El Secretario General de la ONU dice que la comisión debería movilizar a las compañías farmacéuticas y actores clave de la industria y la logística para acelerar la entrega de vacunas en todo el mundo.
Por Margaret Besheer
El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, pronuncia un discurso durante una reunión del Parlamento Federal alemán, Bundestag, en el edificio del Reichstag en Berlín, el 18 de diciembre de 2020.
El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, pidió el miércoles a las economías más grandes del mundo que creen una comisión para planificar y coordinar un plan mundial de vacunación contra el COVID-19.
«El mundo necesita urgentemente un plan de vacunación mundial para reunir a todos aquellos con el poder, la experiencia científica y las capacidades financieras necesarias», dijo António Guterres en una reunión virtual de alto nivel del Consejo de Seguridad de la ONU sobre la distribución mundial de estos fármacos.
«Creo que el G-20 está bien posicionado para establecer una comisión de emergencia para preparar un plan de vacunación mundial de este tipo y coordinar su aplicación y financiamiento», afirmó Guterres.
Agregó que este grupo de trabajo debería incluir a la Organización Mundial de la Salud (OMS), la alianza mundial de vacunas GAVI y a las instituciones financieras internacionales, así como a la alianza internacional de vacunas COVAX, y a todos los países que tienen la capacidad de desarrollar vacunas o producirlas si se dispone de licencias.
Esta iniciativa de la OMS establece que el suministro de vacunas incluirá al menos 1.300 millones de dosis para países de ingresos bajos o medios.
«El grupo de trabajo tendría la capacidad de movilizar a las compañías farmacéuticas y a los actores clave de la industria y la logística», agregó Guterres.
Los líderes del G-7 celebrarán una cumbre virtual este viernes, y Guterres dijo que podrían utilizar esa sesión para generar impulso para movilizar los recursos financieros necesarios.
«La producción de las vacunas COVID-19 está generando esperanzas», señaló, pero advirtió que las personas afectadas por conflictos e inseguridad corren el riesgo de quedarse atrás.
Estados Unidos pagará a la OMS
Por su parte, el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, hizo su debut internacional en la reunión online. Dijo que la administración del presidente Joe Biden trabajará con sus asociados para ampliar la capacidad de fabricación y distribución de vacunas contra el COVID-19 y aumentar el acceso, incluso a las poblaciones marginadas.
También dijo que Washington pagaría más de 200 millones de dólares en obligaciones a la OMS a finales de este mes. Los fondos se congelaron el año pasado durante la Administración Trump, a la que no le gustó cómo la OMS manejó la pandemia del coronavirus.
Biden promete acceso generalizado a vacunas contra COVID-19 para fines de julio
Biden aseguró que la estrategia de su administración es proveer de vacunas a todos los estadounidenses a más tardar en julio de 2021.
«Este es un paso clave para cumplir con nuestras obligaciones financieras como miembro de la OMS», dijo Blinken. «Refleja nuestro renovado compromiso de garantizar que la OMS tenga el apoyo que necesita para liderar la respuesta mundial a la pandemia, incluso mientras trabajamos para reformarla para el futuro».
India: vacunar fuerzas de paz ONU
La India, miembro del Consejo de Seguridad, que es un importante fabricante farmacéutico y que actualmente produce dos vacunas, una de las cuales desarrolló, anunció que contribuiría con 200.000 dosis de vacunas COVID-19 a la división de mantenimiento de la paz de las Naciones Unidas para inocular a sus tropas y a la policía.
Las Naciones Unidas cuentan con unos 95.000 efectivos de mantenimiento de la paz, lo que significa que podrían estar disponibles dos dosis aproximadas para todos ellos.
El Reino Unido preside el Consejo de Seguridad de 15 naciones este mes y organizó la sesión del miércoles, que atrajo a nueve ministros de Relaciones Exteriores y un primer ministro.
El ministro de Relaciones Exteriores británico, Dominic Raab, pidió una resolución del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidos para facilitar las vacunas COVID-19 a millones de personas en zonas de conflicto.
«El alto al fuego local va a ser esencial para permitir que se lleven a cabo vacunas que salvan vidas, y son esenciales para proteger a los valientes trabajadores de la salud y a los trabajadores humanitarios que trabajan en condiciones increíblemente difíciles en las zonas de conflicto», dijo Raab.
El canciller agregó que más de 160 millones de personas corren el riesgo de no recibir vacunas COVID-19 debido a la inestabilidad y los conflictos en lugares como Yemen, Siria, Sudán del Sur y Etiopía.
En julio, después de tres meses de negociaciones, el Consejo adoptó una resolución de apoyo al alto al fuego mundial del secretario general de las Naciones Unidos para ayudar a los esfuerzos internacionales de contención. El miércoles no estaba claro de inmediato si la propuesta británica de un alto al fuego más pequeño contaría con el pleno apoyo del Consejo.
Países europeos contemplan instaurar un «pasaporte de vacunación»
Los defensores de los derechos civiles dicen que se podrían crear dos clases, las de los vacunados y los no vacunados. Hay además una serie de obstáculos tecnológicos que habría que aún superar.
También participó el ministro de Relaciones Exteriores de China. Beijing ha sido objeto de algunas críticas internacionales por su manejo del coronavirus y por la falta de transparencia sobre su origen en la ciudad de Wuhan.
«Tenemos que resistir los prejuicios, respetar la ciencia y rechazar la desinformación e intenta politizar la pandemia», dijo Wang Yi. «A este respecto, los miembros del Consejo de Seguridad deberían predicar con el ejemplo.»
También dijo que China ayudaría a lograr la accesibilidad y la asequibilidad de las vacunas en los países en desarrollo. «A petición de la OMS, China ha decidido previamente donar 10 millones de dosis de vacuna china para ayudar a los países en desarrollo», resaltó.
La ONU dice que los progresos en materia de vacunación han sido extremadamente desiguales e injustos, ya que sólo 10 países han administrado el 75% de todas las vacunas COVID-19, mientras que más de 130 países no han recibido una sola dosis.
VOA