Decenas de estados de Estados Unidos están demandando a Meta Platforms (Facebook) y a su unidad Instagram, a las que acusan de contribuir a una crisis de salud mental juvenil por la naturaleza adictiva de sus plataformas de redes sociales.
En una demanda presentada hoy ante un tribunal federal de Oakland, en California, los fiscales generales de 33 estados –entre ellos, California e Illinois– afirman que Meta, que también opera Facebook, engañó repetidamente al público sobre los peligros de sus plataformas e indujo a sabiendas a niños y adolescentes a un uso adictivo y compulsivo de las redes sociales.
Por eso piden a la justicia que obligue a Meta a poner fin a sus prácticas y exigen el pago de multas.
”Las investigaciones demostraron que el uso por parte de los jóvenes de las plataformas de redes sociales de Meta está asociado a la depresión, la ansiedad, el insomnio, la interferencia con la educación y la vida cotidiana, y muchos otros resultados negativos”, sostiene la denuncia.
”Meta aprovechó tecnologías poderosas y sin precedentes para atraer y, en última instancia, atrapar a jóvenes y adolescentes con el fin de obtener ganancias. (…) Su móvil es el lucro”, agrega.
Según los estados denunciantes, gobernados tanto por demócratas como por republicanos, la compañía “descuidó el daño considerable que estas plataformas causaron a la salud mental y salud física de los jóvenes de nuestro país”.
La demanda es resultado de una investigación por una coalición bipartidista de los fiscales generales de California, Florida, Kentucky, Massachusetts, Nebraska, Nueva Jersey, Tennessee y Vermont. “Los niños y los adolescentes están sufriendo niveles récord de enfermedades mentales y las compañías de redes sociales son las culpables”, expresó la fiscal general del estado de Nueva York, Letitia James.
Meta respondió que había intentado que los jóvenes estuvieran seguros en línea. ”Nos decepciona que, en lugar de trabajar de forma productiva con empresas de todo el sector para crear normas claras y adecuadas a la edad para las numerosas aplicaciones que utilizan los adolescentes, los fiscales generales hayan elegido este camino”, dijo Meta en un comunicado.
Documentos que trascendieron sobre Facebook
Gran parte de la atención sobre Meta surge de la publicación de documentos en 2021 que mostró que la empresa tenía datos que demostraban que Instagram, que comenzó como una aplicación para compartir fotos, era adictiva y empeoraba los problemas de imagen corporal de algunas adolescentes.
Los fiscales generales decidieron tomar cartas en el asunto ese año después de que una exempleada de Facebook diera la alarma sobre las prácticas de su antigua empresa. La ingeniera informática Frances Haugen filtró más de 20.000 páginas de documentos internos y denunció ante parlamentos de varios países que la red social anteponía sus beneficios a la seguridad de los usuarios.
La denuncia alega que Meta se esfuerza por garantizar que los jóvenes pasen el mayor tiempo posible en las redes sociales, a pesar de saber que los cerebros adolescentes son susceptibles a la necesidad de aprobación en forma de “me gusta” de otros usuarios. Según la demanda, Meta negó públicamente de forma engañosa que sus redes sociales fueran perjudiciales.
“Incluso en 2020 Meta continuó diseñando intencionalmente sus plataformas para manipular las respuestas de dopamina de sus usuarios jóvenes para maximizar el tiempo que pasaban en sus plataformas. Meta no reveló que sus algoritmos estaban diseñados para capitalizar las respuestas de dopamina de los usuarios jóvenes y crear un ciclo adictivo de dependencia”, añade la demanda. La dopamina es un tipo de neurotransmisor que interviene en la sensación de placer.
Se espera que otros nueve estados presenten demandas similares hoy, con lo que el número total de estados demandantes subirá a 42.
Los fiscales generales estadounidenses se enfrentan periódicamente a los gigantes tecnológicos, especialmente en cuestiones de monopolio o protección de información personal.
La demanda contra Meta (Facebook) es la más reciente de una serie de acciones legales hacia empresas de redes sociales en nombre de niños y adolescentes. TikTok, de ByteDance, y YouTube, de Google, también son objeto de cientos de denuncias presentadas en nombre de chicos y distritos escolares por el carácter adictivo de las redes sociales.
Por ejemplo, el 6 de enero pasado las escuelas públicas de la ciudad de Seattle se sumaron a la ofensiva contra las grandes tecnológicas en defensa de la salud mental de sus estudiantes. El distrito escolar de la ciudad, cuna de empresas como Microsoft o Amazon, inició ese día un proceso judicial que busca cambiar las formas como operan TikTok, Instagram, Facebook, SnapChat y YouTube. De acuerdo con la demanda, estas plataformas explotan el sistema de recompensas del cerebro de los jóvenes para que estos vuelvan una y otra vez a las aplicaciones, y les generan ansiedad, depresión y pensamientos suicidas. “Esta crisis de salud mental impactó en la tarea educativa al absorber los recursos de nuestras escuelas”, resumió el organismo, que engloba un centenar de centros con cerca de 50.000 estudiantes.
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