¿Los hombres pueden ser feministas? Si lo son, ¿cómo se les llama? ¿Aliados, militantes, feministas? Hay opiniones encontradas sobre si los hombres pueden llamarse feministas y, todavía más importante, sobre qué rol tienen dentro del movimiento. Estas distintas posturas entran en conflicto de acuerdo al sector del feminismo al que se esté refiriendo. Por ejemplo, la feminista radical y artista escénica, Estefanía Lazcano, responde a la pregunta con un rotundo no. Ella sostiene que las mujeres son oprimidas por el hecho de pertenecer al sexo femenino, por lo que se sufre el patriarcado desde la gestación, porque se condiciona al bebé por ese simple hecho; por lo tanto, el hombre solo puede entender esta problemática “a medias”, agregando además que el feminismo está hecho por y para mujeres.

Sin embargo, una de las voceras de la Coordinación del 8M en Chile, Alondra Carrillo, opina que los hombres deben ser voceros discretos y no protagónicos. Ella explica que el feminismo es “un movimiento que nos atraviesa a todos” y que el rol de los hombres consiste en no anteponer sus inquietudes y dejar que las mujeres expresen sus demandas. 

Si bien no hay consenso en cómo llamar a los hombres y qué papel deben tener, otro punto interesante es qué opinan los hombres con respecto a este tema. El jurista y escritor Octavio Salazar Benítez, quien es experto en trabajos sobre género y nuevas masculinidades, expresa que la revolución reposa en los hombres, ya que no solo deben cuestionarse su propia masculinidad para desmontar elementos machistas, sino que necesitan realizar cambios políticos que den a ambos sexos los mismos espacios, los tiempos y las responsabilidades.

El escritor Ritxar Bacete, autor del libro Nuevos hombres buenos: la masculinidad en la era del feminismo (2017), opina en relación al papel masculino que, en principio, el feminismo necesita de los hombres, ya que la igualdad entre sexos parte del principio de la decencia, que transforma la desigualdad en “algo indecente, incómodo e insoportable”.

Pero algo que tienen en común ambos géneros con respecto al movimiento feminista es que si un hombre quiere ser aliado o feminista debe pasar por dos escalones básicos:

Debe revisar el rol masculino a lo largo de la historia, ya que necesita entender por qué las mujeres reclaman que los hombres han sido privilegiados.
Debe renunciar a privilegios, porque el verdadero cambio implica que el hombre salga de una zona de dominación y entre en una situación más equitativa, desde las cuestiones más pequeñas hasta las decisiones a nivel macro. Por ejemplo: desde la vida cotidiana no considerar como ayuda realizar las tareas del hogar y las responsabilidades parentales y, desde niveles de mayor alcance, impedir que existan situaciones de discriminación o acoso laboral en tu empresa, si eres dueño de alguna organización.

Los hombres pueden apoyar el feminismo y se necesitan para poder lograr un verdadero cambio social. Hombre feminista, aliado o militante, lo importante es que el individuo no se ponga ese calificativo solo para lograr apoyo político. Para contribuir al movimiento hay que realizar verdaderos cambios en la vida e ir renunciando a las conductas machistas poco a poco.

Fuente: Culturizando

El hipo es una respiración súbita del aire provocada por la contracción del diafragma y los músculos intercostales. Esta contracción espasmódica, no controlada y generalmente repetitiva es la que genera el extraño ruido y presión que sentimos cuando tenemos hipo.

Cuando respiramos, inconscientemente muchos músculos trabajan para que el aire entre en nuestra boca o nariz y llegue a nuestros pulmones a una gran velocidad. Uno de los principales músculos que trabaja en esta tarea es el diafragma.

El diafragma se encuentra ubicado debajo de los pulmones y cuando este se contrae o se dilata es cuando inhalamos o exhalamos. Cuando el diafragma se contrae, el tórax se expande y el aire entra en nosotros, por el otro lado cuando el diafragma se relaja el tórax se contrae y el aire sale de nosotros por la boca o la nariz.

Quien controla estos movimientos del diafragma es el nervio frénico. Si el nervio frénico se ve afectado por algo y comienza a enviar señales anómalas, el hipo puede aparecer en cualquier momento. Esto ocurrirá gracias a las contracciones y relajaciones anormales del diafragma.

Ahora que sabemos quién es el culpable del hipo, podemos pasar a entender cuáles son las causas de que este nervio frénico se vea afectado para que tengan lugar sus anormales contracciones.

Existen muchos causantes de este tipo de reacciones, algunos son de índole psicológico mientras que otros son más bien físicos. Si comemos demasiado o lo hacemos muy rápido, puede que nuestra respiración se descontrole y nos dé hipo.

Por otro lado también puede tratarse de algo más grave como una irritación en el nervio frénico lo cual nos puede dar un hipo que dure desde varios minutos hasta varios días.

El abuso del alcohol o el consumo de bebidas carbónicas también puede provocar el hipo. Sin embargo, también hay razones psicológicas que pueden provocarlo. Un ejemplo muy clásico es la ansiedad, la cual descontrola el nervio frénico impidiéndole que trabaje con normalidad.

El hipo es algo que aqueja a casi todos los mamíferos, ya que el sistema respiratorio es básicamente similar en todos estos animales.

La frecuencia del hipo por minuto puede ser muy diferente de un caso a otro, desde 2 a 60 por minuto. Una cifra un poco alarmante si nos ocurre un hipo por segundo.

Estudios científicos del Hospital de la Pitié-Salpêtrière de París plantearon la teoría de que el hipo podría ser la secuela del proceso evolutivo por el cual algunos animales salieron del agua y pasaron a vivir en tierra firme. El hipo sería una secuela de la respiración debajo del agua.

El récord mundial de la persona con más hipo lo tiene Charles Osborne, quien presentó este caso continuamente y sin parar durante 68 años, desde 1922 a 1990.

Fuente: Culturizando

La Pepa es el nombre que recibió la Constitución que se declaró en Cádiz el 19 de marzo de 1812, que al proclamarse el día de San José (Pepe) recibió este peculiar nombre. Todo esto aparece tras la revuelta en Madrid contra las tropas de Napoleón que tenían ocupado el país.

Esta Constitución, sólo estuvo vigente 2 años, pues volvió Fernando VII e impuso el absolutismo nuevamente. Pero para la historia está será sin duda la Constitución más liberada jamás proclamada en la historia de España.

Pero tras la reforma absolutista, los liberalistas y republicanos empezaron a utilizar la expresión “Viva la Pepa”, para señalar las libertades y el derecho de expresión. Aunque con el tiempo se ha ido modificando, y en la actualidad un Viva-la-Pepa es una zángano e irresponsable.

Frente a está famosa expresión también apareció la menos conocida “Trágala“ para insultar a Fernando VII, pues tuvo que tragársela y jurar lealtad a España ante esta constitución.

Fuente: Culturizando