El expresidente del Gobierno español lanzó veladas críticas a la forma en que se desarrolló la pasada semana la visita a Venezuela de su «amiga» Michelle Bachelet, Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos
El expresidente del Gobierno español Felipe González señaló este lunes que tiene «una esperanza muy limitada» en el diálogo que mantienen en Oslo el régimen y la oposición de Venezuela.
«No está bien planteado, está permitiendo a (Nicolás) Maduro ganar tiempo», un tiempo que el país no tiene debido a la «catástrofe bíblica que sufre», afirmó González en un debate con el escritor peruano Mario Vargas Llosa durante el XII Foro Atlántico de Madrid.
González lanzó también veladas críticas a la forma en que se desarrolló la pasada semana la visita a Venezuela de su «amiga» Michelle Bachelet, Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos.
«Uno tiene que ser mucho más claro y exigente en la defensa de los principios democráticos y de los derechos humanos», afirmó González, que se refirió al llamamiento de Bachelet a la liberación de todos los detenidos en venezuela «por ejercer sus derechos civiles y políticos de forma pacífica».
En ese sentido, el exmandatario español rechazó el «comercio de carne humana» pues en su opinión en Venezuela no debía haber ninguna persona en esas circunstancias.
La liberación parcial de presos políticos es algo que los responsables venezolanos «han aprendido maravillosamente» de los cubanos, afirmó.
El jefe del Gobierno socialista español entre 1982 y 1996 envió también el mismo mensaje a la oposición venezolana: «hay que plantarse», porque «no es digno democráticamente» sentarse a la mesa para negociar derechos humanos o democráticos o la liberación de presos políticos.
Según él, «Venezuela necesita urgentemente un gobierno de transición, sin Maduro, que garantice un proceso electoral a nueve o diez meses donde estén representados todos los actores, y con un nuevo censo electoral».
González recalcó que en ese Gobierno de transición tienen que estar los militares, ya que «no hay no otra manera de garantizar un mínimo de seguridad» y de «contención» de las fuerzas de seguridad. Además, los militares controlan «la única logística que funciona» en el país, algo necesario para el eventual reparto de ayuda humanitaria internacional.
Vargas Llosa, por su parte, apuntó a los militares como al principal sostén de Maduro: «Si no hubiera la cúpula militar que defiende a Maduro, creo que Maduro hubiera dejado el poder hace tiempo», sostuvo.
Añadió que el fallecido presidente Hugo Chávez «dio a los militares no solo el narcotráfico, que es un extraordinario negocio en Venezuela, sino el control de empresas estatales», lo que les coloca en una situación de vulnerabilidad en caso de un hipotético cambio de régimen.
González recordó que, debido a la salida masiva de venezolanos, más de cuatro millones de personas en los últimos años, Colombia «soporta una presión mayor» de la que tuvo la Unión Europea durante la crisis de los refugiados de 2015.
Con información de EFE