Tal día como hoy, hace dos siglos, el Museo del Prado abría sus puertas por primera vez. Entonces tenía solo 311 obras y solo se podía acceder una vez a la semana, hoy su colección incluye miles de obras y se encuentra entre los museos más visitados del mundo.
Aunque hoy es el día señalado en el calendario, el Museo del Prado comenzó hace más de un año la celebración de su bicentenario con una programación de exposiciones excepcional, que hoy coronó con «Solo la voluntad me sobra», la mayor muestra hasta la fecha de dibujos de Goya, que inauguró este martes la reina Letizia.
La exposición, que podrá visitarse hasta el 16 de febrero, está formada por más de trescientas obras de la colección del Prado y de fondos públicos y privados en las que se pone de manifiesto la pervivencia y actualidad del pensamiento de Goya, con dibujos que evidencian, por ejemplo, la violencia contra las mujeres o la injusticia social.
Al término de su recorrido, la reina se refirió a la importancia de esta efeméride y resaltó el orgullo que han de sentir los españoles por el hecho de que este martes se celebren los 200 años del Museo del Prado, al que calificó como «la gran institución cultural de este país».
La idea motriz del Bicentenario ha sido precisamente transmitir a los ciudadanos que el museo «es de todos», explicó a Efe el director de la pinacoteca, Miguel Falomir, quien destacó que el hecho de que El Prado se encuentre «en cifras récord de visitantes».
El año pasado, 2,8 millones de personas visitaron sus salas, aunque cuando se inauguro, el 19 de noviembre de 1819, solo se podía acceder por recomendación para visitar alguno de sus 311 cuadros, procedentes de las Colecciones Reales.
Aunque son pocos en comparación con las 1.290 obras que cuelgan hoy en día de sus muros, entonces ya se podían ver «Las Meninas» de Velázquez -el único cuadro que por norma no se presta y quizás una de las piezas mas reconocidas y de mas valor del museo-, o cuadros como «La Sagrada familia del pajarito» de Murillo y «La reina María Luisa a caballo» de Goya.
El edificio que acoge el Museo del Prado, diseñado por Juan de Villanueva en 1785, estaba concebido para acoger el Gabinete de Ciencias Naturales, un proyecto del rey Carlos III. Pero su nieto, Fernando VII, impulsado a su vez por su esposa la reina María Isabel de Braganza, tomo la decisión de crear el Real Museo de Pinturas y Esculturas.
El germen de la gran colección del Prado procede de las Colecciones Reales que se comenzaron a forjar en el siglo XVI, bajo la mirada de Carlos V, y los reyes Borbones y Austrias que le sucedieron.
Los tesoros más emblemáticos adquiridos en aquella época son las principales estrellas del la pinacoteca hoy en día, como son «El jardín de las Delicias» de El Bosco, «El caballero de la mano en el pecho» de El Greco, «Las tres Gracias» de Rubens o «La familia de Carlos IV» de Goya.
El Prado, que este año recibió el Premio Princesa de Asturias de Comunicación y Humanidades, es el museo que más cuadros de Rubens, El Bosco, Velázquez o Goya posee en todo el mundo.
Aunque su superficie expositiva es igual a dos campos de fútbol (más de 14.000 metros cuadrados), la falta de espacio hace que el público solo pueda ver en sus paredes un 16 por ciento de su colección total (1.290 obras expuestas en 121 salas diferentes, de las 7.988 catalogadas).
EFE