En febrero de 2022 alrededor del 70% de la población suiza había recibido al menos una dosis de la vacuna COVID-19. © Keystone / Gaetan Bally
Suiza donará un máximo de 15 millones de vacunas contra el coronavirus en el primer semestre de este año a COVAX, plataforma global que tiene como fin contribuir con una distribución equitativa de vacunas.
Con un total de 34 millones de vacunas disponibles para 2022, la población suiza de 8,7 millones de personas está más que cubierta, incluso en el caso de que se produzca otra campaña de refuerzo, según informó el Gobierno el miércoles.
Por ello, pondrá un máximo de 15 millones de vacunas a disposición de la iniciativa COVAX, un mecanismo multilateral para canalizar las vacunas de los países más ricos a los más pobres en un esfuerzo por reducir las desigualdades.
«Desde el principio, como parte de los esfuerzos globales para gestionar la pandemia, Suiza ha trabajado para garantizar que el mayor número posible de personas en todo el mundo tenga acceso a vacunas seguras y eficaces contra el virus COVID-19», afirmó el Gobierno en un comunicadoEnlace externo.
Evocó también dos acciones solidarias que Suiza había llevado a cabo con anterioridad: una donación de cuatro millones de dosis de AstraZeneca en junio de 2021 (después de que el órgano regulador sanitario suizo, Swissmedic, no aprobara su uso aquí), y el aplazamiento de la compra de un millón de dosis de la vacuna Moderna el pasado mes de diciembre para que COVAX pudiera beneficiarse de la capacidad de producción liberada.
Mientras que la tasa de vacunación en Suiza supera el 70%, muchos otros países -especialmente en África- el porcentaje de población vacunada es mínimo, como muestran los datos publicados por ReutersEnlace externo.
Vacunación pasiva
El Gobierno también señaló el miércoles que planeaba centralizar la compra de nuevos medicamentos destinados a proteger a las personas especialmente vulnerables a la COVID-19, por ejemplo, personas con inmunodeficiencias o con enfermedades subyacentes.
Sin nombrar los medicamentos concretos -afirmando simplemente que «se aprobarán en 2022»-, el Gobierno añadió que acordaría garantías de compra con los fabricantes para que puedan ponerse rápidamente a disposición de las personas afectadas cuando estén disponibles.
La semana pasada, tras anunciar el fin de casi todas las medidas de salud pública para frenar la propagación de la COVID-19 en Suiza, algunos grupos de personas de riesgo expresaron su preocupación por su continua vulnerabilidad a la enfermedad.