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Guaidó niega haber firmado autorización para actividades militares

Posted on: marzo 30th, 2020 by Laura Espinoza

 
 
El Presidente (E) de la República y Presidende la Asamblea Nacional Juan Guaidó, denunció a través de una entrevista para NTN24 la desaparición dos miembros de su equipo por parte de  funcionarios de lo que él presume, son pertenecientes a Las Fuerzas de Acciones Especiales.

 

 

De la misma forma,  informó a la periodista Idania Chirinos que no firmó ningún documento que autorizaran actividades militares. Esto en relación a las declaraciones de Cliver Alcalá, que vinculan al político a este tipo de actividades.

 


“No hemos firmado ningún documento de ese tipo”, aseguró Juan Guaidó.

 

 

Es importante recordar, que Alcalá es uno de los ex funcionarios que recibió cargos de narcotráfico por la justicia estadounidense. Y que antes de entregarse a las autoridades pertinentes, informó que Guaidó estuvo involucrado con el cargamento de armas que se decomisaron en Colombia. Además, aseguró que el líder de la oposición firmó un documento con asesores norteamericanos para desestabilizar al gobierno venezolano.

 


En relación a las acusaciones, Guaidó expresa que “de lo que sí tengo información es del descontento en la Fuerza Armada. Creo que es evidente producto de la crisis en Venezuela”.

 


“Venezuela vive una emergencia humanitaria compleja”

 

 

Además de esto, hizo mención acerca de las cifras que ha ofrecido el gobierno sobre los casos de infectados por el virus originario de Wuhan en el país. Asegurando que el “gobierno miente al respecto”. 

 

 


“Como todos sabemos, los hospitales no tienen agua, algunos carecen de planta eléctrica, el el 83% no hay productos de limpieza. Solo para hablar de lo básico”, exhortó.

 


“La dictadura ha ocultado cifras. Acaban de anunciar un tercer muerto que, según ellos, presentaba síntomas desde el 29 de febrero, y ellos anunciaron el primer caso la segunda semana de marzo. Están ocultando información desde el principio”, reseñó.

 

 

De la misma manera, el político comentó que “nosotros el 19 de marzo, con una información interna de un ministerio, ya anunciaban 200 casos para ese momento. Lamentablemente hacerle seguimiento a esto ha sido muy complejo producto de la persecución. Han optado el esquema totalitario de ocultarle la información a los venezolanos, por lo que el observatorio que montamos se ha ido afianzando en buscar información”. 

 

 

Confirmado.com/EU

Las huellas de la droga

Posted on: marzo 30th, 2020 by Laura Espinoza


 
 Es imposible exagerar la gravedad de las imputaciones realizadas por Washington a varios de los cabecillas del régimen chavista, incluido Nicolás Maduro. Y es imposible exagerar estos hechos, pues no dudamos de que los mismos tienen y tendrán un peso y un significado decisivos para el eventual desenlace de la tragedia en que la llamada revolución bolivariana ha hundido a Venezuela.

 

 

A pesar de las bravuconadas de costumbre, es patente que la nueva situación ha golpeado con gran severidad a las personas imputadas y al régimen en su conjunto. Maduro, en particular, se une a personajes como Osama bin Laden en el registro de los objetivos de Estados Unidos, como reo de la justicia criminal. La recompensa que el Departamento de Justicia estadounidense ha ofrecido es un símbolo degradante y siniestro, que enloda como pocos la imagen del heredero de Chávez y de todo el proceso político que ha tenido lugar durante los pasados veinte años en Venezuela. De la revolución chavista, en síntesis, va quedando tan solo un rastro infamante.

 

 
Cabe en este sentido traer a la memoria que los eventos de estos días llevan a su punto culminante un largo y complicado camino, que se remonta al menos a mediados de la pasada década cuando todavía Hugo Chávez ejercía el poder en Venezuela. Comenzaron entonces a aparecer en diversos medios de prensa, entre ellos The Wall Street Journal, informaciones que revelaban la intención de Chávez, expresada en reuniones con algunos de sus principales lugartenientes, de inundar a Estados Unidos con drogas ilegales.

 

 

Esta operación, concebida a gran escala y uno de cuyos propósitos, consistía en hacer daño a la sociedad norteamericana corrompiendo a su juventud, estaba de igual modo enlazada al objetivo de fortalecer a la guerrilla colombiana, profundizando también su presencia en Venezuela y su acercamiento a sectores militares venezolanos. Cabe indicar que en esos tiempos, el régimen chavista no experimentaba las apremiantes necesidades financieras que ahora le acosan. Chávez actuaba entonces con audacia en función de una estrategia a largo plazo, en contra del enemigo al que siempre odió. Más adelante, no obstante, la comercialización de la droga pasó a convertirse en una fuente adicional de dinero para un régimen experto en despilfarrarlo.

 

 

Se ha dicho, a raíz de los recientes anuncios del Departamento de Justicia estadounidense, que estas decisiones tomaron demasiado tiempo en concretarse y que han debido producirse antes. Tales opiniones son comprensibles. Sin embargo, hay que anotar al respecto que Estados Unidos es un país de leyes y procedimientos jurídicos muy sólidos, y que cuando se trata de su seguridad nacional actúan con rigor, tomándose el tiempo que exigen sus códigos y la naturaleza de los asuntos en cuestión.

 

 

Según se conoce, las investigaciones llevadas a cabo y que concluyeron en las acusaciones formuladas, tomaron al menos cinco años, posiblemente más. Es razonable conjeturar, en función de lo ya publicado, que se trata de un muy bien fundamentado dossier, que documenta con minuciosidad el largo trecho sembrado de huellas que exponen actividades criminales. Con este tipo de asuntos no se juega en Washington. Solo ignorantes o fanfarrones procuran deslegitimar los esfuerzos de los acuciosos e implacables fiscales, que nos resultan tan familiares luego de haber visto numerosas películas o leído libros que muestran, a veces en detalle, su manera de hacer las cosas.

 

 
Resulta evidente que el gobierno encabezado por Donald Trump no pierde de vista ni un instante el destino de Venezuela, que entiende su actual tragedia, y que está comprometido a ayudarnos con constancia y genuina solidaridad, a objeto de recuperar para nuestro país la libertad y la democracia perdidas. Creemos que todo ello merece la gratitud de los venezolanos, más allá de las diferencias de criterio que en otros ámbitos puedan existir.

 

Editorial de El Nacional

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