Entre la adolescencia y la edad adulta atravesamos numerosos cambios que cambian nuestra vida por completo. Desde las decisiones que tomamos en el trabajo hasta nuestras relaciones familiares o sentimentales. Se suele decir que evolucionamos como personas y, poco a poco, vamos encontrando nuestro lugar en el mundo. Sin embargo, ¿qué ocurre con nuestra personalidad a medida que envejecemos?
 
 

¿Qué es la personalidad?

La personalidad es el patrón de pensamientos, sentimientos y comportamientos o de una persona. Algunos creen que la personalidad es fija y que, por tanto, esta no puede variar a lo largo de los años. Sin embargo, según los psicólogos la personalidad siempre está en continuo desarrollo, aunque los cambios no suelen notarse a corto plazo ya que esta se mantiene estable en periodos cortos de tiempo.

Como concluye un estudio publicado en la revista Psychological Bulletin, cada persona nace con un carácter o temperamento único. Por lo que, si un niño es tranquilo, tímido o extrovertido, cuando crezca este rasgo se corresponderá con su personalidad adulta. Asimismo, los investigadores concluyeron que los niveles individuales de cada rasgo de la personalidad se mantienen estables dentro de cada década de vida.

Otro estudio publicado en la revista Child Development analizó la personalidad de niños con edades comprendidas desde los tres hasta los 18 años. Los científicos concluyeron que los menores que eran más tímidos o introvertidos tendían a convertirse en adolescentes más infelices. No obstante, también descubrieron que la personalidad va cambiando de manera sutil a lo largo de los años. No suele notarse en cinco o diez años, pero a largo plazo estas modificaciones son más perceptibles.

Principio de madurez

En definitiva, analizando diferentes investigaciones dentro del campo de la psicología, podría decirse que nuestra personalidad mejora con el paso de los años. Los psicólogos llaman a este fenómeno ‘el principio de madurez’ pues las personas se vuelven más extrovertidas, agradables y emocionalmente estables. Además, a largo plazo estos cambios suelen ser pronunciados.

Algunas personas pueden cambiar menos que otras, pero en general el principio de madurez se aplica a todas las personas. Esto hace que el cambio de personalidad sea más difícil de reconocer en nosotros mismos, pues las personas de nuestro entorno (amigos, familiares o compañeros) están cambiando al mismo tiempo que nosotros.

Fuente: Muy Interesante
Por: Maria Laura Espinoza
Twitter: @i_am_LauEz14

Teñirse el pelo es algo de lo más habitual, sobre todo en adolescentes que quieren realizarse un cambio de estilo o en mujeres (y cada vez más hombres) que quieren cubrir sus canas. Y, aunque es algo que se lleva haciendo durante años, nunca nos hemos parado a pensar si teñirse es realmente saludable o si afecta al estado de nuestro cabello.
 

Relación con el cáncer

Hace varias décadas se descubrió que algunos tintes para el cabello (los antiguos, no los que encontramos actualmente) contenían carcinógenos. Así, en la década de los 70, los científicos encontraron que varios productos químicos presentes en el tinte para el cabello (como la toluendiamina) aumentaban el riesgo de cáncer en los animales de laboratorio.

Los fabricantes eliminaron este componente de sus productos, aunque hoy en día la relación entre determinados componentes de los tintes y el cáncer es más complicada de determinar.

Alergia a los ingredientes del tinte

Otro de los grandes problemas del tinte para el cabello es que algunas personas son alérgicas a sus ingredientes. La mayoría de las personas que sufren una reacción al tinte son alérgicas a la parafenilendiamina, un químico bastante presente en los tintes más oscuros para el cabello. Así, las personas alérgicas a este químico pueden experimentar picazón, enrojecimiento de la piel, eccema o incluso urticaria, tal y como concluye un estudio publicado en Annals of Dermatology.

Por este motivo, cuando uses tinte para el cabello por primera vez o cuando cambies de marca, deberías realizar primero una prueba colocando un poco de tinte detrás de la oreja. Si tras 48 horas no has desarrollado ninguna reacción alérgica, puedes aplicártelo con normalidad.

Irritación de la piel

El tinte para el cabello también puede irritar la piel si no se aplica correctamente. Por ello, es fundamental protegerse las manos con guantes mientras lo echas. Además, los tintes permanentes y semipermanentes pueden causar quemaduras químicas en el cuero cabelludo si se deja por un tiempo prolongado, por lo que no deberás excederte.

Igualmente, no deberías teñirte las cejas, ya que son demasiado finas y podrían dañarse o incluso caerse si abusas de los químicos.

Fuente: Muy Interesante
Por: Maria Laura Espinoza
Twitter: @i_am_LauEz14

Todos nos lesionamos de vez en cuando. Desde una simple picadura hasta un accidente de tráfico, los sanitarios que trabajan en los hospitales y centros de salud han visto prácticamente de todo. Sin embargo, algunas lesiones son más frecuentes que otras. ¿Sabes cuáles son las lesiones más comunes y cómo solemos herirnos?
 
 

Según el Sistema Nacional de Vigilancia Electrónica de Lesiones (NEISS por sus siglas en inglés), la caída por las escaleras es la lesión más común. Las lesiones relacionadas con las escaleras suponen un riesgo importante para las personas mayores, ya que suelen caerse con más frecuencia debido a su deterioro cognitivo y la pérdida de su forma física.

Los niños pequeños y los bebés también son propensos a caerse y lesionarse por las escaleras mientras aprenden a caminar, tal y como refleja un estudio publicado en el International Journal of Developmental Neuroscience. Según la investigación, las escaleras es el principal motivo por el que los niños se caen, seguido de la cama y el carrito.

Diferentes lesiones en función de la edad

Las lesiones pueden variar en función de los grupos de edad. Los niños de cinco años en adelante suelen lastimarse jugando en los parques infantiles, las piscinas o los trampolines, tal y como concluye el estudio. De hecho, en los niños de cinco años estas lesiones son más habituales incluso que aquellas relacionadas con las escaleras, mientras que los menores con edades comprendidas entre los cinco y los catorce años suelen tener más accidentes con la bicicleta.

Igualmente, según un estudio publicado en BMC Public Health, todos los años una gran cantidad de adolescentes y jóvenes (con edades comprendidas entre los 15 y los 24 años) se lesionan practicando deporte. El baloncesto y el fútbol son los deportes que causan más lesiones en este grupo de edad, mientras que la mayoría de los adultos suelen lesionarse haciendo ejercicio.

No obstante, que se produzcan más lesiones en un grupo de edad determinado no quiere decir que debamos dejar de hacer ejercicio o practicar deporte, pues la actividad física es muy beneficiosa para la salud. Además, podemos lesionarnos paseando en bicicleta o desarrollando cualquier actividad cotidiana. Por lo tanto, solo debemos tener en cuenta que existe un riesgo asociado a la hora de hacer deporte.

Fuente: Muy Interesante
Por: Maria Laura Espinoza
Twitter: @i_am_LauEz14

Si convives con un gato (especialmente si es un cachorro al que le están creciendo los dientes) sabrás que muerden todo lo que encuentran a su alrededor y que sienten una especial devoción por los cables. Y, aunque incluso puede resultarnos tierno al principio, esto supone un gran riesgo para tu mascota. Tu amigo peludo podría sufrir una destaca eléctrica o asfixiarse, por lo que deberías tomar medidas para evitarlo. ¡Mucho cuidado!

Averigua dónde están los peligros

Todos los cables eléctricos que se encuentren al nivel de tu gato son un peligro potencial, al igual que los aparatos eléctricos que tu minino puede alcanzar. Por ello, deberías tener mucho cuidado con los cables de los electrodomésticos, los cables de los equipos de informáticos o aquellos cables que se utilizan temporalmente (como el de las luces del árbol de Navidad). También deberías vigilar las zonas a las que tú no llegas pero tu gatito sí, como detrás de la nevera, el congelador o el televisor.

Intenta ocultar los cables

Si puedes, cambia los muebles de sitio para ocultar los cables que cuelgan o que tienden a moverse. Recuerda que los gatos pueden colarse por espacios muy pequeños y mover objetos que no están bien sujetos, por lo que es mejor que ocultes la mayoría de los cables. Ordena todos tus dispositivos electrónicos y guarda aquellos que no necesitas en un lugar seguro.

Asimismo, deberías guardar los cargadores en cajas o cajones, ya que estos cables suelen ser muy atractivos para los gatos.

Distrae a tu gato con juguetes o hierba gatera

Es posible que tu gato muerda los cables porque está aburrido o quiere jugar. Por ello, deberías distraer a tu gato con juguetes de goma que pueda masticar o cajas de cartón.  También podrías regalarle a tu mascota juguetes nuevos con los que entretenerse, aunque deberás evitar aquellos que presentan cuerdas o hilos para que no los asocie con los cables.

Otra opción es la hierba gatera, ya que muchos gatos sienten la necesitad de masticar hierba. Sin la hierba, lo más parecido son las cuerdas, cables o alambres. La hierba gatera puede encontrarse en las tiendas de mascotas y en las plataformas online. Además, comprando semillas de avena y trigo puedes cultivarla tú mismo en una maceta. ¡Seguro que tu gato acudirá a la hierba y se olvidará de los cables!

Fuente: Muy Interesante
Por: Maria Laura Espinoza
Twitter: @i_am_LauEz14

En los primeros días de confinamiento debido a la COVID-19, el papel higiénico se convirtió en el producto más vendido y difícil de conseguir. Sin embargo, a pesar de que el papel higiénico existe en el mundo occidental desde el siglo XVI d.C. y en China desde el siglo II a.C., millones de personas en el mundo siguen sin utilizarlo hoy en día. Además, en épocas pasadas el papel higiénico era incluso más escaso que durante la pandemia. Entonces, ¿qué utilizaba la gente para limpiarse antes de que se popularizara el papel?
 
 

A lo largo de la historia las personas han utilizado prácticamente de todo. Desde sus propias manos (por insólito que pueda parecernos) hasta nieve o mazorcas de maíz. Uno de los materiales más antiguos de los que existe registro son los ‘palos de higiene’. Estos palos de madera o bambú envueltos en tela se remontan a China hace 2 000 años, según un estudio publicado en la revista Journal of Archaeological Science.

Periodo grecorromano

Asimismo, durante el periodo grecorromano, los griegos y romanos solían emplear el tersorio, un objeto de uso comunitario que tenía una esponja en uno de los extremos. No obstante, algunos investigadores sostienen que este objeto no se utilizaba para limpiar las nalgas de las personas, sino que servía para adecentar los baños. La gente limpiaba el tersorio sumergiéndolo en un cubo de agua con sal y vinagre.

Además, los griegos también utilizaban unas piezas de cerámica denominadas óstracas. Escribían los nombres de todos sus enemigos en las piezas y, posteriormente, las empleaban para limpiar sus heces.

Japón durante el siglo VIII

Durante el siglo VIII, en Japón se utilizaba un palo de madera denominada chuugi para limpiarse tanto el interior como el exterior del ano. Y, aunque los palos se han empleado a lo largo de la historia para limpiarse las nalgas, los pueblos antiguos también utilizaban otros materiales como agua, hierba, hojas, pieles de animales o conchas marinas.

Por otro lado, en la Edad Media también se empleaba musgo, heno, paja o juncia (planta herbácea de la familia de las ciperáceas). No obstante, el papel higiénico sigue sin ser universal en la actualidad, pues en muchos países orientales prefieren utilizar agua y jabón.

Fuente: Muy Interesante
Por: Maria Laura Espinoza
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