Desde el miércoles el venezolano común siente los síntomas de un ataque de pánico. Sobre todo si le llegaron por redes sociales los videos de algunos establecimientos retirando productos para remarcar precios. El aumento del dólar aterroriza a la población, pero en especial a esa gran mayoría que la Encovi encierra dentro de la categoría de pobreza, que no olvidemos alcanza la terrible cifra de 90%.

Los que esta semana tenían ahorrados unos churupitos -sí, churupitos, porque no podemos llamar de otra forma la moneda nacional que destruyó el chavismo- vieron cómo el valor de ese dinero se disolvió en la nada. Entonces, no es de extrañar que los comerciantes no quieran recibir en este momento bolívares. Puede que a muchas personas les cueste entender las razones por las cuales la divisa estadounidense aumentó tanto y tan de repente, pero lo que sí saben es que hoy son más pobres.

Resulta que el Banco Central de Venezuela dejó de “inyectar” dólares a la banca porque no tiene capacidad. ¿Las razones? Son varias: está el asunto de la caída del precio del petróleo y lo poco que producen las refinerías que están operativas. También que la entrada de divisas por otros medios no convencionales se ha restringido. Esto hizo que la demanda superara en determinado momento con creces la oferta y se disparara el tipo de cambio.

El paralelo llegó a sobrepasar los 9 bolívares a primeras horas del jueves, y por eso el BCV tuvo que llamar de urgencia a la banca para anunciar la colocación de 200 millones, pero con la condición de que los distribuyeran de inmediato. Sin embargo, fuentes del portal Banca y Negocios afirman que es posible que no sea suficiente para contener el alza, sobre todo porque el ente emisor no está en capacidad de hacer esos desembolsos tan grandes de manera constante como lo venía haciendo.

Este es el colapso cambiario del que hablaba el economista José Guerra. Ya se anuncia un dólar a 12 bolívares para diciembre, lo que hará la inflación siga indetenible. Si en condiciones más o menos estables los empleados y trabajadores protestaron en las calles, cuando comience a sentirse en los próximos días este golpe tendrán más razones para reclamar mejoras salariales y respeto a sus reivindicaciones laborales. Los venezolanos están atrapados entre una maraña de malas políticas económicas y cambiarias que “diseñan” en Miraflores. A la cúpula chavista no le importan las consecuencias de este colapso porque a ellos no les afectan.

Por lo pronto, el sueldo mínimo va por 14,4 dólares, y no puede decir el gobierno que las transacciones no se hacen sobre la base del dólar paralelo sino el del BCV, porque la verdad es que el venezolano común está a merced la mayoría de las veces de los comerciantes inescrupulosos. No hay fuerza fiscalizadora en el país que le ponga freno a esto porque llevan más de 20 años en este desorden sin ningún resultado positivo para los ciudadanos, simplemente son incapaces.

¿Entenderá la mayoría que la única manera de salir de esta espiral de pobreza es cambiar la política económica? O más bien, tener un equipo que realmente piense en el país y diseñe un sistema que saque al país de la crisis.

Editorial de El Nacional