¿Para qué se estarán tomando el trabajo de programar y preparar unas elecciones para el 9 de enero en Barinas? ¿A quién llamarán o “contratarán” para hacerle la comparsa a Jorge Arreaza? Porque por los vientos que soplan, si no le ponen competidor es lo mismo que lo nombren a dedo. Y visto el empeño de no soltar el coroto en ese estado, lo mejor es que se ahorren esos reales y lo hagan de una vez, porque además se sabe que no les interesa mantener las apariencias.

Lo de Barinas es la prueba fehaciente de que no hay elecciones que valgan en este país, ni que venga una delegación del planeta Marte. No hace falta el informe de los observadores de la Unión Europea para que el mundo entero sepa que en Venezuela el ciudadano no tiene la más mínima posibilidad de elegir a sus gobernantes, a ningún nivel de la escala política. Y eso que nada se habla de los colegios profesionales o las autoridades universitarias, en donde pasa lo mismo.

Todo cae en un mismo saco. Si no ganan ellos, no hay elecciones. Parece que los únicos que no se dan por enterados son los opositores que participaron en los comicios de noviembre. ¿Y todavía creyeron que les iban a dejar inscribir el candidato que les diera la gana en Barinas? Demasiado pedir. Eso podría ser posible si hubiera democracia.

Así que lo que va a pasar el 9 de enero ya se puede decir desde ahora, Arreaza será gobernador del estado natal de su querido comandante y colorín colorado. Por alguna razón están haciendo hasta lo imposible por quedarse con el poder en Barinas, quizás no quieren que se sepan todas las marramuncias que han hecho con el presupuesto del estado y quién sabe cuántas cosas más.

Mientras nadie extraño a las fuerzas del PSUV entre en los archivos de la gobernación, más seguras estarán las cuentas de lo que han hecho allí por años. Y por eso la plana mayor del partido se movilizó hasta allá, para no dejar ningún cabo suelto hasta que el yerno de Chávez agarre el coroto.

Por supuesto, no faltará algún político que se llame a sí mismo opositor que quiera hacer el amago de competir por el mandato regional ─como a esta hora pareciera que lo hará Claudio Fermín─ pero una vez más, desde esta tribuna se dice claramente, no sería más que participar en una comparsa y además hacerles el juego de legitimarles la farsa. ¿O es que en realidad hay alguien que pueda decir que van a dejar que Arreaza pierda estas elecciones?

Creo que las circunstancias están dadas para aprender la lección de una vez por todas. Mientras el chavismo controle el Tribunal Supremo de Justicia, el Consejo Nacional Electoral, la Contraloría, la Fiscalía y la Procuraduría, no hay manera de que en el país haya elecciones democráticas. ¿Así o más claro?

Editorial de El Nacional