El informe basa su conclusión en el control que el príncipe Mohammed bin Salman tiene sobre las agencias de inteligencia sauditas y en la participación de miembros de su equipo de seguridad en la operación para asesinar a Khashoggi.
Un manifestante sostiene un cartel con una foto del periodista saudí Jamal Khashoggi frente al consulado de Arabia Saudita en Estambul, Turquía, el 25 de octubre de 2018. Archivo
Una versión desclasificada de un informe de inteligencia de EE.UU. revela que el príncipe heredero de Arabia Saudita, Mohammed bin Salman, aprobó el asesinato en 2018 del periodista Jamal Khashoggi en Turquía.
El reporte, consultado por la Voz de América, basa su conclusión en el control que Bin Salman ejerce sobre la toma de decisiones en el país y la participación de uno de sus consejeros clave -así como de miembros de su equipo de seguridad- en la operación para asesinar al periodista, cuyas columnas criticaban al príncipe heredero.
«Desde el 2017, ha tenido un control absoluto sobre la seguridad del reino y las agencias de inteligencia, por lo que es altamente improbable que los oficiales saudíes hayan llevado a cabo una operación de esta naturaleza sin la autorización del heredero de la corona», sentencia el resumen del informe hecho público el viernes por la Oficina del Director Nacional de Inteligencia.
Khashoggi, quien vivía en exilio en la capital estadounidense, Washington DC, desde que huyó de su país en el 2007, fue torturado, asesinado y desmembrado en el consulado saudita en Estambul, a donde había ido a hacer un trámite para su futuro casamiento, de acuerdo con un audio hecho público por varios medios en el 2019.
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El anuncio se produce poco después de que se hiciera público un informe de los servicios de inteligencia estadounidenses que señala al príncipe heredero, de Arabia Saudí, Mohamed bin Salmán, por la muerte del periodista Jamal Khashoggi.
El análisis de inteligencia también subraya «el apoyo del príncipe heredero por el uso de medidas violentas para silenciar la oposición en el exterior».
El presidente estadounidense Joe Biden, y el rey Salman de Arabia Saudita, de 85 años, padre del príncipe heredero y gobernante de facto del país por 35 años, hablaron el jueves por teléfono, según ha informado la Casa Blanca. Uno de los temas abordados en la conversación, según han confirmado ambas partes, es la situación de los derechos humanos en el reino, sin entrar en más detalles.
La publicación del informe es parte de la política del presidente demócrata para realinear los lazos con Riad después de años de darle al aliado árabe y principal productor de petróleo un pase sobre su historial de violación derechos humanos y su intervención en la guerra civil de Yemen.
Biden está trabajando para restaurar la relación con Riad en las líneas tradicionales después de cuatro años de vínculos más acogedores durante la presidencia del republicano Donald Trump.
La portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki, dijo a los periodistas el miércoles que Biden solo se comunicaría con el rey saudí. Si bien Biden restringe sus contactos al rey, otros en la administración de Biden están hablando con funcionarios saudíes en varios niveles.
«Hemos estado en contacto con funcionarios saudíes en numerosos niveles en las primeras semanas de esta administración», dijo el portavoz del Departamento de Estado Ned Price.
Khashoggi, de 59 años, periodista saudí y columnista del diarío The Washington Post, fue atraído al consulado saudí en Estambul el 2 de octubre de 2018 y asesinado por un equipo de agentes vinculados al príncipe heredero. Luego desmembraron su cuerpo. Sus restos nunca se han encontrado.
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Riad finalmente admitió que Khashoggi fue asesinado en una operación de extradición «deshonesta» que salió mal, pero negó cualquier participación del príncipe heredero. A cinco hombres condenados a muerte por el asesinato se les conmutó la pena por 20 años de cárcel después de haber sido perdonados por la familia de Khashoggi.
En 2019, la investigadora de derechos humanos de las Naciones Unidas Agnes Callamard acusó a Arabia Saudita de una «ejecución deliberada y premeditada» de Khashoggi y pidió una mayor investigación.
«Hay suficiente evidencia creíble sobre la responsabilidad del príncipe heredero que exige una mayor investigación», dijo Callamard después de la investigación de seis meses.
Una versión clasificada del informe se compartió con miembros del Congreso a fines de 2018.
Pero la administración Trump rechazó las demandas de legisladores y grupos de derechos humanos de publicar una versión desclasificada, buscando preservar la cooperación en medio de crecientes tensiones con el rival regional de Riad, Irán, y promover la venta de armas estadounidenses al reino.
La nueva directora de inteligencia nacional de Biden, Avril Haines, se comprometió en su audiencia de confirmación a cumplir con una disposición en un proyecto de ley de defensa de 2019 que requería que la Oficina del Director de Inteligencia Nacional publicara en un plazo de 30 días un informe desclasificado sobre el asesinato de Khashoggi.
Biden se comprometió durante la campaña presidencial de 2020 a reevaluar los lazos entre Estados Unidos y Arabia Saudita en parte por el asesinato de Khashoggi. Desde que asumió el cargo, puso fin a las ventas de armas ofensivas que Riad podría utilizar en Yemen y nombró a un enviado especial para impulsar los esfuerzos diplomáticos para poner fin a la agotadora guerra civil en ese país.
VOA