La demanda mundial de crudo alcanzará en 2022 los 99,5 millones de barriles diarios, por encima de los niveles precovid-19, impulsada por el aumento del precio del gas y del carbón, lo que tendrá consecuencias en los precios, advirtió este jueves la Agencia Internacional de la Energía (AIE).
La escasez de oferta y el alto precio del gas natural y carbón está causado un desvío masivo hacia el petróleo y sus derivados para la generación de electricidad y usos industriales, señala la AIE en su informe mensual sobre el mercado del petróleo.
Este fuerte aumento de la demanda se ha acelerado desde septiembre pasado, impulsado por la recuperación económica global tras la pandemia y las compras de operadores que huyen de los elevados precios del gas y el carbón.
La sólida demanda, unida a la lentitud en la recuperación de la producción de la OPEP+, junto con los efectos del huracán Ida en la producción en EEUU y los parones por mantenimiento en otros productores como Canadá y Noruega, han llevado a los precios más altos del crudo en siete años a comienzos de este mes.
La AIE prevé un fuerte aumento de la producción a partir de este mes octubre, impulsado por la recuperación en EEUU tras Ida, el final de esas operaciones de mantenimiento en otros países y el repunte en la OPEP+, incluso si esta alianza seguirá por debajo de sus niveles habituales de extracción.
El actual pacto de producción de la OPEP+ prevé subir su oferta en 400.000 barriles diarios por mes hasta septiembre de 2022, y el informe que divulgó ayer la organización da a entender que por ahora va a mantener ese compromiso.
Con esas cifras, la AIE calcula hoy que la producción global de crudo alcanzará sus niveles de antes de la pandemia durante la primera mitad de 2022, salvo que haya imprevistos.
El documento de la agencia señala que el incremento de producción de la OPEP+ «no ha cambiado las expectaciones del mercado, por lo que las actuales previsiones de oferta y demanda supondrán una reducción a corto plazo de existencias, al menos hasta fin de año.
Esto va a significar «un fuerte tónico para los precios, que a su vez tensionarán más el mercado petrolero», añade.
La tensión en el suministro del sector petrolero se ha visto agravada por los problemas en el sector del refino en dos grandes consumidores, China e India.
El informe alerta de que los elevados precios de la energía, junto con los problemas en las cadenas globales de suministro, están causando ya una revisión a la baja de las previsiones de crecimiento en el mundo (5,9% este año y 4,7% en 2022).
Ante esta situación, la AIE urge a un aumento de la inversión en energías renovables, «pero esto tiene que ocurrir rápido o los mercados mundiales de la energía afrontarán un camino complicado en el futuro».
Fuente: EFE
Por: Maria Laura Espinoza
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