Por segundo año consecutivo Venezuela cierra el 2019 con una hiperinflación y un salario mínimo “más bajo de la historia” de cinco dólares ($5), según lo manifestado el diputado y miembro de la comisión de finanzas de la Asamblea Nacional Ángel Alvarado. Señaló que se mantuvo una política de emisión de dinero que a su juicio ha expropiado el salario del trabajador venezolano.
“Nunca el venezolano había estado tan empobrecido y por eso tenemos unas navidades sumamente difíciles, imposibilidad de los venezolanos de comprar los estrenos, especialmente los sectores populares como Petare y como la gran mayoría del estado Miranda, y por supuesto también un año de una contracción económica sin precedentes”.
Alvarado explicó que el Producto Interno Bruto petrolero cayó en 78 por ciento según el índice de la actividad económica que elaboran en la comisión de finanzas de la AN, lo que se traduce en una “caída dramática”, lo que considera pone a Venezuela en un colapso económico más grande de la historia en América Latina y el tercero más grande la historia reciente de la humanidad.
“Es una economía completamente devastada, completamente destruida, un sector privado acosado por la extorsión, un sector privado que no tiene acceso a combustible, a energía eléctrica, porque lo que se vive en Caracas es una burbuja que no tiene reflejo en el resto del país, en ese sentido tenemos un huracán socialista que ha destruido de manera muy importante la economía venezolana”.
Aun cuando Alvarado asegura que la economía se va destruyendo, indicó que Nicolás Maduro ha venido transitando hacia una economía dolarizada, la cual explica como una economía en la cual se pueden importar bienes y servicios puerta a puerta sin aranceles. Resaltó que se ha dejado de perseguir a los que hacen compra y venta de divisas, al igual que controlar los precios en los los automercados o de empresas farmacéuticas.
El economista agregó que se ha generado la economía de los “bodegones”, la cual explica, como no dolarizada, debido a que si fuese de manera legal debe contar implicaría el acceso al crédito, bajo riesgo país, y una economía conectada con el mundo, situación que no ocurre en nuestro país.
Añadió que la “economía de los bodegones” genera unas grandes desigualdades.
“Tienes un país que tiene acceso a dólares, acceso a los bodegones, y tenemos una gran mayoría del país que está fuera de la burbuja que tiene unos salarios de hambre. Entonces lo que ha generado el modelo en este año es exacerbar las desigualdades, en estos momentos Venezuela es el país más desigual del mundo, en el cual tú tienes un grupo que tiene acceso a dólares y se maneja en dólares y tiene acceso a los bodegones, y tienes la inmensa mayoría de los venezolanos que no tienen ni siquiera la posibilidad de comprar lo más mínimo de la canasta alimentaria”.
El parlamentario enfatizó que no se está dando respuesta al pueblo venezolano que en este momento no tiene la posibilidad de tener acceso a los alimentos, y a servicios públicos de calidad, como el agua, la electricidad, el transporte público entre otros.
En otro punto Ángel Alvarado manifestó que el salario mínimo en Venezuela proyectado en el “Plan País” era llegar a 60 dólares apenas se lograra un cambio, y llegar a 120 dólares al cabo de un año. Expresó que el salario mínimo en cualquier país del mundo debería estar por encima de 60 dólares, ya que es lo mínimo que establece el Banco Mundial para sacar a una familia de la pobreza.
Indicó que para recuperar el salario, debe haber producción, crecimiento económico, confianza, apertura de nuevas empresas, inversión nacional y extranjera, y facilidades al sector privado, no con persecución como se ha visto los últimos 20 años.
“Al ciudadano de a pie le espera tener que seguir sorteando estas dificultades que tiene que ver con una economía dual, una economía que funciona en bolívares y en dólares, le toca seguir apretándose el cinturón, la situación es sumamente complicada para todas las empresas en Venezuela. No podemos dejarnos confundir porque existe unos bodegones o existe unos dólares circulando en la economía, al ciudadano de a pie le toca seguir luchando por los derechos políticos que es la única garantía para recuperar su derecho económico”.
LA PATILLA