Lewis Hamilton no da puntada sin hilo. Cuando se le pregunta por la exhibición de Mercedes en Bakú, el inglés reclama el mérito para él y para Bottas, que hicieron su trabajo correctamente todo el fin de semana.

«Ferrari ha tenido el ritmo en la práctica en la calificación. Si ambos pilotos hubieran cumplido como nosotros lo hicimos, habría estado muy apretado», asegura Lewis sobre el nuevo doblete de las ‘flechas plateadas.

El dominio de Mercedes resulta aburrido, no son cuatro carreras, sino cuatro años»

Sebastian Vettel

Al pentacampeón no le gustó demasiado que Vettel señalara ayer que «el dominio de Mercedes es aburrido. No so cuatro carreras, son cuatro años». Habría que corregirle, pues son cinco títulos consecutivos con el de Nico Rosberg. Al parecer no se aburría cuando Red Bull no encontraba ninguna oposición salvo de la un Fernando Alonso con un coche mucho más lento que el suyo, entre 1 y 2 segundos en algunas citas de aquellas temporadas.

«Nos hemos mantenido alerta», insiste el Hamilton. «No trajimos mejoras y Ferrari sí lo hizo, así que es un poco sorprendente el resultado. Vamos a la próxima carrera en España, donde Ferari se mostró rápido en las pruebas de invierno y estoy seguro de que traerán mejoras adicionales».

«Estas primeras cuatro carreras han sido estelares para nosotros y ahora tenemos que mantenernos alerta, porque nunca se sabe cuándo otro equipo va a dar un paso adelante. Tenemos que seguir actuando como lo hemos hecho y no vacilar», señala Lewis, que este año tiene a Bottas como un rival verdadero por el Mundial.

Marca

No ha pasado de semifinales en Montecarlo ni en el Godó. En diez ocasiones había logrado ese doblete. Corretja: «Entre Madrid y Roma encontrará el ajuste».

Desde 2004, hace ya quince años y cuando daba todavía sus primeros pasos en el circuito ATP, no se encontraba a Rafa Nadal sin ganar un título a estas alturas del año. La campaña europea de tierra es su bastión y ha sido también su bálsamo en algunas ocasiones. Pero este curso, tras arrancar a tope con final en el Abierto de Australia y retirarse lesionado en Indian Wells de la rodilla derecha, no ha pasado de semifinales en Montecarlo (le batió Fabio Fognini) ni en el Godó de Barcelona (cayó frente a Dominic Thiem). En diez ocasiones había logrado ese doblete.

Por delante, y antes del reto de conquistar el 12º Roland Garros (desde el 26 de mayo), a Nadal le esperan el Mutua Madrid Open, en el que comenzará a jugar la semana próxima, y el Masters 1.000 de Roma. Frente a los que ven la botella medio vacía, él la atisba medio llena. «Fui competitivo, y de aquí a lo que viene aún lo seré más», dijo tras perder por cuarta vez frente al austriaco de 25 años y 5º del mundo. «Ahora tengo ilusión por competir, cuando parecía moribundo, porque tras Indian Wells (no pudo jugar la semifinal contra Roger Federer) sufrí un bajón mental», recordó.

Con Federer, Djokovic y Del Potro en duda

El viernes (12:30) se sorteará el cuadro femenino con Osaka, Halep, Kvitova, Pliskova, Kerber, Muguruza, Carla Suárez y la ausencia de Serena Williams. Comenzarán a jugar el sábado, día que se configurará el cuadro masculino (11:30). En el torneo, destaca la vuelta a la tierra tras cuatro años de ausencia de Roger Federer. El número uno Novak Djokovic llega también con hambre y Juan Martín del Potro es aún duda.

Alex Corretja, comentarista de Eurosport y para TVE en el Godó, le ha seguido de cerca la semana pasada. «Bien no le he visto, pero sí con margen de mejora. Puede ir a más y entre Madrid y Roma encontrará el ajuste perfecto. Si lo consigue, sigue siendo el hombre a batir en tierra», recuerda.

«No pudo con Thiem y Fognini, pero los dos son jugadores que ya le habían batido sobre tierra; le conocían y son especialistas en esa superficie», arguye el exjugador y excapitán de Copa Davis. «Lo extraordinario es ganar once veces un torneo y repetir. De otra parte, con diez partidos entre Montecarlo y el Godó podría estar ya muy exigido muscularmente. Además, ya ha tenido que superar una lesión. El año pasado, también estuvo lesionado (psoas ilíaco) antes de la tierra, pero los partidos previos de Copa Davis en Valencia (victorias sobre Alexander Zverev y Philipp Kohlschreiber) le ayudaron», explica.

Nadal antes del Godó

Año / Títulos / Torneos

2019 / 0 / –

2018 / 3 / Montecarlo, Godó, Roma

2017 / 3 / Montecarlo, Barcelona, Madrid

2016 / 2 / Montecarlo, Godó

2015 / 1 / Buenos Aires

2014 / 3 / Doha, Río, Madrid

2013 / 6 / Sao Paulo, Acapulco, Indian Wells, Godó, Madrid, Roma

2012 / 3 / Montecarlo, Godó, Roma

2011 / 2 / Montecarlo, Godó

2010 / 3 / Montecarlo, Roma, Madrid

2009 / 5 / Australia, Indian Wells, Montecarlo, Godó, Roma

2008 / 4 / Indian Wells, Montecarlo, Godó, Hamburgo

2007 / 4 / Indian Wells, Montecarlo, Godó, Roma

2006 / 4 / Dubai, Montecarlo, Godó, Roma

2005 / Costa Sauipe, Acapulco, Montecarlo, Godó, Roma

2004 / 0 / –

«Ahora llega Madrid, que siempre es una incertidumbre para él, pero por otro lado la gente le adora y estará sensible», expone Corretja que, como todos, desea que antes de Roland Garros asome otra vez un Nadal más reconocible. En la Caja Mágica, ya ha sido campeón en cuatro ocasiones (2010, 2013, 2014 y 2017), pero los más de 600 metros de altitud hacen que su tenis se iguale con tenistas de rápida. El 2018 cayó en cuartos contra Thiem.

AS

Zidane, ayer en Vallecas – AFP

La falta de compromiso de la plantilla ha terminado por derrumbar el proteccionismo impuesto por el técnico francés desde su regreso

En alguien que se había erigido en escudo de unos jugadores sin argumentos para defender una temporada horrorosa, llama aún más la atención la «rajada» con la que ayer cerró su paso por el Municipal de Vallecas. Al término de los 90 minutos en los que su equipo palideció como tantas otras veces esta temporada, Zidane explotó: «No hemos encontrado el gol pero no es solo eso, hoy no hicimos nada desde el minuto uno al final. Nada a todos los niveles, no solo en el del gol (…). A veces no marcas pero sin tener ocasiones ni jugar a nada es imposible. Estoy muy enfadado porque nuestra imagen ha sido mala y soy el responsable, no solo los jugadores. Hay que pedir perdón por lo que hicimos todos hoy», dijo en rueda de prensa.

No ha trascendido si la explosión de Zidane obedece a la actuación concreta de sus jugadores en la noche de ayer, o si más bien se desbordó el agua después de la gota que ayer dispensó el Rayo Vallecano. La única certeza es que el tránsito hacia el final de temporada parece no llegar nunca para una plantilla erosionada hasta el extremo, pendiente de un mercado de verano que se debate entre la revolución y el retoque, ansiosos los jugadores sin plaza asegurada por demostrar y desganados los que presumiblemente cuentan con una taquilla asegurada en el Bernabéu el curso que viene.

La gravedad del asunto se entiende a partir de figuras como Luka Modric, una sombra del futbolista que hace meses levantaba el Balón de Oro tras un Mundial sublime, errático hasta el extremo en el campo del colista. Tampoco un campeón del mundo como Varane fue capaz de dar un grito en ausencia de Ramos. Marcelo, como en un recreo permanente desde que llegó Zidane, sigue a vueltas con lo suyo en el lateral izquierdo, un intento permanente por plasmar sobre el césped su despreocupación por lo que pueda ocurrir en verano. Aunque ningún caso que escame más al madridismo, y con alta probabilidad al entrenador de la nave blanca que el de Bale. Ayer, en el tramo inicial del partido, disfrutó de una ocasión clarísima, un caramelo para alguien con la determinación que se le presupone al galés, de quien no está claro si escama más su nivel ínfimo o su indolencia. El ataque, con Benzema y Vinicius en la enfermería, en un drama al que tampoco Asensio, Isco o Lucas, si acaso los chispazos de Brahim, encuentran remedio.

Poco queda del bálsamo de aceite en el que Zidane sumergió al club cuando se le anunció como sustituto de Solari. El paso de los partidos, que es prácticamente lo mismo que decir las penitencias, ha arrastrado al técnico a un estado de fatiga palpable en intervenciones como la de ayer. La falta de compromiso de un plantel por el que entregó su prestigio y una posible falta de consenso con la directiva a la hora de pactar los refuerzos venideros sitúan al francés en una posición demasiado incómoda incluso para lo que podría haber imaginado cuando asumió el cargo.

Un gol de penal de Adrián Embarba fue suficiente para el cuadro de Vallecas

AFP.- El Real Madrid sucumbió ayer 1-0 en casa del modesto Rayo Vallecano en partido de la fecha 35 de la liga española, mientras que su eterno rival, el Barcelona, se proclamó campeón tras derrotar el sábado al Levante por la mínima.

El conjunto local se impuso a su vecino madridista gracias a un gol de penal de Adrián Embarba al minuto 23 la falta fue cometida por Jesús Vallejo y tras ser revisado por el videoarbitraje se concretó.

Con esta derrota el Real Madrid se despide prácticamente de sus aspiraciones de arrebatarle al Atlético de Madrid el subcampeonato en la Liga.

Los merengues suman 65 puntos y están a nueve de sus vecinos colchoneros cuando restan, precisamente, nueve puntos por jugarse. El hecho de tener el gol average ganado a los rojiblancos es lo único que aún les da una mínima esperanza.

Este Madrid no es que sea irreconocible. Al aficionado le duele ver cómo agoniza un campeón. Una plantilla que dominó en la Champions con mano de hierro en los últimos años parece ser un grupo de futbolistas sin alma. Hace mucho tiempo que dejó de ser un equipo con identidad y carácter.

Con nueve puntos por disputar, la siguiente parada del bus blanco será en casa, cuando reciban al Villarreal.

Al no pelear por nada, Seguramente Zinedine Zidane seguirá probando jugadores y estrategias que le sirvan para la próxima temporada, donde todos esperan poder que sea como en antaño, con el equipo peleando por trofeos, como está acostumbrada la grada del Santiago Bernabéu.

En el Madrid tienen que pasar página y mirar al futuro. Aprender de los errores de una temporada nefasta y planificar bien. Centrarse en la lista de bajas y los fichajes.

Para Zidane la siguiente Liga es lo primordial para el elenco merengue, luego de tener varios años sin obtener este campeonato español.

Liderendeportes

El cuadro blaugrana se tituló en el campeonato doméstico y sigue de pie en Copa y Champions

El camino para el Barcelona esta temporada no ha tenido muchas trabas. El equipo ha respondido en cada circunstancia y a pesar de no ser el Barsa de Cruyff o Guardiola, gana y convence.

Tan convencidos están, que ya tienen una de las tres copas en juego esta temporada y tienen todo para conseguir las otras dos, debido a que están en la final de la Copa del Rey que disputarán ante el Valencia e inscribieron su nombre en semifinales de Champions contra el Liverpool.

Conseguir el triplete es una de las hazañas más grandes que existe en el mundo del fútbol, sin embargo este equipo parece haberle tomado el gusto ya que forman parte de un selecto grupo de solo ocho equipos en conseguirlo en Europa y por si fuera poco, en dos oportunidades.

La más reciente fue en el año 2015 , de la mano de Luis Enrique y el que muchos consideran el tridente más potente de la historia: Messi, Neymar y Suárez.

Hegemonía. No hay otra para describir lo hecho por equipo culé en la Liga Española. Ha salido campeón en ocho ocasiones en los últimos 10 años, en la era de Lio Messi.

En la Copa del Rey las cosas no son muy distintas. Cuando salten al césped del Benito Villamarín, los de Valverde jugarán su sexta final consecutiva, habiendo levantado el trofeo en las últimas cuatro ocasiones. Cabe destacar que el Barcelona es el máximo campeón de dicho torneo con 30 títulos.

Este año quieren sumar uno más.

A pesar de todo este repertorio de trofeos en España, la Champions League tiene un valor especial y que su más acérrimo rival haya levantado la orejona tres veces seguidas hace que los aficionados catalanes exijan a sus estrellas.

No solo los fanáticos, los propios jugadores se exigen. La Liga de Campeones es el deseo de todos en Cataluña y quién más si no Lionel Messi para devolver esa alegría a la ciudad Ciudad Condal.

El astro argentino figura como primer capitán del Barsa por primera vez en su carrera y la meta la tiene clara.

“Prometemos que haremos todo lo posible para que esa copa tan linda y tan deseada por todos vuelva a estar en el Camp Nou”, dijo La Pulga ante toda la afición que acompañó al equipo en el Trofeo Joan Gamper.

Si el “10” está bien, todo está bien, por lo que el triplete puede convertirse de deseo a realidad.