El diputado por el estado Zulia Omar Barboza aseguró que Venezuela ha sido sometida al impuesto más eficiente para generar pobreza, que es la inflación, la cual llegó a su máxima expresión a partir del año 2017, cuando se pudo calificar, con propiedad, como Hiperinflación.

El diputado presidente de la Comisión Ordinaria de Legislación de la AN, intervino en la sesión de la Delegada, durante el debate sobre la crisis generada por las inexistentes políticas económicas a favor de la población y el aniquilamiento del poder adquisitivo del venezolano en manos del régimen.

Destacó el parlamentario zuliano que las víctimas principales de este fenómeno son los sectores más desposeídos que vieron destruido el producto de su trabajo, como es su salario. Agregó que esta ha sido la consecuencia más grave de la falta de una política económica a favor de la población y el interés nacional, por parte de un régimen cuyo cambio es imprescindible para que el país retome el camino del progreso en libertad.

Afirmó que la causa de la hiperinflación se fue conformando con los incrementos de los déficits fiscales que se acentuaron a partir del año 2014, financiados principalmente con por emisiones de dinero inorgánico por partes del Banco Central de Venezuela (BCV), que, sometido al control político del régimen, ocultó la realidad y se convirtió en el principal cómplice de la destrucción del bolívar, cuando su deber constitucional es preservar su valor adquisitivo.

“Por razones ideológicas absurdas o por motivos inconfesables, no se entendió desde un principio que la manera sana de preservar el valor adquisitivo de la moneda es apoyando la producción nacional de bienes y servicios, para mantener el equilibrio es la oferta de bienes y la circulación monetaria. Además de generar un clima de confianza sustentado en el respeto a la propiedad privada y el estado de derecho”.

Agregó que esas políticas no se pueden implementar con la emisión de dinero sin respaldo, o con irrespeto a los derechos constitucionales, a menos que el propósito sea destruir la economía nacional como ha ocurrido.

Considera que, para superar la situación del país, que ha obligado a salir a más de 6 millones de venezolano hacia otras latitudes, se depende de un cambio político profundo, que, teniendo la Constitución como norte, restaure las instituciones y produzca reformas económicas de envergadura.

“Un cambio que permita reducir el tamaño del estado como una de las vías principales para reducir el déficit fiscal, que impulse la producción nacional, que renegocie la deuda externa para que el país tenga acceso y apoyo de los organismos internacionales y de las instituciones financieras externas necesarias para emprender la inmensa tarea de reconstruir a Venezuela en paz y libertad”.

Lamentó que el régimen en su afán de preservar el poder, no quiere enfrentar la realidad, de que hay que aplicar soluciones de fondo, sin embargo, lo que hace es poner paños calientes o excusas para seguir metiéndole la mano a los bolsillos de los venezolanos.

“Salen con la ocurrencia de aplicarle impuesto a las transacciones en dólares, cuando en un principio permitieron la dolarización, que ha logrado darles certidumbre a los precios y había comenzado alguna estabilidad. Ahora con la llamada reforma de Ley de Impuesto de Grandes Transacciones Financieras, se percibe como otro intento de meterle la mano en el bolsillo a los venezolanos, persecución a los empresarios, poniendo en riesgo la cierta estabilidad en los precios generada por la dolarización, mientras la pobreza sigue creciendo en Venezuela”.

Finalmente, subrayó que hechos como estos deben ser motivos adicionales para despojarse del interés personal o político y trabajar juntos por la unidad nacional y el cambio político a través de elecciones libres, condición indispensable para rescatar la democracia y se ponga en práctica una política económica en favor de todos los venezolanos y en especial de la gran mayoría que hoy forman los pobres de Venezuela.