La administración de Nicolás Maduro, si bien ha visto mermado su apoyo popular en 2 millones de votos desde el 2018, ha sabido aprovechar la actual fractura que experimenta la oposición para retomar el control de la Asamblea Nacional, con menos capacidad de convocatoria, ante un electorado que ha perdido la confianza en el poder de cambio y transformación social del voto.

Así, al contar Maduro con un Parlamento a su favor, abriría el camino al poder legislativo para llevar a cabo las reformas legislativas necesarias para el proceso de privatización planteado por su propio Gobierno.

Sin embargo, el control del Poder Legislativo está plagado de desafíos, dado los diversos pronunciamientos a escala internacional sobre el desconocimiento de la legitimidad de los resultados de estos comicios y por tanto de cualquier acción que este implemente a futuro.

De esta forma, desde Torino Economics, se prevé para 2021 una profundización de su crisis política, en medio del desconocimiento por más de 50 naciones del proceso electoral llevado a cabo este domingo, mientras la oposición plantea mantener una estructura interina dirigida por Juan Guiadó luego del 5 de enero de 2021.

A su vez, Guaidó ha reiterado su llamado a participar en una consulta popular, una herramienta que propuso como respuesta a las parlamentarias. Dicha consulta se celebrará entre el 7 y el 12 de diciembre como una medida de ampliar el margen de acción de la oposición.

Sin embargo, la perdida de conexión con la población, por la ausencia de resultados concretos en el último año, no hace fácil vislumbrar cuáles serán los resultados de esta consulta popular o al llamado de protestas dentro del país.

Así, las perspectivas para Venezuela para 2021, pese a plantearse una desaceleración del deterioro económico, en la cual esperamos una caída del Producto Interno Bruto (PIB) del 7%, casi un tercio de la caída esperada para 2020 de un 24,7%, así como una desaceleración de la inflación anual de 2.222,7% en el 2020 a 1.410,4% en el 2021.

Torino Economics considera que son bajas las posibilidades de una resolución de la crisis política, incrementando aún más la incertidumbre al planteamiento de medidas que abran paso a soluciones sociales y económicas que son altamente requeridas.

Fuente: Banca y Negocios
Por: María Laura Espinoza
En Twitter: @i_am_LauEz14

Rodrigo Cabezas, economista y profesor universitario, puntualizó que la dolarización de la economía venezolana es imposible, debido a que se deben modificar ciertos principios para que pueda ser un hecho formal en el país.

Cabezas precisó esto luego de las declaraciones del mandatario Nicolás Maduro sobre la posible dolarización de la economía. Además señaló que la tendencia para el 2021 es que Venezuela continuará en hiperinflación por el deterioro económico, político y la ausencia de medidas eficientes por parte del gobierno.

El profesor universitario aseguró, en entrevista con Fedecámaras Radio, que como la hiperinflación va a continuar en el país por la imposibilidad que tiene el gobierno de detenerla, la población venezolana protegerá su economía refugiándose en una moneda fuerte, es decir, el dólar.

En este sentido, manifestó que si el Banco Central de Venezuela emitiera dinero de mayor denominación se podría enfrentar la hiperinflación.

«El efectivo en Venezuela en este momento está en 2% del total de la masa monetaria. Cuando debería estar no menos de un 12% es por ello que casi no se encuentra efectivo en las calles venezolanas».

Según Cabezas, para hacer una dolarización formal en el país es necesario:

– Modificar la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, la cual establece que la unidad monetaria de la nación es el bolívar.

– Llegar a un acuerdo con el Departamento del Tesoro de los Estados Unidos y la Reserva Federal norteamericana.

– Obtener la autorización del estado norteamericano para la utilización de la moneda dólar.

– El país necesita tener una fortaleza muy importante en materia de reservas internacionales que permita sostener el cambio de la unidad monetaria de bolívares a dólares.

– Dolarización financiera –
El economista Rodrigo Cabezas precisó que, así como existen casas de cambio en los demás países, Venezuela no está exento de ello, por lo que el Estado podría permitir que los bancos nacionales vendan dólares a cualquier venezolano sin ningún tipo de trabas legales.

«Sería una medida administrativa que aliviaría posiblemente, al sector bancario. Lo ayudaría a tener alguna ganancia al cobrar en la intermediación de sus intereses, pero no resolvería absolutamente nada en temas de recesión, hiperinflación y del deterioro operacional de PDVSA; es decir, los grandes desequilibrios macroeconómicos que tiene la economía venezolana no resolverían nada».

Por otra parte, quienes se podrán ver beneficiados por la medida sería un 5% de la población, que tiene la posibilidad de tener ahorros en dólares.

«Dudo de que los grandes capitales se arriesguen a colocar recursos en dólares en la banca cuando saben que hay una crisis económica con un Estado intervencionista y que además hay un aislamiento económico financiero por razones de las sanciones económicas».

Fuente: Banca y Negocios
Por: María Laura Espinoza
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El precio del dólar en las mesas cambiarias de la banca registró una baja de 0,13% o 1.380,33 bolívares en términos absolutos este miércoles 09 de diciembre y se ubicó en 1.079.923,21 bolívares por unidad.

Los precios para la compra oscilaron entre 1.042.545,51 bolívares del Banco Venezolano de Crédito y 1.088.188,96 del Banco Nacional de Crédito (BNC).

Entretanto, las cotizaciones para la venta se movieron entre 1.078.399,04 bolívares, ofrecido por BanCaribe, y un máximo de 1.129.821,43 bolívares del BBVA Provincial.

En comparación con el cierre del dólar paralelo, el precio de las mesas cambiarias quedó en 11.416,62 bolívares por debajo del promedio general del mercado informal, que registró un incremento de 1,48%.

Fuente: Banca y Negocios
Por: María Laura Espinoza
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La hiperinflación no deja en paz ni a una de las costumbres navideñas más importantes para los venezolanos. La tradición de preparar las hallacas -una masa amarilla envuelta en hojas de plátano, rellena con guiso y algunos vegetales, dependiendo de cada familia- se ha vuelto una proeza en medio de la peor crisis económica que ha atravesado el país.

Deleitarse con una hallaca, pan de jamón, ensalada de gallina o un dulce de lechosa implica pagar una fortuna para un trabajador que devenga un salario mínimo inferior a 2 dólares mensuales, mientras que la dolarización transaccional de la economía ha obligado a comerciantes a fijar sus precios en dólares para protegerse de la voraz devaluación de la moneda nacional.

De acuerdo con cifras de la Comisión de Finanzas del Asamblea Nacional, el índice de inflación en noviembre ascendió a 65% y la acumulada en el año se ubicó en 3.045,92%. En el caso de los alimentos y bebidas no alcohólicas, el alza fue de 44,4%.

En un recorrido realizado por Banca y Negocios en mercados populares del centro de Caracas se pudo constatar que desde la primera quincena de noviembre al 5 de diciembre los productos necesarios para preparar la cena navideña registraron aumentos de hasta 100%.

Un kilo de harina de maíz costaba el 15 de noviembre 670.000 bolívares, mientras que el 5 de diciembre su precio alcanzó los Bs.1.330.000.

El kilo de carne de res pasó de costar 2.400.000 bolívares a ubicarse en Bs.4.100.000.

La carne de cerdo se encontraba en noviembre en 3.300.000 bolívares, mientras que para los primeros cinco días de diciembre alcanzó los Bs.5.400.000.

La cebolla pasó de costar 800.000 bolívares a Bs.1.800.000 por kilo y el pimentón aumentó de 1.200.000 bolívares a Bs.2.000.000 por kilo.

Las aceitunas, pasas y alcaparras representan un auténtico lujo en estas navidades. El kilo de aceitunas rellenas costó en noviembre 3.800.000 bolívares y aumentó a Bs.6.400.000 durante los primeros cinco días de diciembre. Las pasas, por su parte, pasaron de 3.200.000 bolívares a Bs.4.400.000 el kilo y el kilo de alcaparras pasó de Bs.2.800.000 a 4.000.000 bolívares.

En los mercados populares de Caracas el perejil se conseguía a 2.000.000 bolívares y pasó a costar Bs.3.000.000, en tanto, el cilantro subió de 1.600.000 bolívares a Bs.3.000.000.

El ají dulce pasó de 600.000 bolívares a Bs.1.000.000, mientras que el onoto fue el único artículo que mantuvo su precio en Bs.4.000.000.

El litro de aceite vegetal pasó de costar 1.227.000 bolívares a Bs.2.990.000.

Finalmente, las hojas de plátano, uno de los productos más económicos en este caso, pasó de 250.000 bolívares a Bs.500.000 por kilo. Sin embargo, el paquete de hojas para 50 hallacas puede ubicarse entre 1.400.000 bolívares y Bs.2.500.000.

En resumen, se necesitan, como mínimo, 51.000.000 bolívares para preparar al menos 50 hallacas, o alrededor de 50 dólares.

El monto en divisas no dista mucho de lo calculado el año pasado, cuando Banca y Negocios, luego de un recorrido por mercados de la ciudad capital, estimó como presupuesto mínimo entre 40 y 50 dólares para preparar 50 unidades de este plato típico navideño, cuando ya casi la totalidad de los precios de estos productos estaban dolarizados.

Sin embargo, el monto en moneda nacional para entonces se ubicaba entre 700.000 y 900.000 bolívares, lo que implica que los precios registraron un incremento aproximado de 6.150% en un año.

La ensalada de gallina es otro de los platos que la familia venezolana acostumbra a servir en su mesa. Para su preparación, los ingredientes principales son la pechuga de pollo, que se consigue a 2.780.000 bolívares por kilo, la zanahoria, que cuesta Bs.700.000/kilo, la papa, que tiene un costo de Bs.700.000 y la mayonesa, que puede variar entre Bs.1.800.000 y 2.500.000 bolívares dependiendo de la marca y el tamaño. Algunos optan por agregarle trozos de manzana, la cual tiene un costo de 800.000 bolívares por unidad.

El pan de jamón, también indispensable en el plato navideño, también refleja el alto índice de inflación. Actualmente, el precio oscila entre 10 y 15 dólares por unidad, que se traducen en más de 10 millones de bolívares.

Comerciantes consultados en mercados de Caracas coinciden en que las ventas este año han disminuido considerablemente. Algunos calculan entre un 20% y 40% de caída en su facturación. No obstante, algunos trabajadores consideran que han vendido más de lo que esperaban, teniendo en cuenta la emergencia sanitaria por la pandemia, que los mantenía con muy pocas expectativas.

Para los mismos comerciantes, el factor de la dolarización transaccional y el alza de la divisa estadounidense ha sido uno de los más difíciles con los que han tenido que lidiar.

Antonio, un trabajador del Mercado de Quinta Crespo, asegura que las ganancias que le han quedado las ha gastado al reponer los productos, debido a que entre el día que reciben el pago en bolívares y el día en que deben reponer su mercancía, el dólar sube y la moneda nacional se devalúa.

Es esta la situación que ha obligado a muchos comerciantes a querer protegerse de la devaluación, fijando un precio en dólares y un costo superior si el pago se hace en bolívares.

En cuanto a los consumidores, hay de todo. Pese a la grave disminución del poder de compra, muchos han hecho enormes esfuerzos por ir comprando poco a poco los ingredientes desde hace varios meses para intentar ganarle a la inflación. Otros, eligen comprar menos cantidades que en años anteriores y, lamentablemente, otros tantos ya no podrán seguir disfrutando de esta tradición.

Fuente: Banca y Negocios
Por: María Laura Espinoza
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La prioridad de la administración de Petróleos de Venezuela es recuperar tanto como sea posible el parque refinador, y este miércoles 9 de diciembre, se dio otro paso con ese objetivo al reiniciar el procesamiento de crudo en la refinería de Puerto La Cruz, con capacidad de 187.000 barriles por día (bpd), dijeron esta semana tres fuentes familiarizadas con el asunto a la agencia Reuters.

La reanudación de operaciones de una de las unidades de destilación de la refinería, que prepara el crudo para su posterior refinación en combustibles, se produce cuando la Venezuela sufre de escasez de gasolina por el declive de su red nacional de refinación, de 1,3 millones de bpd, tras años de bajas inversiones y falta de mantenimiento.

Las sanciones, destinadas a presionar la salida del cargo del presidente venezolano Nicolás Maduro, también han complicado las importaciones de gasolina.

La unidad de destilación que reanudó operaciones en Puerto La Cruz, en la costa nororiental del Caribe venezolano, estaba procesando unos 57.000 bpd de crudo, dijeron dos de las personas.

No se esperaba que la producción de gasolina en la unidad de craqueo catalítico fluido (FCC, por su sigla en inglés) comenzara hasta dentro de varias semanas, dijeron las personas, que hablaron bajo condición de anonimato.

La unidad FCC de la refinería ha estado fuera de servicio desde 2017, mientras que otras unidades clave de la planta han estado fuera de servicio desde principios de 2019, según un documento interno de Pdvsa visto por Reuters.

La única planta que actualmente produce gasolina es la refinería Cardón, de 310.000 bpd y ubicada en el oeste de Venezuela.

La refinería El Palito, de 146.000 bpd y en el centro de Venezuela, permanece fuera de servicio, por una avería todavía no resuelta.

Fuente: Banca y Negocios
Por: María Laura Espinoza
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