Las células de nuestro cuerpo tienden a regenerarse, para eso no hace falta más que ver la piel nueva tras una pequeña herida.
Durante mucho tiempo, se creyó que las neuronas –las células que se encuentran en el cerebro– no se podían regenerar. Recientemente, se ha descubierto que algunas sí lo hacen, aunque en menor medida que la cantidad de neuronas que mueren al día. Si quieres conocer un poco más sobre este fascinante mundo dentro de nuestro cerebro, tan solo debes seguir leyendo.
Cuando uno se acerca a la edad de 20 años, comienza a perder neuronas. Los números parecen ser alarmantes, ya que se pierden aproximadamente 50.000 neuronas al día. Cuando llegues a los 75 años de edad habrás perdido el 10% de las neuronas de tu cerebro.
A pesar de que hemos perdido neuronas, no nos volvemos más “tontos”, sino que las neuronas restantes construyen nueva ramas de fibras y nuevas sinapsis entre ellas, de forma que reemplazan las pérdidas.
Incluso, los científicos creen que cuando un circuito neuronal está hecho, que haya nuevas células neuronales podría suponer un problema en lugar de un beneficio, ya que interrumpiría el flujo de información y desactivaría el sistema de comunicación del cerebro.
Las neuronas son las células más longevas de nuestro cuerpo, sin embargo, muchas mueren en el transcurso de nuestra vida. Si bien este es un proceso normal, la pérdida de una mayor cantidad de neuronas puede deberse en muchos casos a una enfermedad en el cerebro.
La enfermedad de Parkinson –se pierden neuronas encargadas de transmitir la dopamina, generando una dificultad a la hora de realizar movimientos–, la enfermedad de Huntington –una mutación genética genera un aumento del glutamato, lo que mata neuronas en la zona de los ganglios basales, lo que produce movimientos incontrolables–, el Alzheimer –proteínas inusuales se crean en las neuronas del hipocampo y el neurocortex, lo que genera una pérdida de memoria cuando estas células mueren–, los golpes en la cabeza o un accidente cerebrovascular y las lesiones de la médula espinal son algunas de las causantes de la muerte masiva de neuronas.
Lo cierto es que en el cerebro tenemos dos tipos de células: por un lado las estrellas, las neuronas; por el otro las células gliales. Las primeras se encargan de transmitir información, mientras que las segundas son un soporte y están relacionadas con el almacenamiento de nuestras memorias, por lo que se multiplican rápidamente.
Las neuronas, a su vez, tienen la capacidad de dividirse en algunos casos, de forma que sí pueden regenerarse. Un claro ejemplo de esto son las neuronas olfativas.
Pero, ¿por qué la mayoría de las neuronas no se regeneran? La mayoría de tus neuronas se crean cuando estás aún dentro de la panza de tu madre. Y una vez se crean, así se quedan hasta el momento en que te mueres. Muchas células en el resto del cuerpo no se dividen, pero lo cierto es que sí cambian con el paso del tiempo –por ejemplo, crecen–, y esto mismo sucede con nuestro cerebro.
Cuando nacemos, el cerebro pesa alrededor de 350 gramos, y al morir suele pesar aproximadamente un kilo más, eso quiere decir que, si bien nuestras neuronas no crecieron en cantidad, sí lo hicieron en peso y tamaño cada una de ellas. También crece la cantidad de células gliales.
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