Según coincidieron la Organización Meteorológica Mundial, el Servicio de Cambio Climático Copernicus de la Comisión Europea y otras entidades como la NASA en Estados Unidos, 2024 fue el año más cálido del que se tiene constancia, con una temperatura media global récord. Sobrepasó incluso el límite de calentamiento a largo plazo de 1,5°C establecido en el Acuerdo de París.
Informes de World Weather Attribution, que depende del Imperial College del Reino Unido, y Climate Central, de los Estados Unidos, dieron cuenta de que las temperaturas récord de 2024 intensificaron fenómenos como olas de calor, sequías, incendios, tormentas e inundaciones, eventos que provocaron al menos 3700 muertes y desplazamientos de millones de personas en el mundo.
La comunidad científica es tajante y advierte que, si no se toman medidas urgentes y drásticas para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, las consecuencias serán irreversibles. Los ecosistemas colapsarán, la producción de alimentos se verá amenazada y millones de personas deberán abandonar sus hogares.
Los líderes mundiales deberán tomar decisiones audaces para limitar el calentamiento global a 1,5°C. El regreso de Donald Trump al poder, sus opiniones respecto de que el cambio climático es “el mayor engaño de todos los tiempos” y sus anuncios sobre el retiro de su país del Acuerdo de París prometen preocupantes cambios.
Los devastadores incendios forestales en el norte de Los Ángeles ya totalizan al menos diez víctimas mortales, la destrucción de miles de estructuras y la evacuación de casi 180.000 residentes.
Según un nuevo estudio del instituto ClimaMeter, realizado por investigadores del Instituto Pierre Simon Laplace, las condiciones meteorológicas que los avivaron fueron influenciadas por el cambio climático de origen humano. Expertos coinciden en que la sequía prolongada y la suba de temperaturas en California son responsables de esta catástrofe. Ambos fenómenos tienen en común el calentamiento global, impulsado por la acumulación de gases de efecto invernadero que proceden de la quema de combustibles fósiles, como carbón, petróleo y gas.
Las acciones para mitigar y adaptarnos al calentamiento global seguirán siendo uno de los temas más desafiantes. Solo un cambio radical, profundo e inteligente en nuestra forma de comportarnos con el planeta nos permitirá afrontar el desafío global que nosotros mismos hemos promovido. Es hora de actuar. Mañana será tarde.
Editorial de La Nación