La NASA, según notifica, acaba de encontrar un nuevo error de software en el telescopio James Webb, por lo que, por el momento, sus investigaciones científicas permanecerán paradas.
El telescopio espacial James Webb de la NASA que fue lanzado en diciembre de 2021 y que llegó a su destino final apenas unas semanas después nos ha dado grandes alegrías en muy poco tiempo. Webb ha entregado fotograma tras fotograma imágenes de los misterios del Universo e incluso ha descubierto su primer exoplaneta hace unas semanas.
Sin embargo, parece que no todo van a ser buenas noticias y, teniendo en cuenta de la monstruosidad de la que hablamos, algún fallo debería tener. Pues bien, según informa la NASA, el telescopio James Webb ha encontrado un nuevo error de software, que retrasará, en consecuencia, sus observaciones científicas.
En concreto, hablamos de un error en el software de vuelo que ha afectado al espectrógrafo NIRISS (Near Infrared Imager and Slitless Spectrograph) del telescopio espacial. El instrumento no está actualmente disponible para observaciones científicas mientras la NASA y la Agencia Espacial Canadiense (quien se lo cedió) trabajan conjuntamente para explorar y corregir la causa.
«No hay indicios de ningún peligro para el hardware, y tanto el observatorio como los demás instrumentos se encuentran en buen estado. Las observaciones científicas afectadas se reprogramarán», explican.
No es el primer fallo del James Webb pero la NASA es capaz de sortear todos los problemas
NIRISS no es el primer instrumento del telescopio que tiene problemas. En agosto, una rueda de rejilla del Instrumento del Infrarrojo Medio (MIRI) empezó a mostrar signos de fricción. La rueda se utiliza sólo en uno de los cuatro modos de observación del instrumento, por lo que el personal detuvo esas observaciones mientras continuaba el trabajo en sus otros tres modos.
Recientemente, en diciembre, el observatorio pasó dos semanas afectado por un fallo que enviaba repetidamente el telescopio al modo seguro, interrumpiendo las observaciones científicas. Los ingenieros descubrieron que se trataba de un fallo de software en el sistema de control que controla la dirección a la que apunta la nave espacial.
Sin embargo, el observatorio volvió a funcionar con normalidad el 20 de diciembre, según un comunicado de la NASA.
Esta novedad simplemente vuelve a ser otra piedra más en el camino que tampoco llegará a suponer (esperamos) grandes problemas o retrasos. Y es que, que no cunda el pánico, ya que los científicos tienen muchos otros datos del James Webb que examinar mientras la NASA resuelve el fallo de software. Y es que, el telescopio espacial ya ha proporcionado terabytes de datos sobre nuestro universo.
ComputerHoy