Al menos tres policías resultaron muertos y siete heridos en un atentado con explosivos perpetrado este viernes por desconocidos contra una comisaría del municipio de Santander de Quilichao, en el convulso departamento colombiano del Cauca (suroeste).
«Hoy aproximadamente a las 9.10 de la noche se presentó un impacto explosivo contra la estación de Policía del municipio de Santander. El reporte es tres policías muertos y siete policías heridos», afirmó a periodistas el secretario de Gobierno del Cauca, Jaime Asprilla.
Los fallecidos son los patrulleros Ever Danilo Canacuan Cuaical, Roy Gallyadi Fernández y Jesús Norbey Muelas Ipia, según las autoridades.
Este ataque se produjo en un momento de máxima tensión en Colombia por la ola de disturbios y vandalismo que siguió a las protestas pacíficas del jueves contra la política económica y social del presidente Iván Duque, y que motivaron la declaración del toque de queda ese día en Cali y la noche de este viernes en Bogotá.
El funcionario agregó que los criminales instalaron una rampa frente a la estación y desde allí «dispararon los cilindros que segaron la vida de estos tres policías», aunque no atribuyó a ningún grupo el ataque, del que inicialmente se informó de que era con coche-bomba.
El departamento del Cauca está inmerso en una espiral de violencia generada por las disputas territoriales de distintos grupos al margen de la ley como disidencias de la disuelta guerriilla de las FARC, la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN) y carteles mexicanos deñ narcotráfico.
La rivalidad entre estos grupos por el control de tierras para el tráfico de drogas hace de este departamento uno de los que tiene un mayor número de cultivos ilícitos en el país, con 17.177 hectáreas sembradas de coca, según cifras del centro de investigación del crimen organizado InSight Crime.
La violencia en el Cauca se ensaña con las comunidades indígenas y a finales de octubre pasado la autoridad neehwe’sx Cristina Bautista y los guardias Asdruval Cayapu, Eliodoro Inscué, José Gerardo Soto y James Wilfredo Soto fueron asesinados por disidencias de las FARC, que según el Gobierno les dispararon en el caserío de Tacueyó.
La ONG Programa Somos Defensores precisó en su «Informe Semestral Enero-Junio 2019» que al menos 59 defensores de derechos humanos fueron asesinados durante el primer semestre de este año en Colombia, diez de ellos en el Cauca.
El 17 de enero pasado, el ELN perpetró un atentado con cpche bomba en Bogotá contra la Escuela de Cadetes de la Policía General Francisco de Paula Santander, que causó 22 muertos y 67 heridos.
EFE