El mandatario estadounidense anunció la cancelación de la convención en Jacksonville, Florida, porque su obligación, dijo, es «proteger al pueblo estadounidense».
El presidente Donald Trump se dirige a los periodistas durante una comparecencia celebrada la Casa Blanca.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció este jueves que ha decidido cancelar el evento de la convención republicana en Jacksonville, Florida, que debía celebrarse entre los días 24 y 27 de agosto y en la cual estaba previsto que su partido confirmara su candidatura a la reelección.
«El momento para este evento no es bueno, con lo que ha pasado recientemente -el repunte en Florida-. No es el momento de celebrar una gran convención», declaró el presidente durante una rueda de prensa celebrada en la Casa Blanca.
El mandatario argumentó que su deber es proteger al pueblo estadounidense. «Eso es lo que siempre he hecho, eso es lo que siempre haré», agregó.
«Le dije a mi equipo, es hora de cancelar el componente en Jacksonville, Florida, de la convención del Partido Republicano. La convención comenzará en Carolina del Norte el lunes (24 de agosto), ese siempre fue el plan, nunca se canceló», detalló el mandatario.
El presidente detalló que los delegados del partido viajarán a la localidad Charlotte, donde estaba previsto inicialmente que se celebrara toda la convención, y aseguró que dará un discurso de aceptación de la nominación, aunque será «de una manera diferente».
Los delegados republicanos aún se reunirían en Charlotte, Carolina del Norte, el lugar original de la convención, en la semana que comienza el 24 de agosto, dijo Trump.
Agregó que aún pronunciaría un discurso en la convención, pero «en una forma diferente» y dijo que había planes para las llamadas «teletrallies» (eventos telemáticos) durante la semana.
Paradójicamente fue el propio Trump quien instó al partido a trasladar el grueso de la convención a Florida, ante la negativa de las autoridades de Carolina del Norte a permitir que los asistentes al evento pudieran obviar las dos principales recomendaciones de las autoridades sanitarias para evitar contagios: usar mascarilla y mantener las distancias.
Trump criticó entonces, vía Twitter, al gobernador de dicho estado, el demócrata Roy Cooper, al que acusó de estar «todavía en modo buscar refugio» por no permitir que los seguidores del mandatario ocuparan el pabellón donde debía celebrarse el evento.
«Cuando tomamos la decisión la situación no era tan candente, estaba limpia», dijo Trump este jueves en referencia a las bajas tasas de contagios que se registraban en Florida a mediados de junio, cuando se anunció el traslado del evento. «Y de repente pasó rápidamente; pasa rápidamente y se desvanece rápidamente», aseguró.
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El Ejecutivo subraya que las directrices de las autoridades sanitarias estadounidenses, como el uso de mascarillas o el distanciamiento social, son «recomendaciones» y no «requisitos».
La decisión, no obstante, ha coincidido con la publicación este mismo jueves de una encuesta elaborada por Quinnipiac que muestra que un 62% de los habitantes de Florida consideran que no sería seguro celebrar la convención.
Las autoridades de Jacksonville celebraron la iniciativa del mandatario, a quien agradecieron su decisión.
«Apreciamos que el presidente Donald Trump tenga en consideración nuestras preocupaciones al tomar esta decisión increíblemente difícil. Como siempre, en Jacksonville, la salud pública es nuestra prioridad número uno», apuntaron las autoridades locales en un comunicado divulgado a través de las redes sociales.
Estados Unidos superó este jueves la barrera de los cuatro millones de contagios, con 4.007.859 casos confirmados, para ser exactos, y registra 143.967 muertes debido a la COVID-19, según los últimos datos de la universidad Johns Hopkins.
Reapertura de las escuelas
Después de reconocer el miércoles que es una decisión que depende de cada estado, Trump volvió a insistir el jueves en la necesidad de reabrir las escuelas lo antes posible y sostuvo que, en caso de que se mantengan las clases en línea, los fondos federales deberían «seguir a los estudiantes».
«Afortunadamente los datos muestran que el virus chino representa un riesgo sustancialmente más bajo para los niños. Cuando un niño se contagia los síntomas son muy suaves o inexistentes. Las complicaciones médicas son extremadamente raras», sostuvo.
En cualquier caso, el mandatario reconoció que las escuelas en «puntos calientes» podrían retrasar su apertura y subrayó que cada familia deberán «poder tomar la decisión correcta» en función de sus «circunstancias».
Voz de América
