Brasil, con una apuesta firme en la energía eólica «onshore» (en tierra), comienza también a mirar nuevos horizontes con la generación energética «offshore» (en altamar) en la región nordeste del país, cuyo extenso litoral y condiciones climáticas favorables al viento elevan su potencial.
El estudio «Brazil Wind Generation Guidebook» (Guía de la generación de viento en Brasil), del banco BTG Pactual, estableció que los estados de «Maranhao, Piauí, Ceará y Río Grande do Norte generan vientos constantes de altas velocidades promedio, condiciones perfectas para una capacidad adicional de viento ‘offshore'».
También estudios preliminares de la Universidad Federal de Santa Catarina y de la Empresa de Pesquisa Energética (EPE), con datos hasta mayo de 2019, consideran que el potencial de generación de energía eólica en altamar de Brasil es de 11.000 gigavatios, con un 57 % localizado solo en la región nordeste.
La estatal Agencia Nacional de Energía Eléctrica (Aneel), ente regulador, señaló a Efe que Brasil «tiene proyectos de plantas eólicas ‘offshore’ en diferentes fases de implementación» y uno de ellos, el de Asa Branca I, en Amontada, estado de Ceará, ya recibió el llamado Registro de Subvención.
La planta de Asa Branca I, con una capacidad prevista de generación de 720 megavatios, está en proceso de recibir la licencia ambiental por parte del estatal Instituto Brasileño de Medio Ambiente (Ibama).
Generación energética en el Ceará
En febrero, la empresa BI Energía, del grupo italiano Community Power, anunció inversiones por 800 millones de euros (unos 881,4 millones de dólares) en elparque eólico de la costa de Caucaia, en la región metropolitana de Fortaleza, capital de Ceará, y que con 576 megavatios pretende dar electricidad a 800.000 residencias.
El Registro de Subvención para ese proyecto en Caucaia está en proceso dentro de la Aneel, «que debe concederlo en los próximos meses cuando se cumplan todas las exigencias» y, posteriormente, entrará en fase de trámite para las licencias ambientales, detalló el organismo regulador del sector energético en el país.
El coordinador del Núcleo de Energía de la Federación de las Industrias de Ceará (FIEC), Joaquim Rolim, citó que solo en el litoral de su estado existe «un potencial total de 117 gigavatios» viables para la generación de energía eólica, «siendo más de la mitad en profundidades inferiores a veinte metros».
Generación en Río Grande do Norte
Además de Ceará, la Aneel indicó que a veinte kilómetros de la costa de Guamaré, en Río Grande do Norte, la petrolera estatal Petrobras desarrolla la llamada ‘Planta Piloto de Generación Eólica Off-shore’, que por tener una capacidad igual o inferior a 5,0 megavatios no requiere del Registro de Subvención de la Aneel.
En ese caso, explicó la reguladora, la iniciativa de Petrobras, que es la pionera en energía eólica en altamar del país, sólo requiere de las licencias ambientales del Ibama.
Los proyectos para plantas de energía eólica en altamar se suman a los recientemente anunciados en la parte continental de la región nordeste.
El mes pasado, Neoenergia, la segunda mayor distribuidora de energía de Brasil y controlada por la española Iberdrola, anunció una inversión de 1.900 millones de reales (unos 475 millones de dólares) en la construcción de diez nuevos parques en el llamado Complejo Eólico Oitis, que se suman a otros dos ya en desarrollo.
Los doce parques eólicos, situados en el estado de Bahía y previstos para operar en su totalidad a partir de mediados de 2022, tendrán una capacidad instalada para generar 566,6 megavatios de energía.
En Piauí, el grupo italiano Enel Green Power está construyendo la usina eólica Lagoa dos Ventos, entre los municipios de Lagoa do Barro, Dom Inocencio y Queimanda Nova, que será la mayor de Suramérica con una capacidad de 716 megavatios, de acuerdo con el secretario regional de Minas y Energía, Howzembergson de Britto.
En ese complejo de Piauí está instalada ya una fábrica de componentes para energía eólica del conglomerado germano-español Nordex Acciona.
EFE