Anunciada a principios de año, al fin comienza a llegar a todos los usuarios de Office la nueva interfaz basada en Windows 11.

Microsoft Office cambia de aspecto para igualarse con las novedades estéticas de Windows 11. Es solo eso, un cambio estético que no añade nuevas funcionalidades, pero sí algunos cambios de uso.

Se trata de una tradición en Microsoft: cuando cambia de sistema operativo, adapta su software al nuevo diseño, para homogeneizar la estética de todo su catálogo.

La nueva interfaz de Office basada en Windows 11 se anunció a principios de año, y aunque algunos usuarios pudieron probarla en verano, ha sido hoy cuando ha comenzado a llegar a todos los usuarios de las diferentes versiones de Office 365 y del denostado Office 2021.

Este cambio estético se puede activar en Word, Excel, PowerPoint, OneNote y Outlook, pero aún no está disponible en Access, Project, Publisher, o Visio.

Es importante darse cuenta de que aunque la actualización incluye los cambios estéticos estrenados en Windows 11, también llega a los usuarios de Office que usen Windows 10.

Los cambios son abundantes, pero la mayoría de ellos son sutiles.

Ahora las ventanas tienen bordes redondeados, pierden la banda azul en favor del tema por defecto en Windows u Office, cambia la estética de algunos iconos, y alguna otra cosa más.

Uno de los cambios más evidentes es que los colores se adaptan automáticamente al tema de Windows, incluyendo el Modo Oscuro, como podemos ver en la captura anterior.

Otra novedad que hay que conocer es que la Barra de herramientas de acceso rápido ahora ya no está activa por defecto, sino que se oculta en la cinta de menús. Si la quieres usar, tienes que activarla tú manualmente.

Al menos de momento, los usuarios pueden elegir si quieren o no usarla. Con la actualizacion de hoy en el icono de altavoz se ofrece la opción de activar o desactivar la nueva interfaz.

Estos cambios son solo estéticos, y no serán los últimos, ni los más importantes. Microsoft está trabajando en una reestructuración radical de la interfaz de Office, pero aún tardará uno o dos años en llegar.

Fuente: Meridiano

Meta está trabajando en un útil botón que puede salvar a futuras empresas de una crisis de reputación, y así funciona.

 
WhatsApp es la aplicación de mensajería más importante, y con ello cada vez más empresas la están utilizando para hacer llegar sus promociones, mensajes y servicios a su gran conjunto de usuarios y, a veces, por un pequeño error, puede surgir una crisis de reputación social importante.

 
Estos errores vienen en la forma de la publicación de estados con fallos ortográficos o con información que no es del todo exacta, que puede provocar un terremoto informativo, y para ello WhatsApp está trabajando en una nueva característica que permitiría eliminar una actualización de estado en tan solo un segundo.

Y es que ahora cuando publicamos una actualización de estado, si bien las podemos borrar, vamos a requerir de unos cuantos segundos hasta que encontremos la opción correspondiente dentro de los estados, y eso es un riesgo.

Pues bien, ahora con la versión beta de WhatsApp para iOS, en concreto el número 2.21.240.17, después de publicar la actualización de estado, aparecerá un botón de “deshacer” de forma momentánea junto a la publicación de este estado, señalan desde wabetainfo.

 
Si nos hemos equivocado al publicar el estado podemos seleccionar el botón para borrarlo prácticamente de forma instantánea.

 
Se trata de un atajo realmente útil que nos hace ganar esos segundos adicionales para evitar una crisis de reputación.

Si bien todavía los estados de WhatsApp no son tan populares como los de Instagram, Meta ahora mismo está haciendo un gran esfuerzo para incluir futuribles actualizaciones para WhatsApp que cuenten con lo mejor de otras aplicaciones.

Fuente: Globovision

Twitter ha modificado su política sobre información privada para prohibir también la publicación de imágenes o videos privados de otras personas sin su consentimiento, especialmente si dan lugar a acoso o la identificación de las víctimas.

Compartir información privada en Internet sobre una persona sin su consentimiento es una práctica conocida como ‘doxing’, que puede poner en riesgo la seguridad de dicha persona, al identificarla ante un público anónimo, motivando incluso campañas de acoso.

El ‘doxing’ está prohibido en Twitter, como se recoge en la ‘política sobre la información privada’ de la plataforma, y por ella, no se permite publicar datos como número teléfono, correo electrónico, direcciones físicas o documentos de identidad. Tampoco se permite alentar a otros usuarios a hacerlo ni chantajear a la víctima para evitar su publicación.

Este martes, la compañía ha ampliado la prohibición a las imágenes y videos privados de individuos por el «creciente uso indebido» de estos elementos «como herramienta para acosar, intimidar y revelar las identidades de las personas», según informa en su blog oficial.

Desde Twitter reconocen que la publicación de videos o imágenes tiene el potencial de «violar la privacidad de una persona» y de «provocar daños emocionales o físicos». Y apunta a que su efecto puede ser mayor en las mujeres, los activistas, los disidentes y los miembros de comunidades minoritarias.

La compañía procederá a comprobar y eliminar la imagen o el video publicado sin consentimiento cuando bien la persona afectada o un representante autorizado se lo notifique a la plataforma. No obstante, hay una serie de limitaciones, ya que se refiere solo a individuos privados, y no a las personas públicas o a recursos multimedia que puedan tener interés público, como en el caso de personas desaparecidas.

Fuente: El Universal