Este jueves falleció el escritor y periodista cubano exiliado Carlos Alberto Montaner en su residencia ubicada en Madrid, España.
Montaner padecía una enfermedad neurodegenerativa. La muerte se produjo de «una modo apacible».
«En su nombre, su esposa Linda, sus hijos Gina y Carlos y sus nietas Paola, Gabriela y Claudia les dan las gracias a los profesionales de la sanidad pública española, a la Asociación Derecho a Morir Dignamente y a todos los familiares y amigos que le han manifestado tanto afecto en el tramo final de una prolífica vida marcada por la defensa de las libertades individuales», señala un comunicado.
Despiden a reconocido escritor y periodista
En septiembre pasado el escritor, ensayista y periodista, una de las más relevantes voces críticas del exilio, recibió un reconocimiento en Miami por su defensa de la democracia y la libertad.
Hijo de un periodista y una maestra, Montaner en un principio simpatizó con la Revolución cubana, pero pronto se enteró de la orientación comunista de Fidel Castro y se unió a los esfuerzos del grupo Rescate Revolucionario, que se oponía a esta tendencia.
Fue arrestado y sentenciado a 20 años de prisión, pero como solo tenía 17 años fue internado en una prisión para menores presos políticos.
Con la ayuda de otros compañeros logró escapar y encontró asilo en la Embajada de Honduras, donde permaneció de marzo a septiembre de 1961 junto con otras 150 personas.
Cuando se rompieron las relaciones diplomáticas entre Honduras y Cuba tras la invasión de Bahía de Cochinos, los asilados quedaron bajo la protección de Venezuela.
Unos seis meses después, Carlos Montaner viajó a Estados Unidos, donde se reunió con su familia.
Comenzó a estudiar literatura hispanoamericana en la Universidad de Miami y una vez graduado comenzó a enseñar literatura en la Universidad de Puerto Rico.
Solicitó con éxito una beca de doctorado en Madrid. En España comenzó una columna regular y cada vez más se centró en la escritura.
Publicó varios libros y, tras la caída del régimen de Franco en 1975, se unió al movimiento liberal y fundó el Partido Liberal Cubano.
Cuando comprendió que el cambio en Cuba aún no era posible, retornó a la vida intelectual: fue corresponsal de varios periódicos destacados del mundo; escribió columnas, publicó libros y estuvo en la pantalla de CNN en Español como analista y comentarista.
En sus últimos tiempos en Miami fue presidente del Instituto Interamericano para la Democracia.
EFE