Atalanta Hawks, 27ª peor defensa de la NBA, y Los Ángeles Lakers, 16ª, hicieron honor a esta clasificación en un partido que ganaron los locales (129-121) gracias al liderazgo de Trae Young y la improvisación ofensiva, sin éxito, en los minutos finales de una franquicia angelina que aumenta su herida al caer a un récord de 24 victorias y 27 derrotas.
Un partido perteneciente a los ‘NBA Sundays’, iniciativa de la liga norteamericana de baloncesto para poner partidos en horarios de máxima audiencia europea, que fue entretenido de ver en cuanto a anotación, pero que no contó con el estadounidense LeBron James.
El cuatro veces campeón de la NBA está ya en Los Ángeles al tener hinchazón en la rodilla izquierda que ya le hicieron perderse los dos encuentros anteriores; que acabaron, como el de los Hawks, con derrota para la franquicia de Los Ángeles.
Los Lakers aprovecharon la falta de defensa
34-33 para los Hawks en un primer cuarto que ya marcó la tónica del partido. Muchos puntos y con el equipo local que demostró que no se iba a ir del partido, ya que estuvo en varias ocasiones siete puntos abajo y acabó por delante al final de los primeros 12 minutos.
En el segundo cuarto se desconectó Trae Young, el base estrella de los Hawks, y su equipo lo acusó. Acumuló varios piques con jugadores diferentes de los Lakers y los árbitros le acabaron pitando técnica. Esto, unido al abultado e insostenible 71.4% de acierto en los tiros de campo para los Lakers al descanso, facilitaron un +9 para los angelinos al final de la primera mitad.
El estadounidense Malik Monk se fue con 19 puntos en su haber, y acabó firmando 33 en su casillero en su mejor noche con la camiseta de los Lakers, pero no fue suficiente incluso aumentando su ventaja hasta los diez puntos para encarar los últimos 12 minutos.
Trae Young saca su mejor versión
Suscitó polémica la designación de Young para ser titular en el All-Star por el récord de su equipo -décimos en el Este-, pero este domingo volvió a demostrar que está haciendo una gran temporada y que su espectacular forma de jugar también es efectiva. Dos triples de forma consecutiva para el base pusieron el +2 para los suyos en cuatro minutos y medio.
Pero los Lakers, de la mano de un acertadísimo Monk (8 de 14 en triples) se agarraron al encuentro, hasta que apareció Onyeka Okongwu y su conexión con Trae Young para mostrar de nuevo las carencias defensivas de los Lakers. Tres pases seguidos del base, el segundo de ellos para un mate espectacular del nigeriano, pusieron cuatro puntos de ventaja para los Hawks que a la postre fueron insalvables para los californianos.
Sobre todo porque fiaron todo a la improvisación. Monk era el más acertado y, sin trazar jugadas para generar ventajas, dejaron que se jugase los tiros, hasta que el último fue para un Russell Westbrook que no pudo hacer valer su físico en la pintura y murieron ahí las esperanzas de unos Lakers que perdieron el último cuarto por 18 puntos (38-20).
Los Lakers sin rumbo
La franquicia de Los Ángeles finaliza su gira por la Conferencia Este habiendo perdido ocho de once encuentros, situándose a cuatro partidos de la sexta plaza, que da acceso a los ‘play-offs’ evitando el play-in.
Todos los ojos estarán pendientes del estado de la rodilla de LeBron James, de la continuidad de Frank Vogel como técnico y de lo que pueda hacer el manager general Rob Pelinka de aquí al 10 de febrero, fecha límite de traspasos, para mejorar una plantilla que está a 16 partidos de diferencia del líder del Oeste, Phoenix Suns.
Fuente: Meridiano