El especialista en descentralización y gestión local tuvo a su cargo la novena Conferencia Magistral “Desarrollo Económico Local. Empresariado y Alianzas público-privadas”, con la cual el IEP Fermín Toro cerró el ciclo sobre Políticas Públicas. Consideró necesario que actores fundamentales impulsen esta vía. “En los municipios se desconoce cuál es el Producto Territorial, un dato necesario para impulsar desarrollo”
La profunda crisis económica y social en Venezuela está propiciando la aparición de una nueva mirada hacia formas de desarrollo y producción de riqueza local, y también de iniciativas de alianzas entre gobiernos regionales y municipales con sectores de la economía, en busca de mejor calidad de vida. Esto, a pesar de las limitaciones.
“Esta realidad emergente justifica la imperiosa necesidad de crear un proyecto para la promoción y construcción de procesos de desarrollo económico local en Venezuela, que resulte un aporte a la política económica nacional y sean útiles para la recuperación del empleo y la calidad de vida en territorios y ciudades de nuestro país”.
El planteamiento lo hizo Carlos Mascareño, investigador del Cendes y especialista en temas de federalismo, descentralización y gestión pública, durante la Conferencia Magistral “Desarrollo Económico Local. Empresariado y Alianzas público-privadas”, la última de las nueve exposiciones, con la cual el Instituto de Estudios Parlamentarios Fermín Toro (IEPFT), que preside Ramón Guillermo Aveledo, concluyó el ciclo sobre Políticas Públicas a nivel local, que inició el 17 de mayo pasado, con calificados ponentes.
El profesor consideró que una política de Desarrollo Económico Local (DEL) es necesaria para impulsar cambios en las economías de los 335 municipios y 39 áreas metropolitanas del país. Y no es solo porque sea una tendencia mundial. En los municipios se desconoce cuál es el Producto Territorial, un dato necesario para impulsar desarrollo, señaló. “No hemos trabajado eso a nivel local y tenemos allí una deuda gigantesca para el desarrollo estratégico en Venezuela”.
Por eso, invitó a actores fundamentales del territorio, como gobiernos regionales y municipales, empresariado, cámaras de comercio, sociedad civil y universidades, a incorporarse a esta iniciativa y crear alianzas, en beneficio de las localidades. Y también a asumir el tema con compromiso.
“Esto hay que discutirlo abiertamente con el gobierno nacional y también con los alcaldes, sean de oposición o del gobierno nacional, porque las cuentas que manejan gobiernos regionales o locales da grima, no alcanzan ni para tres o cuatro dólares per cápita”.
Un enfoque magistral
La presentación de la conferencia estuvo a cargo de Christi Rangel, profesora de la ULA y especialista en gobiernos abiertos, quien anunció el cierre del ciclo de nueve conferencias “con broche de oro”
Destacó la importancia del tema para una redefinición de las relaciones entre el Estado y la sociedad, los roles de los sectores público y privado, y las reglas del juego.
“Ante el fracaso en nuestro país el modelo rentista, considerar que estamos frente a los albores de la transición energética y que se están transformando los modos de producción, distribución y consumo por el apoyo de tecnologías digitales, es preciso que el Estado y los gobiernos locales reconsideren su accionar”, dijo.
Y prosiguió: “Ellos deben privilegiar sus actuaciones para promover capacidades individuales y así generar articulaciones entre distintos actores, y crear entornos para la competitividad y el empleo, y para ser vigilantes de la sostenibilidad ambiental y comportarse como árbitros imparciales”.
Sobre la propuesta
Mascareño, durante su intervención, esbozó algunas premisas que deben definir el proyecto, sobre la base de tres experiencias únicas en el país.
La primera, la necesidad de movilizar voluntades hacia la nueva economía territorial. “No podemos seguir anclados en la mirada tradicional rentista donde el gobierno regional o local tenía situado y que de allí vendrían las ayudas. Esa mirada quedó atrás en Venezuela y en el mundo. El empresariado tradicional está pensando progresivamente en nuevas lógicas de producción”.
Mencionó también la importancia de registrar iniciativas en marcha en territorio venezolano y que se perfilan como sistemas productivos locales o como Cluster, dijo. Promover una red foro de desarrollo económico local permitiría no solo enriquecer el proyecto, sino también crear una plataforma para insertar a Venezuela en los foros mundiales y en centros de entrenamiento como el de Italia.
“Para todo esto, se necesita la incorporación de actores fundamentales y aquellas instancias de gobierno para entender que este tipo de políticas públicas son fundamentales para el país”.
Desarrollo Económico Local, estrategia clave
Al iniciar la conferencia, Mascareño dejó claro que el tema “es fundamental en cualquier estrategia de desarrollo de Venezuela, en el futuro inmediato”, aunque se ha hablado de este en el país.
Definió el DEL como “una estrategia y una política pública, basada en un proceso complejo de alianzas deliberadas entre múltiples agentes de un territorio, en procura de la generación de mayores y mejores empleos, el incremento de la productividad y la generación de mayor calidad de vida de los habitantes, a partir de la producción de la riqueza”.
Precisó que el DEL no es una política social, sino por el contrario “una estrategia principal de crecimiento económico y de desarrollo de los territorios y, hoy con mucha fuerza, de las ciudades”.
Luego de resaltar que es un proceso complejo, surgido como respuesta a las crisis económicas globales y nacionales, hizo un recorrido sobre los procesos de producción de bienes y servicios y los cambios experimentados a lo largo de los siglos XIX, XX y XXI. En este último, dijo, han ocurrido cambios acelerados en estos procesos que se encuadran en lo que se denomina como “empresa flexible”. El especialista definió a esta como la capacidad de una organización para adaptarse a los continuos cambios económicos, tecnológicos, sociales o culturales.
“Es allí donde se inscribe el DEL, como se le conoce a nivel mundial”. Y precisó que en la actualidad se discute en 37 países de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE) y también en el Foro Mundial de Desarrollo Económico Local, con eco en países de América Latina.
Indicó que los nuevos giros de esta estrategia, luego de avances durante 40 años, han incluido el nuevo concepto de promoción y desarrollo sostenible. Y esto está presionando a los gobiernos locales y regionales a centrarse, no ya en la pobreza y su tratamiento clientelar, sino en una visión orientada a la producción de la riqueza para el beneficio del colectivo social.
En este contexto, Mascareño aludió también el concepto de Cluster, impuesto por el economista estadounidense Michael Porter a finales de los años 80, para denominar la integración de un grupo de firmas en determinado territorio, que provee ventajas a los sectores, regiones, para el crecimiento y desarrollo local.
“Esta trayectoria conceptual desde las ideas de los Distritos Industriales hasta la importancia estratégica de las alianzas de actores en territorios ha sido la plataforma para el surgimiento del DEL como concepto, estrategias y política para el desarrollo de los territorios menores a la nación sean estos municipios, estados, regiones o ciudades”
Venezuela, agenda en puertas
El especialista en Desarrollo se refirió a alianzas globales exitosas, como el caso de Toscana, en Italia, y luego a cuatro casos emblemáticos en el mundo y en América Latina. “Las mejores referencias”, dijo, luego de mencionar las ciudades de Barcelona, España; Nueva York, los Estados Unidos; Curitiba, en Brasil; y Medellín, en Colombia.
Y se refirió a Venezuela. “En el país, el tema de Desarrollo Económico Local está ausente en la agenda pública. No es posible registrar experiencias territoriales que puedan titularse como proceso de políticas de DEL”, puntualizó. “Si bien fueron formuladas algunas pautas normativas en el marco de la descentralización iniciada en 1989, su aplicación ha sido débil, cuando no ausente”.
Sin embargo, destacó que las crisis del rentismo y la económica en la última década están haciendo posible una nueva mirada. “Están surgiendo iniciativas de concertación y alianzas puntuales entre alcaldes y gobernadores con determinados sectores de la economía, en proyectos puntuales, y programas de apoyo a emprendedores”. Y se preguntó si en el país puede identificarse “un asomo de cambio”, un cluster, surgido de la sociedad en sí misma.
Afirmó que “en Venezuela hay que celebrar que estén cristalizando iniciativas para promover políticas de Desarrollo Económico Local”.
Citó tres casos que abren un panorama esperanzador: el proyecto de CCM Distrito cultural y creativo Manuel Mujica Millán que tiene como propósito el rescate urbano del centro de la ciudad de Mérida; el primer Congreso de Ají Margariteño, realizado en Porlamar, Nueva Esparta, en octubre pasado; y la expo Lara Turismo y Café, Historia, Cultura y Tradición, realizada en Sanare, Lara, hace varias semanas. Esta última tuvo un tercer aliado, dijo. “Una novedosa figura para el desarrollo local: Cluster de Turismo Sanare Mágico. Un encuentro entre caficultores, torrefactores, baristas, empresarios, exportadores y emprendedores”.
“En las tres experiencias hay un concepto común: la búsqueda de articulaciones de diversos actores relacionados con determinado producto o asunto público que históricamente actuaron de forma aislada”, resaltó.
En el caso del área metropolitana de Caracas, mencionó las más de 300 empresas relacionadas con oferta de partes y servicios tecnológicos en Caracas, como el Centro Comercial City Market.
Reiteró la invitación a los actores fundamentales, especialmente a las universidades públicas y privadas a no seguir ausentes en la producción del conocimiento y la investigación para el DEL. “No esperemos que el gobierno nacional o regional diga ‘hagamos el núcleo’, no, créenlo ustedes, una plataforma ciudadana y empresarial y empiecen a discutir el tema del DES en su respectivo municipio”.