Machado desarrolla un discurso de campaña que sugiere una potencial propuesta bélica como colofón. “Es una lucha espiritual del bien contra el mal”, asegura. Analistas alertan sobre sus debilidades.
¡Hasta el final! El slogan de campaña de María Corina Machado cobró mayor fuerza desde el pasado viernes 30 de junio cuando se hizo pública su inhabilitación política para ejercer cargos públicos por 15 años, en un decreto de la Contraloría de la República a todas luces inconstitucional, ordenado desde Miraflores para contener el avance de su candidatura.
“Aquí, quien habilita es el pueblo de Venezuela. ¡Hasta el final es hasta el final!”, respondió la fundadora de Vente Venezuela, quien, en una lluvia de entrevistas nacionales e internacionales, convirtió la consigna en su poderoso, pero peligroso mantra.
¿La razón? Inicialmente, muchos de quienes la veían, leían o escuchaban, pensaban que había una estrategia definida para articular el cómo. Que había un as contundente, y sin el tufo a fracaso de las consignas de otros liderazgos opositores, sobre su escritorio.
Politólogos advierten que el «Hasta el final», de María Corina Machado, se parece al fallido «Cese de la usurpación, gobierno de transición y elecciones libres» de Guaidó, en 2019.
Carlos Rodríguez López, politólogo de la Miami’s Public Research University, asegura que el eslogan se parece cada vez más al estéril “Cese de la usurpación, gobierno de transición y elecciones libres”, de 2019, impulsado por Juan Guaidó y su equipo de asesores. “Si algo me ha enseñado el interinato, es que las consignas podrán darnos toda la esperanza del mundo, pero sin un planteamiento estratégico concreto esas consignas no son más que palabras al aire con poca relevancia para la situación país”, afirma el experto. Y añade:
Ese es el problema de “Hasta el final’, que es una estrategia muy clara con el fin, pero demasiado opaca con el método. Salir de la dictadura lo prometen todos, pero hablar del cómo es muy incómodo para muchos candidatos. Especialmente para la puntera de las primarias”, recalca.
Rodríguez López insiste en que Machado elude responder a los venezolanos cómo resolverá el tema de su inhabilitación y, por el contrario, evita a toda costa dar una respuesta concreta al respecto.
Con él coincide Fernando Mires, profesor emérito de la Universidad de Oldenburg, Alemania y autor de numerosos artículos y libros sobre filosofía política, política internacional y ciencias sociales, quien asegura que ninguna vía política puede llegar “Hasta el final”.
“Llegar hasta el final. Esa frase es teológica. Está asociada al Día del Juicio Final. Por eso mueve gente, pero es radicalmente anti-política. Antes de llegar al final hay millones de ciudadanos que se te oponen. La política, a diferencias de la guerra, es el arte de avanzar sin llegar al final. Si no entiendes eso, estás abandonando la vía política”, sostiene el fundador y director de la revista Polis.
El bien contra el mal
«Hasta el final significa una Venezuela luminosa, justa, una Venezuela productiva, saludable física, emocionada y espiritualmente. Esta es una lucha espiritual entre el bien y el mal y el bien siempre triunfa al final. Dios está con nosotros”. Machado ofreció estas palabras en uno de sus más recientes mítines políticos con personal de la salud. Su promesa o reflexión fue más que nunca ambigua.
Para Mibelis Acevedo, periodista especializada en Comunicación e Imagen política, las “luchas espirituales entre el bien y el mal” se libran en nombre de los dioses, no de los imperfectos seres humanos. A estos últimos les toca hacer política y aspirar a lograr cosas buenas, cosas grandiosas, incluso, a pesar de sus defectos y contradicciones.
En Venezuela, tocada por esa cultura de la exuberancia, la sentimentalización de la política, la invocación mágica, tales apegos por la ‘fe milenarista’ se han traducido recientemente en una búsqueda compulsiva de líderes mesiánicos, cuyo carisma (el que las multitudes desean ver, no necesariamente el que posee la persona) tiende a ser efímero”, reafirma en un artículo de opinión.
Luis Aguilar, presidente de Polianalítica, cree que el lema de Machado más allá de cualquier argumentación evoca el reciente fracaso de líderes políticos opositores. “Fracasará como pasó con ‘La Salida’ y el ‘Cese de la Usurpación’, ya que apunta a un escenario de confrontación y en ese terreno siempre te va a neutralizar el chavismo”.
En el terreno del conflicto o la confrontación, el gobierno suele moverse con maestría. Por ello, politólogos creen que el mensaje debe ser más unificador que el usado por Leopoldo López con La Salida.
Un análisis similar ofreció el pasado lunes, Luis Vicente León, director de Datanálisis sobre el escenario de una Machado triunfante en las primarias y su posible reacción a la negativa por parte del Gobierno nacional para inscribirse en el Consejo Nacional Electoral (CNE).
“Si la ruta es Barinas es probable que la oposición se unifique y sería una buena noticia. Pero si la estrategia es la que ha anunciado, ‘luchar hasta el final’ que debe interpretarse como levantar la calle en una especie de reedición de ‘La Salida’, pero con la idea de que ella será más cierta que Guaidó y la gente la seguirá en esa cruzada, el resultado es incierto y peligroso y la fractura opositora está garantizada, pues la probabilidad de que se unan a su alrededor en esa ‘guerra’ es extremadamente baja”, apuntó.
¿Secreto estratégico?
En defensa del “Hasta el final”, un seguidor de la exdiputada, quien sigue liderando las encuestas entre líderes opositores de manera holgada, expresó: “Bueno, también hay que entender que la lucha en contra de una tiranía requiere de un alto nivel de secretismo si realmente se aspira a ser exitoso. No sé si María Corina y su equipo de trabajo más íntimo tienen algún plan en mente, pero si lo tienen no esperes que te lo cuenten”.
El argumento en reacción al comentario de Carlos Rodríguez López, fue repelido por el analista, quien recordó que el chavismo-madurismo es una «dictadura» con absoluto control del Estado: órganos de inteligencia/contrainteligencia y el apoyo de las Fuerza Armada, además de gozar con la extensa colaboración de la inteligencia cubana y la asistencia técnica rusa.
¿De verdad creen que Machado o cualquier miembro de la oposición puede ocultarles algo en Venezuela a la dictadura? Seamos serios, lo del ‘secretismo’ es una simple excusa que ha traído enormes consecuencias a la oposición por muchos años. Se prometen estrategias, después salen con que todas las cartas están sobre la mesa y terminan jugando con la esperanza de la gente porque no pasa nada”, se pregunta el consultor de la Miami’s Public Research University
A su juicio, frases preparadas como ‘el pueblo es el que habilita’ y ‘lucha espiritual del bien contra el mal’, no son más que consignas de tarima que aunque enardezcan a los asistentes de sus mítines, realmente no plantean nada más allá de otro voto ciego de confianza, como a los que se acostumbraron desde hace años, quienes luchan por un cambio de gobierno.
Y así remata: “Yo lo único que pido es que tanto María Corina Machado como cualquier precandidato, le hablen claro a la gente para evitar desconfianzas y la apatía política que se originó con la debacle del interinato. No más promesas vacías ni consignas inexplicables. Simplemente no existe tal cosa como una estrategia electoral secreta en Venezuela”.
VF