El delantero Thiago Almada, joven promesa de Vélez Sarsfield, y su compañero el defensor Miguel Brizuela fueron imputados por supuesto abuso sexual contra una mujer durante una fiesta clandestina a fines de 2020.
La medida fue dispuesta por una fiscalía especializada en casos de violencia de género del suburbio de San Isidro, al norte de la capital, en la cual la víctima radicó la denuncia.
Según la denunciante, cuya identidad se preserva, fue atacada sexualmente por varias personas durante una fiesta en la casa del futbolista Martín Lucero, también de Vélez. La celebración fue ilegal puesto que había más personas de las diez permitidas por las autoridades locales en medio de la pandemia de coronavirus.
Tras conocerse la imputación, Vélez separó a los futbolistas de su plantel profesional en base al protocolo contra violencia de género que figura en sus estatutos.
“Se ha determinado separar temporalmente a ambos profesionales del primer equipo hasta que se resuelvan sus situaciones judiciales. Los futbolistas contarán con el acompañamiento del departamento de psicología de la institución”, dijo la entidad.
“El club se pone a disposición de la víctima y la justicia”, concluyó.
Almada, de 19 años, es la última aparición destacada de las divisiones inferiores de Vélez. Surgió de Fuerte Apache, la barriada pobre donde nació Carlos Tevez. Por su desenfado, el jugador de Vélez es comparado con el capitán de Boca Juniors en sus inicios.
Por el caso de violación está prófugo el entrenador Juan José Acuña Delbene, también acusado de abuso sexual.
El código penal argentino establece penas de 6 a 15 años de prisión para los culpables del delito de abuso sexual con acceso carnal.
Fuente: Meridiano
Por: Maria Laura Espinoza
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