Para poner todo el sistema eléctrico nacional en su punto y llevarlo a los años noventa, cuando se encontraba en su etapa de mayor desarrollo y eficiencia, se requiere en este momento de 30 mil millones de dólares.
Al precisar esa cifra, el ingeniero Antonio Patiño, miembro de la Comisión Eléctrica Nacional del Colegio de Ingenieros de Venezuela, dice que la misma abarca la generación eléctrica, tanto la hidráulica como la termoeléctrica, e incluye la transmisión en sus cuatro niveles: 800.000 voltios, 400 mil voltios, 320 mil voltios y 115 mil voltios. Del mismo modo, la distribución, que es la mayor cantidad de líneas, porque las mismas llegan a los consumidores. Allí es donde está la respuesta directa al usuario.
Magnitud del problema
Poner a tono el sistema es lograr una potencia de 19 mil megavatios. Para tener una idea de la magnitud del problema existente en este momento, solamente se cuenta con 2.300 megavatios como máximo puestos al servicio del sistema interconectado nacional.
Eso se debe a que hay fallas en las plantas: unas por daño operativos y otras por falta de mantenimiento.
Daños de los apagones
A raíz de la interrupción del 7 marzo y el último 22 de julio, han ocurrido daños estructurales de consideración particularmente en la sala de máquinas número 2 de Guri, que es el segundo desarrollo eléctrico, donde hay diez generadores, igual número al que tiene la sala número 1.
La potencia nominal es de 10.300 megavatios. Se estaban generando apenas 4.000 megavatios, ya que no se podía cubrir la demanda por daños y falta de mantenimiento.
La demanda máxima que existe es de 6 mil megavatios.
Es de observar que para el momento de la falla del 7 de marzo teníamos 11 mil megavatios. Entre esa fecha y el 22 de julio se perdieron, en número redondo, 5 mil megavatios de generación.
Por esa razón se están aplicando programas intensivos de racionamiento. Pero la programación de racionamientos debe mantenerse en su aplicación porque no existe posibilidad alguna de cubrir la demanda total.
Medio siglo de atraso
Cuando el país estaba en plena producción y el sistema se encontraba en las mejores condiciones, se llegó a alcanzar los 19 mil megavatios.
Al 22 de julio se contaba con los 6 mil megavatios; es decir, un tercio de lo que fue la demanda máxima. Esto significa que dos tercios están fuera de servicio.
Y de igual forma, hemos retrocedido por lo menos cincuenta años en la historia de la electricidad en Venezuela.
“Llegamos a tener el mejor sistema eléctrico de la región al punto de cubrir el 98 por ciento del territorio nacional, ya que en el lugar más apartado había por lo menos un bombillo encendido. Era un sistema realmente consolidado”.
Yo, expresa el ingeniero Patiño, participé en ese desarrollo, el cual era envidiado por muchos países.
Ahora podemos ver que es un sistema deficiente como queda demostrado cuando se observa en cualquier zona industrial las santamarías abajo, porque no hay capacidad para producir.
Las consecuencias del apagón del 22 de julio fueron inocultables cuando todo el comercio quedó paralizado a partir de las 4 y 45 de la tarde.
Aunque el servicio, en su mayor parte, fue restablecido en la madrugada del miércoles, todavía anoche quedaban algunos sitios sin energía eléctrica.
Las mentiras del régimen
El régimen viene mintiendo continuamente sobre las causas de las fallas del servicio.Trata de justificarlas con presuntos ataques cibernéticos o por ondas electromagnéticas, sobre todo contra las redes de los 800 mil voltios.
La electromagnética es una teoría que proviene de ondas en un conductor elètrico. No al revés. En este orden de ideas, explica que la electromagnética es una materia de primer orden en la carrera profesional eléctrica.
Es una materia fuerte, especializada. A través de la circulación de la corriente en un conductor eléctrico se genera un efecto electromagnético. “Eso no se puede hacer desde afuera. Se trata del principio de los motores”.
Los funcionarios del régimen vienen diciendo que el sistema nacional había sido vulnerado desde el exterior, lo cual no es posible porque ese tipo de sistema es aislado y técnicamente protegido.
Sólo pueden intervenir técnicos autorizados que tienen el control del sistema y se opera desde un servidor que tiene diversos niveles de contraseñas y autorizaciones.
El técnico autorizado es el responsable y delega en dos o más profesionales. “De alguna manera buscan justificar lo injustificable. Cuando hubo sequía dijeron que era culpa de El Niño, el cual no nos alcanza porque ese fenómeno metereològico se registra en el océano Pacífico y nosotros tenemos frente a nuestras costas el Atlàntico.
También llegaron a señalar a la iguana. Es posible que uno de estos animales penetren a una subestación, que generalmente se encuentra en una zona rural, en busca de calor, que es producido por los cables. Pero, si no hace contacto con una parte activa, nada pasa. O nada ha pasado. Como tampoco con el rabipelado”.
Lo que sí se requiere es un programa de mantenimiento, que debe obedecer al protocolo de prueba de cada equipo, en función de las horas de operación, tal como lo especifica el proveedor o la empresa que lo fabrica.
El caso Valdés
-¿Qué vino a hacer el comandante Ramiro Valdés, considerado un héroe de la revoluciòn cubana, cuando fue llamado por Hugo Chávez?
-Ramiro Valdes, vino a dar soluciones eléctricas al país cuando él no tenía experiencia alguna en la materia, porque Cuba no tiene especialización en tal actividad. En cambio, Venezuela sí tiene especialistas en generaciòn y transmisión eléctrica y de aquí han salido profesionales a servirles a otros países, especialmente en asesoría y otros conocimientos.
Las advertencias del colapso
Por otra parte, el ingeniero Patiño hizo referencia al caso de su colega Winston Cabas, presidente de la Asociación Venezolana de Ingeniería Eléctrica, Mecánica y Profesiones Afines (Aviem), a quien por haber advertido que vendría el colapso eléctrico le detuvieron a su hijo menor.
Eso que dijo el ingeniero Cabas lo hemos venido advirtiendo los integrantes de la Comisión Eléctrica Nacional desde el 2008. El presidente de Aviem lo dijo el lunes una vez más para que se tomaran las medidas, pero el régimen considera que es responsable de lo que ha ocurrido y trata de amedrentarlo, hacerlo callar, apresando a su hijo que no tiene culpa alguna de que su padre esté alertando de lo que está ocurriendo por la mala administración del servicio eléctrico.
Pacifico Sánchez
El Impulso
