Tres migrantes criollos ofrecen su percepción sobre la contundente victoria del candidato libertario en las generales. “Si ganaba Massa teníamos decidido migrar nuevamente y la verdad es que no queremos irnos de este país”, asegura Daniela Urdaneta, zuliana con 6 años en Buenos Aires. Politólogos creen que el nuevo presidente debe buscar un equilibrio hacia la centro derecha para no naufragar.
Expectativa. Tensión. Esperanza. Miedo. La mayoría de los venezolanos que residen en Argentina ve en Javier Milei la figura que terminará de desmontar de este país el sistema político más parecido al Socialismo del Siglo XXI.
“La gente quería un cambio. Y lo logró, eso es lo que yo siempre rescato de Argentina, que sigue habiendo democracia. Probamos con Marcri, no funcionó. Volvimos al peronismo, no funcionó. Bueno ahora vayamos con una tercera fuerza a ver qué tal nos va”, expresó Alberto Sandoval, comunicador social zuliano con 5 años en Buenos Aires.
Este domingo el diputado del pacto La Libertad Avanza se convirtió en el nuevo mandatario de este país por los próximos cuatro años con 55,69% de los votos, equivalentes a más de 14 millones de sufragios. Sin embargo, Sandoval reconoce incertidumbre, una espada que cruza el alma de cada uno de los habitantes del país que exporta genios del fútbol.
Pero no desde el punto de vista negativo sino desde la parte en la que no hay certezas de lo que va a pasar. Milei es economista, lo que a todos nos hace pensar que viene un resurgimiento de la economía argentina, pero no es político y ese creo que va ser su gran reto: tener que comportarse como tal, para llegar a tener que conciliar con los que lo adversan”, advierte.
Para Sandoval, el recorte de gasto público, su principal promesa electoral, no se lograría de un solo tajo porque le caerían encima las organizaciones sociales que dependen de un plan asistencial. “Y como bien imaginas son muchas, por qué venimos de un gobierno de centro izquierda”.
El peligro de los extremos
José Antonio Gil Yepes, presidente de Datanálisis, espera que Milei se aparte de su discurso extremista. La reacción del líder libertario, al fundirse en un abrazo con Mauricio Macri y Patricia Bulrich, de Juntos por el Cambio, en su comando tras los resultados, abre las puertas a esa opción que tiene una cuota de fragilidad alta.
Ojalá busque equilibrio de centro derecha. Si se va al extremo que ha representado, va a quedar como un Trump o Bolsonaro más. Volverían a oscilar a la izquierda y latinoamericana seguirá pendulando sin estabilidad política, crecimiento sostenido ni rumbo”, afirma Gil Yépes.
En palabras de Julio Castellanos, trujillano, radicado en la capital argentina, sobre el aspirante ultralibertario se tejió una poderosa campaña de descrédito.
“Argentina necesita que alguien ponga orden en las cuentas de este país. Y Milei piensa que eso es lo primordial para lo cual propone reducir el déficit fiscal. Después, para mí, hay temas secundarios que han sido tergiversados en una campaña muy sucia del oficialismo, con todo el poder del aparato del Estado, cómo que el transporte, la salud y la educación pasarán a ser privadas”, sostiene.
Castellanos reconoce que el nuevo mandatario nacional tendrá un desafío muy grande en tema de gobernabilidad. “Ahí será clave la alianza con Juntos Por El Cambio. La idea es que se consolide un gobierno cohesionado entre las dos fuerzas opositoras que surgieron luego de las generales”.
¿Cuál será el rumbo?
El triunfo de Milei, al menos en el tablero invisible de la planificación familiar, es una bocanada de aire para Daniela Urdaneta, zuliana, con 6 años en Argentina. “Si ganaba Massa teníamos decidido migrar y la verdad es que no queremos irnos de este país”, resalta la comunicadora social, quien considera que el triunfo del candidato libertario se debe a su propuesta disruptiva. “Hay mucho cansancio, hastío, agotamiento”.
Entre las promesas que más le calan destaca la reducción de los impuestos y que esos ajustes no caerán en los bolsillos de quienes más dinero ostentan.
La victoria de Milei sobre Massa exhibe el cansancio de la población, asegura Ricardo Ríos, presidente de Poder y Estrategia, quien cree que la gente votó por un rumbo completamente diferente al actual.
Más allá de si el cambio radical se concrete o no, es un mensaje al establishment argentino. Lo que suceda en este país será un espejo para la región”, agrega.
El politólogo contempla dos escenarios. En el primero Milei se mueve, según sus circunstancias, modera el discurso y hace un gobierno similar al de Macri, de derecha con ajustes, pero sin demolición institucional. El segundo, lo marca el libreto del discurso ofrecido en campaña, con un giro de 180 grados, es decir, hacia el liberalismo «puro» con demolición institucional.
Ríos considera que en el escenario uno, el nuevo mandatario obtendría ciertas mejoras macroeconómicas, con algunos costos políticos, que pueden ser gestionables, mientras que en el segundo chocaría contra un muro de realidades que harían que su gestión sea inviable y su gobierno se convierta en un infierno.
VF