El Banco Santander ganó el récord de 8.143 millones de euros (US$ 8.656,33 millones) en los nueve primeros meses del año, un 11,3% más, gracias a la mejora de los ingresos, especialmente en España, con lo que ya asegura que este año obtendrá un resultado superior a los 10.000 millones de euros (US$ 10.630,4 millones), la mayor cifra de su historia.
De esta forma, el grupo conseguirá el hito que fijó en 2007 el entonces presidente, el fallecido Emilio Botín, antes del estallido de la crisis financiera, y que ahora, dieciséis años después y ya con el Banco Popular dentro de su perímetro, conseguirá anotarse su hija y sucesora, Ana Botín.
Los resultados podrían acercarse incluso a los 11.000 millones de euros (US$ 11.693,4 millones), pues la subida de las tasas de interés allana el camino para que el banco obtenga una rentabilidad cercana al 15%, un objetivo confirmado este miércoles por el consejero delegado, Héctor Grisi, tanto a los analistas como en rueda de prensa.
Pero el director financiero del grupo, José García Cantera, ha matizado que incluso con esa rentabilidad no se cubre el costo del capital, uno de los indicadores que más sigue el mercado, por lo que el banco sigue cotizando por debajo de su valor en libros.
Casi 300 millones por el impuesto a la banca
Aunque la cúpula del Santander insiste en que destinan un tercio de sus resultados a retribuir a los accionistas, otro tercio a impulsar el negocio y otro tercio al pago de impuestos, vuelven a repetir que el tributo extraordinario al sector es discriminatorio y esperan que se elimine.
«Entendemos que hay que recaudar con impuestos», ha dicho Grisi, antes de reclamar un trato igual para todas las empresas, sea cual sea su sector, lo que no significa que todos tengan que pagar más, y sin entrar a valorar la posibilidad de que un nuevo gobierno de coalición mantenga el impuesto a la banca, que iba a ser temporal.
Este gravamen llevó al Santander a pagar este año 224 millones en base a los ingresos de 2022, que los dos próximos años se elevarían hasta casi 300 millones.
A falta de que concluya 2023, la mejora de los ingresos bancarios en España es del 30%, lo que hará que esos 224 millones pasen a ser más de 291 millones.
En cuanto a la remuneración de los depósitos, que sigue sin llegar de forma generalizada, el número dos de la entidad ha repetido la idea de que dependerá de cómo evolucione el mercado, con «fuerte competencia», poco después de destacar que el Santander sigue captando clientes, incluido en España.
Respecto a la caída del crédito, desde el banco reiteran que no han cerrado el grifo y siguen aprobando el mismo porcentaje de operaciones, lo que ocurre es que la demanda ha caído aunque, insisten, los créditos siguen siendo más baratos que en el resto de países europeos, «incluso que en Alemania».
Asimismo, aún se nota que la gente utiliza los ahorros logrados durante la pandemia para repagar sus deudas, especialmente las hipotecas, lo que influye en la caída de casi el 3% de la cartera crediticia global.
España supera de nuevo a Brasil como la filial que más gana
De los citados 8.143 millones ganados por el Santander en todo el mundo, 1.814 millones los obtuvo en España, superando por segundo trimestre consecutivo a Brasil como la filial que ganó más dinero, con 1.426 millones, un 30% menos por la inflación y las provisiones.
En general, la diversificación geográfica y de negocios continuó favoreciendo las cuentas globales, permitiendo que el crecimiento de algunas, como Europa, compensara el retroceso de otras, marcadas por el incremento de las provisiones, como Norteamérica y Sudamérica.
El grupo ganó 4.176 millones de euros en Europa, que incluye entre otras España y Polonia, un 49% más, en tanto que en Sudamérica -Brasil, Chile, Argentina, Uruguay, Perú y Colombia- el beneficio neto bajó un 16%, hasta los 2.329 millones.
En Norteamérica, que incluye Estados Unidos y México, el banco ganó 1.900 millones de euros, un 19% menos que un año atrás, principalmente debido a las mayores dotaciones realizadas en EEUU, que neutralizaron los buenos resultados de México.
En las cuentas globales, los ingresos obtenidos en el periodo crecieron un 13% y sumaron 43.095 millones de euros, frente a unos costos de 18.961 millones, que aumentaron un 10 % y propiciaron una mejora de la ratio de eficiencia de 1,5 puntos porcentuales, hasta el 44%.
Los ingresos por comisiones aumentaron un 6%, impulsados por las ventas de productos de valor añadido, especialmente en los negocios globales del banco.
Los préstamos y anticipos a la clientela bajaron en todo el grupo un 2,7% y se situaron en 1,039 billones de euros, en tanto que los recursos de los clientes repuntaron un 5,1%, con un incremento de los depósitos del 4%, hasta los 1,034 billones, gracias al aumento en clientes minoristas y Corporate & Investment Banking.
Los clientes siguieron utilizando el exceso de depósitos para amortizar deuda, especialmente hipotecas, lo que, unido a la disminución de la demanda en algunos mercados por el incremento de las tasas de interés, se tradujo en la citada caída de la cartera total de los préstamos, aunque la financiación al consumo aumentó un 7%.
El ratio de morosidad subió hasta el 3,13% frente al 3,08% de hace un año, con una cobertura para insolvencias del 68%, ligeramente peor que el 70% anterior.
El Universal