Hoteles de lujo, propinas de 20.000 euros y un barco espectacular. El futbolista despliega todo su poderío junto a Georgina Rodríguez

Cristiano Ronaldo y Georgina Rodríguez.

Cristiano Ronaldo se apoya en Georgina Rodríguez en tiempos convulsos

Cristiano Ronaldo y Georgina Rodríguez presumen de cuerpo

La fortuna blindada de Cristiano Ronaldo

Después de una temporada de triunfos con la selección protuguesa de fútbol y con el Juventus de Turín, Cristiano Ronaldo ha iniciado su periodo de descanso por todo lo alto, acompañado de su pareja, Georgina Rodríguez, de sus hijos y de algunos amigos. Después de pasar unos días en Grecia, en un complejo de lujo donde pagaron 8.000 euros por noche, la familia se trasladó a la Costa Azul, donde está pasando unos días en alta mar a bordo de un gran yate, que cuesta más de 200.000 euros a la semana. La pareja ha ido contando sus millonarias vacaciones a través de Instagram y subiendo imágenes en las que se les ve disfrutando de la embarcación, tomando el sol, o dándose un baño juntos.

En Grecia, destino elegido por el jugador también para su retiro estival el año pasado, la familia se alojó en la mansión Royal Villa Methoni, en la fastuosa Costa Navarino. Allí disfrutó del lujoso alojamiento y de todas sus bondades: balneario, gimnasio, sauna, sala multimedia, etc. Quedó tan satisfecho con el servicio que, al parecer, según apuntan medios como Fox Sport, decidió dejar una enorme propina de unos 20.000 euros para el personal. Este tipo de gestos de generosidad no son raros en el futbolista.

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Enjoying the vacation ☀️⛴??

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Cristiano Ronaldo, de orígenes humildes y que ha hecho fortuna desde la nada,es el segundo futbolista mejor pagado del mundo, según la revista Forbes, con unas ganancias de más de 109 millones de dólares anuales, por detrás del jugador del Barcelona Lionel Messi, que ocupa el primer puesto, con unos ingresos de 127 millones de dólares.

Para la segunda etapa de sus vacaciones, el astro portugués eligió un megayate de lujo, el Africa I, de 47 metros de eslora, valorado en 17 millones de euros, construido por la firma italiana Benetti en 2010 y remodelado en 2018. El perfil de Instagram del delantero está inundado de fotos suyas, solo o con su hijo mayor, Cristiano Jr., de ocho años, en la cubierta de la opulenta embarcación, que tiene capacidad para hospedar a 12 personas en seis estancias exclusivas. Además, cuenta con una tripulación de nueve miembros y todo tipo de comodidades, como gimnasio y jacuzzi a bordo o un sistema estabilizador que reduce el oleaje cuando el barco está fondeado. También tiene varios toboganes hinchables, desde los que lanzarse al agua, como se aprecia en las imágenes que Ronaldo ha subido a las redes. Y dos motos de agua, como se puede ver en las fotografías que ha colgado Georgina.

Este fin de semana, el futbolista coincidió con la leyenda del baloncesto Michael Jordan, actual propietario del equipo de la NBA Charlotte Hornets. Jordan había pasado los días anteriores en París para presentar un nuevo modelo de zapatillas en la Semana de la Moda masculina. El futbolista subió a sus redes una foto de ambos sonrientes en la que escribió “hemos hecho historia”.

Además de con su familia, Cristiano Ronaldo también compartió sus días de relajación con uno de sus mejores amigos, Miguel Paixão, con quien también subió fotografías a bordo del yate. Miguel, exfutbolista portugués, forma parte del círculo más intimo de Ronaldo desde hace años y es uno de sus hombres de confianza. Se conocieron en la adolescencia, forjaron su amistad soñando con convertirse en jugadores del Real Madrid y más tarde la consolidaron jugando juntos en el Sporting de Lisboa. Junto con Georgina y su familia, es uno de los mayores apoyos del delantero del Juventus.

Este año ha sido particularmente complicado en lo personal para la estrella del balón. Se ha enfrentado a una condena por fraude fiscal en España de 23 meses de prisión y 18 millones de euros de multa, acordada con la Fiscalía y con Hacienda. Y también a la demanda de una mujer estadounidense, Kathryn Mayorga , que lo acusa de haberla violado en un hotel de Las Vegas en 2009.

EL PAIS

El músico, que fue expulsado de la banda por su adicción a las drogas, intentó suicidarse en el pasado en dos ocasiones

El músico Steven Adler, en marzo de 2017 en Los Ángeles, California. TIMOTHY NORRIS GETTY IMAGES

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El exbatería de Guns N ‘Roses, Steven Adler, de 54 años, ha sido hospitalizado por apuñalarse a sí mismo en el estómago en su casa en Los Ángeles (California, EE UU), según ha publicado el portal de internet TMZ. Los servicios de emergencia recibieron una llamada desde la casa del músico. Al parecer, nadie más estaría implicado en el accidente. Tras ser expulsado de la banda en los noventa por su adicción a las drogas y ser abandonado por su esposa, ha tratado de suicidarse en dos ocasiones

Según informa TMZ, cuando llegaron los servicios médicos descubrieron que Adler había «sufrido una puñalada en el estómago». Al parecer, fue llevado a un hospital cercano con «lesiones que no suponen una amenaza para su vida». Por el momento, se cree que nadie más estuvo involucrado en el incidente.

Hace cuatro noches, Adler actuó en Biloxi, Mississippi, y el jueves pasado en Houston, Texas, mientras que su próximo concierto está programado para el 12 de julio en el Golden Nugget de Las Vegas. El músico es conocido, sobre todo, por sus años como parte de la banda de Welcome To The Jungle, y participó en la grabación de los álbumes Appetite For Destruction y G N’ R Lies.

Steven Adler ingresó en el Rock n’ Roll Hall of Fame en 2012 como miembro original de Guns n’ Roses, a pesar de estar fuera del grupo desde 1990.

EL PAÍS

La reina del pop lucha por seguir innovando pero prevalecen los prejuicios machistas que la juzgan por sus años

Madonna, en un evento en Nueva York en mayo de 2019. EDUARDO MUÑOZ REUTERS
XAVI SANCHO

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En 1998, coincidiendo con su 40 cumpleaños, Madonnaeditaba un disco titulado Ray of light. El trabajo fue un apabullante éxito comercial, pero sobre todo, fue entendido como su paso definitivo hacia la madurez. Se esperaba que, después de un álbum en el que incluso trataba el tema de ser madre, La Ciccione seguiría por esa senda. O se retiraría. Pero no hizo ni lo primero ni lo segundo. Y a muchos les molestó. Desde entonces, cada álbum, cada gira, cada videoclip, cada aparición pública, cada sesión fotográfica que ha hecho Madonna, en un momento u otro, ha venido acompañado de un comentario —casi nunca positivo— sobre su edad.

La era Madame X (su nuevo álbum) será recordada como aquella en que se empezó a tratar la edad de Madonna de forma diferente. “Lo que echamos de menos nuevamente en Madonna es lo mismo que hemos echado de menos en todos sus trabajos recientes: ella, la mujer, la madre de seis hijos, la persona de 60 años que ha sobrevivido contra todo pronóstico, quien inventó más o menos este juego, a quien se le pide hoy que lidere la forma en que las mujeres pueden hacerse mayores sin vergüenza en el mundo del pop”, publicaba hace un par de semanas Buzzfeed News, dudando de que sea realmente positivo que dejemos de hablar de la edad de Madonna.

“Su edad no es importante, lo que cuenta ahora es su música”, titulaba ese mismo día The Guardian un perfil en el que argumentaba justo lo contrario. En la pieza se recordaban afrentas que ha sufrido la cantante en la prensa debido a su forma de hacerse mayor, algo común en el resto de los mortales, pero que ella, en algún momento, pensó que podía eludir.

Madonna por la calles de Nueva York la pasada semana. GTRESONLINE

 
En 2006, Daily Mail publicó un furibundo ataque en su contra basado en elementos como que su cara parecía más joven que sus manos. Mientras, Daily Telegraph le recomendaba a la autora de Like a prayer que dejara de querer ser la reina del pop y se conformara con ser la reina madre del pop. Como de todos es ya sabido, hizo caso omiso a estos comentaros y continuó con la búsqueda de nuevas y emergentes divas a las que enseñar quién era la jefa, como hizo en sus inicios con sus coetáneas (Cindy Lauper, por ejemplo) y en su madurez con todas las divas de nueva generación (Britney Spears, por decir una).

Hasta llegar a su actuación en la Super Bowl de 2012. Allí se hizo acompañar de MIA, con quien esperaba respaldar la idea de que aún podía ser revolucionaria, y de Nicki Minaj, de la que esperaba el salvoconducto para poder entrar en la liga de los sonidos que copaban entonces las listas. En un momento del espectáculo, MIA hizo una peineta a la cámara. El escándalo fue mayúsculo y entonces Madonna cayó en la trampa de la que llevaba tratando de huir desde que decidió no seguir la senda de Ray of Light. Criticó y más tarde demandó a MIA, cayendo en lo último que deseaba en el mundo: parecer la madre de alguna de las personas que compartían escenario con ella.

Cambios

Madonna ha cambiado. Pero, por primera vez en décadas, ha cambiado más el mundo. Eso sí, como en casi todo lo que ha sucedido desde que Madonna es Madonna, ella ha estado allí en su gestación.

En 1991 fue objeto de deseo de Donald Trump.  Mientras ella se encontraba lanzando una campaña para Versace en Palm Beach el magnate la llamó decenas de veces para quedar —obviamente, el ahora presidente de EE UU no solo lo niega, sino que afirma que fue Madonna quien le pidió una cita a él—. Más tarde fue otra de las víctimas del depredador Harvey Weinstein. 

En el universo post Harvey Weinstein, el del Me Too, los comentarios machistas que durante tanto tiempo se han vertido sobre la artista ya no se celebran, ni siquiera se toleran. Este de hoy es un mundo en el que un nuevo disco de la de Detroit ya no debería suscitar las preguntas habituales en las últimas dos décadas sobre qué es lo último que se ha operado o si su aspecto es o no acorde a su edad, sino que debería centrarse en por qué hemos hecho durante tanto tiempo esas preguntas sobre ella cuando jamás se las hemos hecho a hombres incluso mayores que La Ciccione, como Bob Dylan o Bruce Springsteen.

EL PAÍS