En medio de la incertidumbre sobre el futuro del Título 42, migrantes venezolanos en Ciudad Juárez, México, se preparan para cruzar de manera ilegal a Estados Unidos argumentando que están “cansados” de esperar por nuevas medidas que les permitan entrar al país de manera regular.
Del lado estadounidense, al menos 400 efectivos de la Guardia Nacional, junto a agentes de la policía estatal y la Patrulla Fronteriza vigilan la orilla del Río Bravo en el área de “Chihuahuita” entre El Paso, Texas, y Ciudad Juárez.
“Hemos pasado hambre, frío, dormido en las calles, y nos da tristeza ver todo este procedimiento, que el Gobierno (de Estados Unidos) prácticamente nos ha puesto en la mira roja a todos nosotros y nos tiene bloqueados”, dijo a la Voz de América Carlos Pérez, un migrante venezolano que dice que estuvo viajando durante tres meses hasta llegar a la frontera.
Pérez y unas dos decenas de migrantes venezolanos pernoctan debajo del Puente Internacional Santa Fé. Dice que están esperando que el gobierno estadounidense les proporcione “un aval, un permiso para entrar legalmente al país”.
“Eso es lo que queremos todos, entrar legalmente”, dijo.
El Título 42 comenzó a aplicarse a migrantes venezolanos en octubre, como parte de un plan del Gobierno de Estados Unidos para reducir la inmigración ilegal, que incluyó un programa de parole para que los venezolanos puedan emigrar de manera legal a Estados Unidos.
“Nadie quiere pasar por una cuestión ilegal ni por encima de las autoridades, de su Constitución, ni sus normativas. Yo me encuentro aquí, pero atrás dejé toda mi familia, mi esposa, mis hijos, mis padres”, dijo Pérez.
“Después de haber pasado tantos ciclos de dureza, de arriesgar su propia vida, para que a escasos 30 metros de lograr pasar, quedarnos bloqueados otra vez”, agregó.
El venezolano tenía la esperanza de que el Título 42 fuera suspendido en la medianoche del pasado martes, pero el bloqueo impuesto por la Corte Suprema los mantiene en la “incertidumbre”.
El pasado martes 20 de diciembre, el Gobierno del presidente Joe Biden pidió a la Corte Suprema poner fin al Título 42, una medida de salud pública que permite expulsar a personas que crucen irregularmente a Estados Unidos. Sin embargo, el gobierno solicitó que el levantamiento fuera después de Navidad.
Yorbin Parra, otro venezolano de 34 años, dice que le tomó unos dos meses llegar desde Venezuela hasta México. En Ciudad Juárez vende pizzas a los migrantes que esperan junto al río para cruzar a Estados Unidos. Dijo a la VOA que lo hace para ahorrar dinero y “tratar de meterme ilegal”. El bloqueo a la suspensión de Título 42 lo dejó “sin esperanza”, admite.
Durante el año pasado, la patrulla fronteriza reportó 189.520 encuentros con venezolanos que cruzaron a Estados Unidos, más del triple de los 50.499 del año anterior, y 40 veces más que los 4.520 registrados en el 2020, según datos de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza.
Tras empezar a aplicar el Título 42 a los venezolanos, las autoridades reportaron en octubre 22.671 encuentros, una disminución frente a los 33.961 reportados el mes anterior.
Entregarse a la patrulla fronteriza pese al Título 42
Nalby Nataly y Ronald Alexander llegaron a Ciudad Juárez cerca de las 4 a.m. del jueves 21 de diciembre.
Estaban decididos a no esperar por un cambio en el Título 42 y entregarse a la patrulla fronteriza durante el día, “aunque eso signifique que nos devuelvan” a México.
“Ya no aguantamos más estar en la calle y el frío”, dijo Nataly a VOA.
La pareja cruzó por la selva del Darién con un bebé de 10 meses. Aunque se arrepienten de haber arriesgado la vida de su hijo, dicen están convencidos de haberlo hecho “por un mejor futuro”.
Jorge Eduardo Sequera, otro migrante venezolano, ayuda a quienes llegan hasta el río a cruzar al lado estadounidense. Dijo que lleva dos días esperando “a que nos avisen cuando nos dejan pasar”.
Sequera explicó que no ha cruzado desde Ciudad Juárez porque “no tenemos seguridad que nos pasen para allá como están pasando a las demás personas. No dejan pasar al venezolano que viene caído”.
Si el 27 de diciembre no cambia la medida que restringe el asilo, “le toca pasarse como pasan los coyotes, ilegal”, aseguró.
Con información de VOA/ Sumarium