La península coreana está en alerta hoy lunes ante la llegada del tifón Hinnamnor, el más poderoso de la presente temporada en el Pacífico, que se espera toque tierra el martes cerca de la ciudad surcoreana de Busan, en la costa sureste.
A las 12.00 hora local (3.00 GMT) Hinnamnor se encontraba a unos 330 kilómetros al sur de la isla surcoreana de Jeju arrastrando vientos de entre 160 y 190 kilómetros por hora y se espera que pase de largo frente a su costa sureste en la jornada de hoy, según la Administración Meteorológica de Corea (KMA) que clasifica la tormenta como «muy fuerte», tercer peldaño de su escala de cuatro niveles de gravedad.
Se espera que el tifón toque tierra, algo más debilitado, hacia las 9.00 hora local del martes (0.00 GMT) unos 80 kilómetros al noroeste de Busan, segunda mayor urbe surcoreana que a nivel regional concentra más de 7 millones de habitantes.
Aunque la KMA prevé rebajar el nivel de Hinnamnor a «fuerte», este tifón podría ser el de mayor fuerza en tocar tierra en la historia del país.
Hinnamnor viene provocando persistentes lluvias desde ayer en toda la geografía surcoreana, donde se esperan entre 100 y 300 milímetros acumulados hasta mañana martes.
Las autoridades norcoreanas también han activado la alerta por lluvias en la provincia oriental de Gangwon, el sur de las provincias suroccidentales de Hwanghae del Norte y del Sur y la ciudad de Kaesong, según los medios del régimen.
A su vez, las autoridades sureñas han pedido al país vecino que notifique la apertura de presas cuya descarga va parar al río Imjin, que desemboca en el delta que forman este río y el Han cerca de la capital surcoreana, Seúl, y que puede ser escenario de importantes inundaciones.
Corea del Norte, que ha abierto presas sin notificarlo en los últimos años, no ha hecho acuse de recibo del mensaje surcoreano remitido hoy.
En el sur, muchos servicios de ferri se han suspendido hoy, y de momento más de 50 vuelos se han quedado en tierra.
Para mañana, también se ha pedido a los colegios pasen a dar las clases en línea y a las empresas que retrasen los horarios de entrada de sus empleados.
EFE