Los antiguos egipcios eran un pueblo muy práctico y organizado. Las grandes pirámides, las tumbas y los templos que han perdurado hasta nuestros días son una prueba de sus conocimientos en arquitectura, ingeniería y arte.

 
Una de las características más resaltantes del arte egipcio es que todas sus figuras son similares y comparten una misma pose extraña: La cabeza, los brazos y las piernas de los personajes se ven de perfil, mientras que los ojos y el torso se muestran de frente.

El perfil de los egipcios

Los artistas pintaban todos los objetos y cuerpos en su forma más reconocible, mostraban lo más esencial y característico de las figuras:

Las caras de perfil para que se pudiera detallar la extensión y forma de la nariz, un ojo bien abierto para estudiar la mirada, los hombros y pecho de frente para mostrar la anchura del cuerpo y las piernas y pies de lado para exponer las proporciones.

Los animales –que eran muy respetados y valorados- aparecen con frecuencia en las pinturas pero los pintan totalmente de perfil.

La proporción divina

Los retratos egipcios tienden a ser muy similares debido a que utilizaban cuadrículas diseñadas para calcular “las proporciones divinas”.

En el Antiguo Egipto, el canon de belleza se resumía en caras redondas y anchas, frentes inclinadas hacia atrás, labios gruesos, ojos prominentes, mentón marcado y pómulos llamativos.

Las figuras son muy parecidas, pero la diferencia más marcada es la escala de presentación. El tamaño del cuerpo pintado varía en función de la importancia de los personajes, por eso el faraón en pinturas parece inmenso: el tamaño reflejaba su condición divina.

¿No sabían usar las sombras?

Algunas teorías alegan que la forma de pintar los cuerpos de los egipcios se debía al desconocimiento del uso de sombras.

Esta hipótesis se desvaneció al estudiar la forma en la que pintaban el maquillaje de sus esfinges porque utilizaban colores oscuros a los lados de la nariz para perfilarla y alrededor de los ojos para hacerlos resaltar. Lo que demuestra que conocían perfectamente el funcionamiento de la luz y las sombras, solo que decidían no plasmarlo en sus pinturas.

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He aquí 5 actividades rutinarias que has estado haciendo mal y que después de leerlas mejorarán dramáticamente tu vida cotidiana.

1 Uso del antitranspirante

 
 
 
¿Alguna vez te has puesto antitranspirante antes de salir de casa solo para sentir, cinco minutos después, el sudor cayendo por tu axila? ¿Eres una especie de monstruo sudoroso raro? ¿Es esto una especie de broma cruel por parte del fabricante de antitranspirantes? La respuesta a todas estas preguntas es ¡no! El problema es el tiempo, no puedes ponerte el producto y esperar que comience a funcionar instantáneamente. Trata de aplicártelo antes de acostarte, dejándolo en remojo durante la noche en los poros. Al día siguiente, esos pozos estarán libres de sudor.
 

2 Usar pasta dental

 
 
 
Antes que nada, hablemos de cantidades de pasta de dientes. Realmente no necesitas cubrir el pincel. Para hacer el trabajo, solo requiere una cantidad del tamaño de un guisante. Con los niños… tu objetivo es la mitad. En cuanto a la sincronización, NUNCA debes cepillar inmediatamente después de comer. El ácido de los alimentos aún no ha sido completamente neutralizado por la saliva, y el cepillado en realidad puede provocar un mayor daño a tu esmalte. Finalmente, cuando hayas terminado, escupir… ¡pero no enjuagar! El flúor en la pasta de dientes todavía necesita más tiempo para hacer su trabajo.

 
3 Sostener una cerveza

 
 
 
A nadie le gusta que le digan cómo beber una cerveza. Es una experiencia simple y sencilla y es por eso que nos gusta. Pero ten paciencia con nosotros, porque si hay algo más desagradable a que te digan cómo tomar una cerveza… es beber una cerveza tibia. Cuando sostienes una botella en la base, estás transfiriendo cantidades significativas de calor a tu bebida helada. Sosténgala por el cuello para mantenerla más fría por más tiempo. Un concepto similar se aplica al vino. Ese vaso tiene un tallo por una razón. Independientemente de si se trata de vino tinto o blanco, la transferencia de calor de la mano sobre el vidrio eliminará la temperatura.
 

4 Lavarte las manos

 
 
 
Hay una práctica de higiene aún más básica que la mayoría de nosotros actualmente no hacemos correctamente. Todos hemos estado lavándonos las manos utilizando aproximadamente el mismo método de tres pasos durante años: se enjabonan y se frotan las manos durante unos 20 segundos, enjuague bien y luego se secan. En la actualidad, la Organización Mundial de la Salud respalda un método de pasos múltiples, que implica instrucciones de frotamiento más específicas. Puede parecer tedioso y demasiado minucioso, pero bueno, nadie disfruta los gérmenes.

 
5 Ir al baño

 
 
 
Hacer número dos es una actividad privada por razones obvias. A menos que haya algo mal, tendemos a no hablar de eso, y aun así generalmente guardamos nuestras preocupaciones para un profesional de la salud. Sin embargo, más que cualquier otra actividad en esta lista, estamos haciendo esto mal, al menos todos aquellos de nosotros que usamos una poceta. Verá, la humanidad evolucionó para ir al baño en cuclillas, no en una posición sentada vertical como lo hacemos hoy en día. Para decirlo simplemente, no estamos diseñados para usar un inodoro. Esta posición antinatural provoca un doblez en el intestino, lo que a la larga provoca una tensión adicional al realizar la acción.

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¿Qué es lo que provoca este particular efecto? La explicación es muy sencilla: el gas helio es menos denso que el aire, por lo tanto las cuerdas vocales -en la exposición directa- pueden vibrar con mayor frecuencia, lo cual provoca un tono más agudo.

La velocidad del sonido en el aire es de 344 metros por segundo. Mientras que en una atmósfera de gas helio, la velocidad aumenta a unos 925 metros por segundo. Casi el triple. Al ser más liviano, ofrece menor resistencia. Este escenario aplicado a las cuerdas vocales permite que las vibraciones sean más veloces.

Según explican los especialistas, no es recomendable abusar del gas helio en la garganta. No es peligroso si se utiliza en una cantidad mínima (muy mínima), pero en dosis exageradas, el helio produce asfixia e incluso la ruptura de tejidos pulmonares. Hay casos de fallecimientos por inhalación de helio, son muy raros y aislados, pero existen. El consejo es, en lo posible, no inhalarlo, ni siquiera para jugar.

También hay compuestos que, por el contrario, engordan la voz, la hacen más áspera y latosa. El más conocido es el humo del cigarrillo. Aunque el cambio no es tan inmediato que con el helio, hablar en la mitad de una pitada endurece las cuerdas vocales y modifica el tono. Pero hay un compuesto que produce un efecto aún más divertido, el Hexafluoruro de azufre. Al ser muy denso casi no permite que las cuerdas vocales vibren, entonces las voz suena definitivamente más grave. Como de ultratumba.

Atención: tampoco es recomendable abusar de este compuesto. Está bien para una broma pasajera, pero nada llevado a los límites de la exageración es sano. Cuando es la propia salud la que está en juego mejor quedarse a un lado y no caminar por los bordes.

Y como curiosidad… Dicen que la primera vez que se experimentó con gas helio en la cuerdas vocales fue por pura casualidad. Durante un número de circo, en la búsqueda de provocar un efecto gracioso, un payaso probó durante un ensayo distintas sustancias: aire, humo, líquidos varios. Y cuando llegó al gas helio todos se llevaron la sorpresa.

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