Investigadores han sido capaces de fabricar una especie de vendaje inteligente que es capaz de detectar las infecciones antes de que sea demasiado tarde.

 

Todos sabemos que los vendajes o tiritas son realmente necesarios cuando tenemos algún tipo de herida, para que no se infecte y se recupere lo antes posible, pero los vendajes incrustados con nanotubos de carbono podrían ser capaces también de rastrear infecciones en tiempo real, para atajarlas antes de que sea tarde.

 


Ahora investigadores han sido capaces de añadir nanosensores incrustados en las fibras de un vendaje para detectar y monitorear una infección que ocurre dentro de una herida, según se desprende de un reciente estudio publicado en la revista Advanced Functional Materials.

 

En la publicación relativa a este descubrimiento, el profesor asistente Daniel Roxbury de la Universidad de Rhode Island (URI) ha señalado que “los nanotubos de carbono de pared simple dentro del vendaje podrán identificar una infección en la herida al detectar concentraciones de peróxido de hidrógeno».

 


A lo que añade que “las microfibras que encapsulan los nanotubos de carbono cumplen ambas tareas. Los nanotubos no se filtran del material, pero siguen siendo sensibles al peróxido de hidrógeno dentro de las heridas.”

 

Según parece, una especie de dispositivo portátil controlaría el vendaje inteligente y de forma inalámbrica a través de un enlace óptico y detectaría las señales de los nanotubos de carbono que están incrustados en el vendaje, para después enviar esta señal a un teléfono inteligente que sería capaz de enviar alertas automáticas a los pacientes o a los médicos.

 

“La esperanza es que el dispositivo diagnostique una infección en una etapa temprana, requiriendo menos antibióticos y previniendo medidas drásticas, como la amputación de una extremidad. Creemos que esto será particularmente útil en las personas con diabetes, donde el tratamiento de las heridas crónicas es una rutina”, añade Daniel Roxbury.

 


También participaron en esta investigación el ex estudiante de posgrado de URI Mohammad Moein Safaee y el actual estudiante de doctorado Mitchell Gravely. De hecho, Safaee afirma que “diseñamos y optimizamos un proceso de microfabricación para colocar con precisión nanosensores dentro de las fibras individuales de un textil. Utilizamos microscopios de vanguardia para estudiar la estructura de los materiales que producimos. También utilicé un espectrómetro de infrarrojo cercano construido en casa para optimizar las características ópticas de los textiles».

 


Pero todavía queda mucho trabajo por hacer, porque la siguiente etapa para este proyecto va a verificar la función de estos vendajes en una placa de Petri mezclados con células cultivadas vivas que normalmente se encuentran en las heridas. Estas células que usaremos se conocen como fibroblastos y macrófagos (glóbulos blancos) que producen peróxido de hidrógeno en presencia de bacterias patógenas», dijo Roxbury.