamiento y nueve camiones cisterna, informó el portavoz de los bomberos checos Martin Kavka.

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El Consejo de Asuntos Exteriores de la Unión Europea (UE) abordará a petición de España la situación en Venezuela en su próxima reunión, con el propósito de dar una respuesta unitaria, anunció este martes el ministro español, José Manuel Albares.

El ministro explicó en una comparecencia en el Senado español que mantiene un contacto diario con el alto representante de la UE para Asuntos Exteriores, Josep Borrell, con quien acordó que la situación venezolana se tratará en ese foro, que tiene prevista una reunión informal el próximo 29 de agosto.

EFE

La tormenta tropical se encuentra a unos 475 kilómetros (295 millas) al este sureste de Antigua, y a unos 950 kilómetros (590 millas) al este de San Juan (Puerto Rico)