Funcionarios estadounidenses han demandado que Venezuela suministre al menos una parte de las exportaciones de petróleo a Estados Unidos como parte de cualquier acuerdo para aliviar las sanciones comerciales a la industria de hidrocarburos a la nación miembro de la OPEP, dijeron dos fuentes cercanas al asunto.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, prohibió el martes las importaciones estadounidenses de petróleo ruso en represalia por la invasión de Ucrania, lo que aumenta la presión económica sobre un aliado clave del gobierno de Venezuela, por cierto no reconocido formalmente por Washington.
Diplomáticos estadounidenses han trabajado para encontrar suministros energéticos en todo el mundo que puedan ayudar a compensar la interrupción de las exportaciones de petróleo y gas ruso causada por las sanciones o la guerra. Funcionarios estadounidenses se reunieron con el presidente venezolano Nicolás Maduro en Caracas para las primeras conversaciones bilaterales en años.
Venezuela ha estado bajo sanciones petroleras de Estados Unidos desde 2019 y podría redirigir el crudo si se levantan esas restricciones.
Los funcionarios estadounidenses dejaron claro que su prioridad era asegurar los suministros para Estados Unidos, dijeron las fuentes consultadas a Reuters. Los funcionarios dijeron a sus homólogos venezolanos que cualquier relajamiento de las sanciones estadounidenses estaría condicionada a que Venezuela envíe petróleo directamente a la potencia norteamericana, dijeron estas fuentes.
Estados Unidos no había hecho previamente estipulaciones sobre el destino específico de los cargamentos permitidos bajo las exenciones a las sanciones.
El Departamento de Estado de EE.UU. y la compañía energética estatal venezolana PDVSA no respondieron inmediatamente a las solicitudes de comentarios.
Chevron Corp, el último productor de petróleo estadounidense que sigue operando en Venezuela, podría ser el primer beneficiario si se llega a un acuerdo con la administración de Maduro. A esta petrolera se le ha prohibido el envío de crudo venezolano, producido por sus negocios en sociedad con PDVSA, desde 2020 y ha presionado para anular tal prohibición.
Un portavoz de Chevron declinó hacer comentarios sobre las discusiones en Estados Unidos. La compañía opera «de acuerdo con el marco de sanciones actual proporcionado por la Oficina de Control de Activos Extranjeros de Estados Unidos», dijo.
La empresa californiana tiene una licencia especial que le permite mantener una presencia de bajo nivel en el país, sólo para garantizar el mantenimiento y la seguridad de sus instalaciones.
Como esa licencia expira en junio, Chevron ha solicitado autorización al Departamento del Tesoro de Estados Unidos para comerciar con cargamentos de petróleo venezolano para el pago de la deuda mediante una exención renovada, según ha informado Reuters. Chevron quiere el permiso revisado para poder recuperar cientos de millones de dólares en deuda no pagada y dividendos atrasados de sus empresas mixtas con PDVSA.
Si Washington decide suavizar las sanciones, Chevron podría estar en posición de recuperar parcialmente la producción en Venezuela y reanudar las exportaciones a su propia refinería y a otras en la Costa del Golfo de Estados Unidos, dijo una de las fuentes, en sustitución de los barriles rusos.
Chevron no hizo comentarios inmediatos.
En las conversaciones del fin de semana se hicieron pocos avances, ya que Washington buscaba calibrar las perspectivas de alejar a Maduro de su alianza con el presidente ruso Vladimir Putin. Pero las partes acordaron continuar las conversaciones.
Los gobiernos de ambos países establecieron lo que una persona familiarizada con el asunto llamó posiciones de negociación «maximalistas». Washington presionó para que se celebren elecciones presidenciales libres y para que se libere a los estadounidenses encarcelados en Venezuela, mientras que Maduro pidió un amplio levantamiento de las sanciones.
Pero el tema más apremiante fue la energía. Las partes discutieron el retorno del petróleo venezolano a los mercados afectados por las interrupciones de los suministros rusos y una solución para que PDVSA pueda acceder temporalmente a las transferencias bancarias internacionales, según las fuentes.
La reunión provocó fuertes reacciones en el Capitolio, donde el senador de Nueva Jersey Robert Menéndez y otros legisladores estadounidenses criticaron el acercamiento a Maduro, que está sometido a sanciones estadounidenses por abusos de los derechos humanos.
El compromiso de Estados Unidos se produce en un momento en el que la línea de vida financiera de Venezuela con Rusia se está debilitando debido a las sanciones impuestas a Moscú tras su bombardeo de Ucrania. Los fondos de Venezuela depositados en bancos rusos incluidos en la lista negra de Washington han sido congelados.
Los precios del petróleo subieron otro 5% el martes, hasta los 128 dólares por barril, debido a la prohibición de las importaciones de Rusia por parte de EE.UU., que supuso 670.000 barriles diarios en 2021. Gran Bretaña dijo que eliminará las importaciones rusas a finales de año.
La producción de petróleo de Venezuela el año pasado se recuperó de la caída libre y promedió 636.000 bpd. Las autoridades han dicho que puede aumentar la producción y las exportaciones, pero los analistas creen que hay poco margen para nuevos aumentos sin nuevos gastos masivos.
Sin embargo, muchas refinerías de la Costa del Golfo de Estados Unidos que importaban barriles rusos podrían reanudar el procesamiento de petróleo pesado y combustible venezolano, entre sus materias primas preferidas para las unidades especializadas.
Antes de las sanciones, las estadounidenses Valero Energy, Citgo Petroleum, Chevron y PBF Energy se encontraban entre los principales compradores estadounidenses de petróleo venezolano.
Fuente: Banca y Negocio