El presidente electo de Argentina, Alberto Fernández, celebró este jueves que el mandatario brasileño, Jair Bolsonaro, con quien ha tenido varias diferencias en los últimos meses, haya afirmado que apuesta por tener una «relación pragmática» con su país.
«Vi con alegría que el presidente de Brasil hoy propuso tener un vinculo pragmático para el Mercosur. Es lo que debemos hacer. Porque el Mercosur lo va a superar a Bolsonaro y lo va a superar a Alberto Fernández», expresó el líder peronista, que asumirá la jefatura de Estado el 10 de diciembre próximo, en la conferencia anual de la Unión Industrial Argentina (UIA), en Buenos Aires.
LA ALIANZA DEL MERCOSUR
El miércoles, en declaraciones a la prensa en la ciudad brasileña de Manaos, Bolsonaro se refirió a unas palabras de su hijo Eduardo, presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara de Diputados, quien la semana pasada dijo que Brasil y Argentina debían tener una relación pragmática.
“Eduardo no es mi portavoz. Pero en este tema tiene razón: relación pragmática con Argentina”, respondió Bolsonaro a una pregunta del diario argentino Clarín.
Para Fernández, el Mercosur es la «unión definitiva» de los cuatro países que lo integran, pero también con asociados como Bolivia y Chile, «para construir un mercado común» que permita «enfrentar el desafío de la globalización con otra fuerza».
«Vamos a profundizar el acuerdo con el Mercosur. Que el Mercosur en la coyuntura tenga presidentes que piensan distinto no me hace perder de vista la importancia del Mercosur. Ninguna disputa personal que pueda tener me va a hacer poner a Argentina en el lugar equivocado», sentenció.
LOS ROCES ENTRE BOLSONARO Y FERNÁNDEZ
La relación del nuevo presidente argentino -cuya vicepresidenta es la exmandataria Cristina Fernández- con el jefe de Estado de Brasil, país que es el principal socio comercial de Argentina, no empezó con buen pie.
Bolsonaro, que apoyó la reelección del presidente saliente, Mauricio Macri, en las elecciones del 27 de octubre pasado, dijo tras la victoria de Fernández que no lo felicitaría y que con el cambio de color en el país vecino se preparaba para «lo peor», al considerar que seguirá el mismo camino populista que los Gobiernos de su principal enemigo político, el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva (2003-2011).
Lula, que el 8 de noviembre fue liberado tras 19 meses en prisión por corrupción, fue estrecho aliado del argentino Néstor Kirchner (2003-2007) y Cristina Fernández (2007-2015). Y Alberto, en numerosas ocasiones, ha hecho público que lo consideraba «injustamente preso» y lo fue a ver a la cárcel.
También llegó a llamar «misógino y violento» a Bolsonaro en agosto pasado, aunque después prefirió bajar el perfil respecto a las críticas personales a su futuro par, quien ya decidió que no acudirá a su investidura el 10 de diciembre.
En sus declaraciones del miércoles, Bolsonaro, según Clarín, consideró que hay buenas relaciones comerciales con Argentina y en lo que depende de él «continuarán”.
EL CONTEXTO DE LATINOAMÉRICA
En su largo discurso ante empresarios de la industria, Fernández, a la hora de explicar cómo sus políticas como presidente estarán enfocadas a reducir las diferencias sociales, se refirió al contexto actual de Latinoamérica.
«Dijo alguien alguna vez: los pobres no duermen porque tienen hambre y los ricos no duermen porque le tienen miedo a los pobres. Y tienen razón», enfatizó.
«Una mañana se levantaron y Chile estaba inundada de gente que no soportaba más eso. Y Ecuador pasó lo mismo. Y ahora pasa en Colombia. ¿Cuánto tiempo más van a pensar que el ajuste es la solución de las sociedades? ¿Cuánto tiempo más vamos a seguir creyendo que esta sociedad se arregla tirando por la ventana a 10 o 20 millones de personas? Así no se arregla una sociedad», remarcó entre aplausos de los presentes.
En este sentido, aconsejó mirar lo que está pasando alrededor de Argentina.
«Algunos dicen: tienes un problema, Alberto, porque estás rodeado de presidentes de la derecha y el continente se ha derechizado», señaló, para responder que sin embargo los reclamos de Chile, Colombia y Ecuador son progresistas, como así también el de Bolivia, «más allá del golpe espantoso y vergonzoso que la OEA (Organización de Estados Americanos)», concluyó.
EFE