El doctor Julio Castro, profesor titular del Instituto de Medicina Tropical de la Universidad Central de Venezuela (UCV), aseguró durante un conversatorio en línea con el periodista Andrés Cañizález, que ha sido una “necedad” por parte del Ejecutivo nacional negar el ingreso de la vacuna AstraZeneca al país.
“La administración del Nicolás Maduro decidió, por un tema de política pública, tomar el mecanismo número dos por la necedad de no traer la vacuna AstraZeneca”, indicó el médico Internista e Infectólogo, y agregó al respecto que “no hay ninguna razón científica para no traer esa vacuna”.
Castro dijo que 11 millones de vacunas es algo que “no podemos despreciar en este momento” y, a su entender, regresar el dinero a Venezuela no tiene sentido.
Venezuela se encontraba (hasta mayo de 2021), junto con 140 países más, en el proceso de pagar los 18 millones de dólares de costo al mecanismo COVAX; de ahí en adelante –comentó- se empezaba a pagar dependiendo de la cantidad de vacunas que enviarían.
El pago correspondiente de este mecanismo por parte de Venezuela ha sido ya confirmado por fuentes como el reconocido periodista venezolano Eugenio Martínez, quien se refirió a declaraciones de voceros de la alianza GAVI difundidas por la agencia internacional de noticias Reuters.
La Abdala no es una vacuna
Para Julio Castro, el estado de la anunciada cubana Abdala obedece a la fase tres de investigación de vacunas en Venezuela, hasta tanto no se pase al proceso regulatorio de certificación.
“En Venezuela, hasta el momento la vacuna cubana es un candidato a vacuna”, lo que en opinión del médico especialista quiere decir que las personas que se encuentren en el Centro de Vacunación, y les ofrezcan la vacuna cubana, deben entender que están siendo partícipes de un estudio de investigación.
En junio de este año el Estado venezolano anunció la llegada de los primeros lotes de la Abdala. Oficialmente comunicaron que se recibirían cerca de 12 millones de dosis, pese a que aún no han sido validadas por ninguna agencia reguladora, ni publicada en una revista científica avalada por pares o ha recibido el visto bueno de alguna organización internacional o regional de salud.
Ante este panorama, el especialista indicó que la junta revisora del Instituto Nacional de Higiene es la que tiene la responsabilidad de certificar los datos de vacuna, y explicó como ejemplo que las vacunas de Pfizer, AstraZeneca, Moderna, Sputnik, entre otras, han pasado por estos procesos regulatorios.
En este sentido, el médico infectólogo comentó en el conversatorio en línea organizado por el Observatorio Venezolano de Fake News que “en el caso de Venezuela, el Instituto Nacional de Higiene, la junta revisora tiene históricamente una revisión muy profunda con la que la mayoría de los científicos nos sentimos confiados, aunque recientemente hemos visto con preocupación las últimas aprobaciones”.
No hay que mezclar vacunas
En cuanto a la incertidumbre que se planteó referente a la mezcla de dosis de vacunas diferentes, el doctor Julio Castro fue contundente con su respuesta: “las vacunas tienen mecanismos de producción de anticuerpos diferentes y el administrar una dosis de una y otra vacuna diferente, no tienen un efecto sumatorio; el paciente debe complementar un esquema de vacuna, aunque sea probable que en un año se deba administrar un refuerzo”.
Manifestó que de acuerdo a los estudios científicos la vacuna rusa y la china están diseñadas y probadas para ser utilizadas en un intervalo del tiempo indicado; “ese es el estándar de cuidado mundial”, aseguró.
También afirmó que debido a lo que está sucediendo en todas partes, “las vacunas de segunda dosis se han comprometido en el mundo entero, algunos países decidieron usar el esquema de la segunda dosis extendida, a fin de duplicar la cobertura”.
“Se debe completar el esquema de las dos dosis, pero no hay problema en dilatar el tiempo de espera, siempre y cuando se administren las dosis indicadas”, precisó.
El profesor del IMT de la UCV aclaró que si no se administra la segunda dosis, la robustez de la respuesta se puede ver comprometida, “puede ser que duren menos tiempo los anticuerpos”.
Por último, Castro expresó que “no hay en Venezuela, para la población en general, ninguna prueba que detecte anticuerpos”.
Añadió que las pruebas de laboratorio que hay en el país son de una calidad subóptima, que no deja el estatus en ninguna de las personas contra la COVID-19, ni contra la vacuna, y aclaró que sí hay forma de medir esto, pero que se hace en laboratorios especializados para los estudios de investigación.
Nota de Prensa