Eric Adams asegura que con la llegada de tantos viajeros el sistema de albergues de la ciudad está a punto de quebrar y que es necesario reevaluar las prácticas anteriores de la Gran Manzana, aunque no entró en detalles
El alcalde de Nueva York, Eric Adams, reiteró el jueves su apoyo a los miles de migrantes que están llegando a esta ciudad, enviados por la administración del gobernador republicano de Texas, Gregg Abbott, pero aseguró que «va a ser un desafío» seguir dándoles servicios.
Adams hizo las declaraciones en la celebración del Ayuntamiento por el inicio del Mes de la Herencia Hispana, del 15 de septiembre al 15 de octubre, donde agradeció a la comunidad latina por el respaldo que le dieron para llegar a ese puesto, que ocupa desde enero.
«Cuando la gente pensaba que era imposible (que pudiera ganar las elecciones de noviembre), los latinos salieron una y otra vez» a darle su respaldo, dijo en el agasajo en la residencia oficial de los alcaldes, Gracie Mansion, construida en 1799 y que mira hacia el East River, en Manhattan.
Destacó los nombramientos de latinos, como resultado de ese apoyo, para estar al frente de diversas oficinas de la ciudad entre ellas los departamentos de Corrección, la de Asuntos de la Vejez, de Asuntos del Consumidor, el de Transporte, Asuntos del Inmigrante o la Oficina del Alguacil.
«Este es nuestro momento y vamos a ir a las comunidades que han sido ignoradas y abandonadas durante tantos años y lucharemos en su nombre», afirmó el primer alcalde vegano de la ciudad que sirvió a sus invitados este tipo de comida que incluyó pasta, pastelillos y ceviche de vegetales, mangú, arroz y gazpacho, entre otros y que escuchó diversa música de un pinchadiscos.
Adams, demócrata, centró gran parte de su discurso a hablar de los migrantes que han estado llegando en autobús desde mayo, -que suman 11.000 según el Ayuntamiento- la mayoría venezolanos, enviados por Texas, que hizo lo mismo antes con Washington y que también está enviando a la ciudad de Chicago, sin coordinación con las autoridades en esos destinos, liderados por demócratas.
«Estamos obligados a estar ahí el uno para el otro», indicó aunque advirtió: «Va a ser duro. No nos engañemos. Va a ser duro. Va a ser un desafío».
Adams, que ha pedido ayuda a Washington, dijo el miércoles que con la llegada de tantos migrantes el sistema de albergues de la ciudad está a punto de quebrar y que se deben reevaluar las prácticas anteriores de la Gran Manzana, aunque no entró en detalles.
El mexicano Manuel Castro, que dirige la Oficina de Asuntos del Inmigrante, dijo a Efe que Adams se refirió a la necesidad de buscar otras formas para continuar ayudando al flujo de migrantes, que estiman que continuará hasta las elecciones de noviembre cuando Abbott busca la reelección frente al demócrata Beto O’Rourke.
Texas envió este viernes precisamente dos autobuses fletados con un centenar de migrantes latinos a la residencia oficial de la vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris.
La llegada de esos autobuses coincide con el envío de medio centenar de migrantes, sobre todo venezolanos, a la elegante isla de Martha’s Vineyard, en Massachusetts, tras haber sido trasladados en avión desde Texas y Florida.
EFE
