El presidente de Ecuador, Daniel Noboa, aseguró este viernes en su primer informe a la nación que, en los seis meses que lleva de mandato, ha logrado un país con un nuevo rostro gracias a los esfuerzos por combatir la inseguridad y por la recuperación de la institucionalidad.
En su mensaje ante la Asamblea Nacional (Parlamento), un día después de haber cumplido seis meses como jefe de Estado, Noboa aseveró que recibió un país «con miedo y sin esperanza», por lo que debió asumir decisiones «duras» que otras administraciones no se atrevieron, en busca de un país seguro, abierto a las inversiones, la creación de empleo y para «garantizar el futuro de todos».
El mandatario afirmó que el pasado 9 de enero será una fecha que el país no olvidará, al haberse revelado el alcance «del horror del terrorismo», con una serie de atentados y acciones violentas del crimen organizado como la toma del canal TC Televisión por parte de un grupo de hombres armados y motines simultáneos en diversas cárceles con unos 200 rehenes.
Ese día, sobre el que volvió a denunciar un intento de golpe de Estado en su contra, Noboa declaró el «conflicto armado interno» contra 22 bandas criminales vinculadas al narcotráfico, a las que pasó a llamar terroristas.
Las acciones del Gobierno, dijo, buscan «empezar a construir un país donde la tranquilidad y el progreso sean la norma y no la excepción».
Destacó el compromiso y sacrificio de las fuerzas del orden para combatir a las mafias que «cuentan con cómplices y aliados, en todos los niveles del país: instituciones públicas, empresas públicas, gobiernos locales, en nuestros barrios, están en todos lados».
Bajada de la prima de riesgo
Pese a los cambios sobre los que informó, Noboa dijo que la lucha por «el ‘Nuevo Ecuador’ tan solo ha comenzado», apuntó que la transformación social y la seguridad se logran también «con empleo, educación, con servicios y empatía» con acciones sociales que revelan «el rostro de un nuevo Ecuador que crece».
En esa línea mencionó también los esfuerzos en el campo energético de su Gobierno, que en abril debió hacer frente a apagones ante una grave crisis de electricidad, por la sequía de uno de los principales complejos hidroeléctricos del país.
«Estamos trabajando muy fuertemente para solucionar la crisis energética, de tal manera que los ecuatorianos, en el futuro, no tengan que pasar por un racionamiento energético más. En otras palabras, estamos limpiando lo que embarraron los del pasado», indicó.
En el área económica, Noboa mencionó la existencia de 105.000 plazas de empleo joven, la ratificación de dos acuerdos comerciales (con China y Costa Rica) y la bajada de 1.000 puntos en la prima de riesgo.
No cede a presiones externas
Noboa reivindicó haber recuperado la institucionalidad del país al aseverar que «el nuevo Ecuador no transa con el narcotráfico, la narcopolítica, los terroristas ni ninguno de sus disfraces históricos».
«El nuevo Ecuador tampoco cede ante presiones externas o incluso de ciudadanos que se hacen llamar ecuatorianos y hasta quieren que se sentencie a su país», dijo, sin hacer referencia a ninguna persona en específico, si bien en la víspera mandó en redes sociales «a llorar a la llorería» al expresidente Rafael Correa por sus declaraciones respecto a la crisis con México.
Noboa no habló en su discurso sobre el asalto en abril a la Embajada de México en Quito, para capturar a Jorge Glas, exvicepresidente de Rafael Correa, lo que provocó la ruptura de relaciones con el Gobierno mexicano, así como la condena casi unánime de la comunidad internacional.
Tras ese asalto, Correa consideró que el país debía recibir presiones de la comunidad internacional a nivel político y jurídico como precedente para que una situación similar no se repita.
«No volver atrás»
Noboa se comprometió con sus compatriotas en «no volver atrás» y «jamás quedarse en el problema ni en la comodidad de la excusa», sino en avanzar para «encontrar y transitar caminos limpios que permitan resolver los problemas de los ecuatorianos».
Y detalló que sigue las lecciones que formaron a su generación: «ser fuerte para que nadie te derrote, ser noble para que nadie te humille, ser humilde para que nadie te ofenda y seguir siendo tú para que nadie te olvide».
«En solo seis meses estamos logrando lo que otros gobiernos no hicieron ni en dos, ni en cuatro, ni en diez años», acotó.
EFE