El secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo, y el canciller brasileño, Ernesto Araújo, coincidieron este viernes en que Venezuela verá «la caída del régimen» de Nicolás Maduro, aunque no se arriesgaron a predecir cuándo.
«La pregunta de cuándo se irá Maduro sólo se puede responder el día que se vaya», dijo Pompeo en una rueda de prensa junto a Araújo en la ciudad de Boa Vista, capital del estado brasileño de Roraima, fronterizo con Venezuela y al que en los últimos dos años llegaron unos 200.000 venezolanos que huyeron de la crisis en su país.
«Nadie puede predecir cuándo será ese día, pero llegará el día», agregó el jefe de la diplomacia del Gobierno de Donald Trump con la aprobación del canciller brasileño, quien insistió en tildar al Gobierno venezolano de «tiránico», «dictatorial» y «criminal».
Pompeo dijo haberse emocionado en una visita que hizo junto a Araújo a un centro de acogida de venezolanos en Boa Vista, a donde llegó en el marco de una gira que le llevó antes a Surinam y Guayana y que seguirá en Bogotá, hacia donde viajó tras la rueda de prensa.
«Son personas que quieren lo que todos los seres humanos quieren: dignidad. Quieren una Venezuela democrática, pacífica y soberana a la que llamar hogar, donde ellos y sus hijos tengan trabajo y puedan vivir con esa dignidad», declaró el funcionario estadounidense.
Pompeo explicó que el Gobierno de Trump se dispone a aumentar la ayuda que otorga para la atención a los países que han acogido a los millones de venezolanos que han salido de su país y calculó que será elevada en unos 348 millones de dólares, para llegar a un total de casi 1.000 millones de dólares desde que comenzó a distribuirse.
Según Araújo, EEUU y Brasil comparten el mismo ideal de «democracia y libertad» y se proponen seguir cooperando en la «lucha por esos valores» en la «nueva globalización» que, en su opinión, se dará una vez que el mundo supere la pandemia de coronavirus.
La gira del secretario de Estado coincide con la divulgación de un duro informe de una misión especial de la ONU sobre violaciones de derechos humanos en Venezuela, que según el Gobierno brasileño, «contribuye en mucho para responsabilizar al régimen dictatorial de Nicolás Maduro, que continúa sofocando a la democracia».
El informe fue presentado este miércoles en Ginebra y denuncia graves violaciones de los derechos humanos «altamente» coordinadas «conforme a políticas de Estado y como parte de un tipo de conducta generalizada y sistemática, por lo cual llegan a ser crímenes contra la humanidad».
Ese informe fue citado por ambos ministros, aunque Araújo fue mucho más contundente y aseguró que «muestra la tragedia del pueblo venezolano» y es «una prueba de que Maduro ha cometido crímenes de lesa humanidad» y dirige «un régimen autoritario y terrible».
Aún cuando coincidieron en que Maduro «debe irse», un objetivo por el que Brasil y Estados Unidos trabajan desde hace años sin mucho éxito, Pompeo y Araújo también reiteraron que los propios venezolanos deberán encontrar una salida para esa situación.
«Tenemos certeza de que los venezolanos sabrán encontrar esos caminos hacia la libertad, pero la comunidad internacional deberá ayudarlos» y seguir «trabajando en las cuestiones humanitarias», dijo el canciller brasileño.
Asimismo, y pese a las rencillas desatadas durante las últimas semanas en el seno de la oposición venezolana, que ha ahondado sus divisiones, ambos ratificaron el reconocimiento de Estados Unidos y Brasil del líder opositor Juan Guaidó como presidente «legítimo» de Venezuela.
«Apoyar a Juan Guaidó no es solamente apoyar a un joven líder valiente, sino también apoyar al derecho constitucional contra la fuerza. El régimen tiene las armas y cualquier persona del mundo que defienda un proyecto democrático frente a la fuerza bruta siempre merecerá apoyo», declaró Araújo.
EFE