Juan Guaidó, presidente encargado de la Venezuela, se dirige a los ciudadanos en un cabildo abierto desde la Plaza Bolívar del municipio Chacao, para dictar los siguientes pasos de la Operación libertad
Juan Guaidó, presidente encargado de la Venezuela, se dirige a los ciudadanos en un cabildo abierto desde la Plaza Bolívar del municipio Chacao, para dictar los siguientes pasos de la Operación libertad
«La Federación de Asociaciones de Profesores Universitarios de Venezuela (Fapuv) llama a sus afiliados a enfrentar el acoso del Ejecutivo Nacional contra las universidades, sumándose a todas las actividades de protesta y de organización por el cambio político en Venezuela».
(Prensa Fapuv) El gremio docente advierte en un comunicado, dirigido a las comunidades universitarias y al país, que «La imposición de estas tablas de hambre, regresivas en relación con la estructura de los tabuladores, beneficios adicionales y fórmula de cálculo de los mismos, que son conquistas de décadas de lucha del movimiento universitario, constituye una ratificación de la negación del derecho a la contratación colectiva y a la libertad sindical, lo que viola los derechos laborales progresivos, la Constitución Nacional y los convenios de la OIT suscritos y ratificados por la Nación y de carácter supra constitucional».
El documento, dado a conocer por la presidenta de Fapuv, Lourdes Ramírez de Viloria, señala que «El artículo 91 de la Constitución establece que el salario, aun el mínimo, debe ser suficiente, y definirse de común acuerdo entre los representantes del empleador, el Estado y los trabajadores, tomando en consideración el costo de la canasta básica.
«En Venezuela, precisa el escrito, el salario de un año no compra ni remotamente la canasta básica de un mes. No hay manera, con estos salarios, de cumplir con las necesidades básicas de nuestras familias, así como tampoco hay forma, con este Ejecutivo Nacional, de vencer la hiperinflación, ni de negociar como gremio las condiciones de trabajo y remuneración, porque todo se impone»
Fapuv también exhorta a las autoridades a hacer valer la autonomía universitaria y la normativa interna, y a no aplicar la medida discriminatoria hacia los jubilados.
Documento completo:
El pasado 10 de abril, FAPUV denunció ante la opinión pública nacional el envío por parte de la OPSU de un instructivo con nuevas tablas salariales para su aplicación en el sector universitario, con ajustes que oscilan entre un 16 y un 22% de dependiendo del escalafón, en un contexto de hiperinflación cuya tasa interanual entre marzo de 2018 y marzo de 2019, fue de 1.623.656% (un millón seiscientos veintitrés mil seiscientos cincuenta y seis por ciento), de acuerdo con los cálculos de la Comisión de Finanzas de la Asamblea Nacional.
A ese mísero ajuste se le agrega la bonificación del «salario” a través del llamado “Complemento de Estabilización Económica Temporal», que viola la igualdad de derechos de activos y jubilados, contemplados en las Normas de Homologación, Actas Convenio y Contratación Colectiva al excluir al personal jubilado, pensionado y sobreviviente de dicho beneficio.
No se trata, en esta oportunidad, de una decisión de OPSU ni de una política dirigida exclusivamente al sector universitario.
En la administración pública centralizada, los tabuladores salariales fueron ajustados de la misma manera: sorpresiva y unilateralmente, a través de un instructivo, en porcentajes irrisorios en comparación con la inflación, con el mismo bono de 40% sobre el salario tabla, sin incidencia salarial y solo para los activos.
Así mismo, las tablas comienzan en un salario mínimo que sigue siendo de Bs. 18.000, lo que representa 4,3 dólares mensuales, al cambio oficial. Esto pone en evidencia, sin lugar a dudas, que el Ejecutivo Nacional, de manera deliberada, consciente y continuada, mata de hambre, literalmente, al pueblo trabajador, y es el empleador que peor ha remunerado el trabajo en toda la historia de la Humanidad.
La imposición de estas tablas de hambre, regresivas en relación con la estructuras de los tabuladores, beneficios adicionales y fórmula de cálculo de los mismos, que son conquistas de décadas de lucha del movimiento universitario, constituye una ratificación de la negación del derecho a la contratación colectiva y a la libertad sindical, lo que viola los derechos laborales progresivos, la Constitución Nacional y los convenios de la OIT suscritos y ratificados por la Nación y de carácter supra constitucional.
Es tan miserable este ajuste de las tablas, que en esta ocasión, a diferencia de oportunidades anteriores, no hubo cadenas ni anuncios oficiales.
El artículo 91 de la Constitución establece que el salario, aun el mínimo, debe ser suficiente, y definirse de común acuerdo entre los representantes del empleador, el Estado y los trabajadores, tomando en consideración el costo de la canasta básica.
En Venezuela, el salario de UN AÑO, no compra ni remotamente la canasta básica de un mes. No hay manera, con estos salarios, de cumplir con las necesidades básicas de nuestras familias, así como tampoco hay forma, con este Ejecutivo Nacional, de vencer la hiperinflación, ni de negociar como gremio las condiciones de trabajo y remuneración, porque todo se impone. Los espacios democráticos para la lucha sindical y gremial han sido cerrados por el ex presidente Nicolás Maduro y esa es la realidad que determina el carácter de la lucha universitaria en la actualidad.
Esa es la razón, entonces, por la cual hoy, la lucha por un cambio político es el centro de la agenda gremial. Para recuperar nuestra calidad de vida es indispensable una apertura democrática que permita elecciones libres, discusión del presupuesto nacional y del presupuesto universitario en la Asamblea Nacional, y negociación de las condiciones de trabajo y remuneración.
FAPUV reitera su contundente rechazo y condena a esta nueva imposición de las tablas de hambre para el sector universitario y el sector público, en general. Exhortamos a las autoridades a hacer valer la autonomía universitaria y la normativa interna, y no aplicar la medida discriminatoria hacia los jubilados. Y llamamos a nuestros agremiados a enfrentar el acoso del Ejecutivo Nacional contra las universidades, sumándose a todas las actividades de protesta y de organización por el cambio político en Venezuela.
“ES FAPUV UNA TIERRA DE HORIZONTES ABIERTOS, EN LA CUAL SE SIEMBRAN LUCHAS Y SE COSECHAN DERECHOS”
El Sermón de las Siete Palabras es el acto central de la celebración del Viernes Santo, y para muchos esto encierra el sentido de la Semana Santa. // ARCHIVO
El Viernes Santo se lee el Sermón de las Siete Palabras. // ARCHIVO
El padre Sahabel Porto, vicario general de la Arquidiócesis de Cartagena, explica el sentido de las siete palabras pronunciadas por un Jesús agonizante, después de hacer padecido toda clase de humillaciones, vejámenes por la salvación de la humanidad.
Dice el padre Sahabel que cuando se habla del Sermón de Las Siete Palabras se identifica las siete frases que Jesús pronunció en la cruz, recogidas por los evangelistas y comentadas por muchos autores como sermón del Viernes Santo.
“Es una tradición que no es obligatoria, pues un predicador también tiene muchos recursos para actualizar el sacrificio redentor de Cristo, que es lo que se celebra el Viernes Santo, mediante la lectura de la pasión y la adoración de la cruz.
Sin embargo, esta tradición de varios siglos en la Iglesia es muy valorada y apreciada y en Colombia la propagan muchas emisoras.
Los predicadores, que generalmente son Arzobispos, contextualizan estas palabras con la realidad familiar, económica, política social, cultural del país.
Escuchar este sermón es encontrar una voz profética y llena de esperanza en medio de las crisis de nuestro tiempo, dice el padre Sahabel Porto
Las siete palabras de Cristo agonizante son extraídas de los cuatro evangelios.
Lucas relata tres, la primera, segunda y séptima.
Juan recoge las tres restantes, la tercera, quinta y sexta.
Mateo y Marcos, mencionan solamente una, la cuarta.
LAS SIETE PALABRAS
Las siete palabras de Cristo en la cruz fueron recopiladas y analizadas en detalle por vez primera por el monje cisterciense Arnaud de Bonneval (+1156) en el siglo XII, dice el padre Sahabel.
A partir de ese momento las consideraciones teológicas o piadosas de esas palabras se multiplican. Pero fue san Roberto Berlarmino (Doctor de la Iglesia, 1542-1621) quién más impulsó su difusión y práctica al escribir el tratado Sobre las siete palabras pronunciadas por Cristo en la cruz. Desde entonces se propagó la costumbre de predicar el tradicional «sermón de las siete palabras» en la mañana o mediodía del Viernes Santo
En 1787 la hermandad de la Santa Cueva de Cádiz (España) encargó al compositor austriaco Joseph Haydn una obra orquestal que recordase las últimas siete palabras de Jesucristo en la cruz.
Las Siete Palabras pronunciadas por el Varón de Dolores en la cruz, son las siguientes:
PRIMERA PALABRA:
«Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen» (Lucas 23,34).
Es el máximo testimonio de lo Jesús anuncio y enseñaba: “Han oído que se dijo: amarás a tu prójimo y odiarás a tu enemigo; pero yo les digo: amen a sus enemigos y rueguen por los que los persiguen, para que sean hijos de su padre que está en el cielo” Es una invitación a perdonar las ofensas y contribuir todos a una cultura de paz y reconciliación.
SEGUNDA PALABRA:
«Hoy: estarás conmigo en el paraíso» (Lucas 23,43).
La expresión “Hoy” tiene mucho sentido de salvación.
“Hoy ha nacido un salvador” “Hoy se ha cumplido esta Escritura” “Hoy hemos visto cosas maravillosas” “Hoy la salvación ha llegado a esta casa” Es la acogida del Señor a los pecadores, especialmente a quien tenía grades deudas con la sociedad o que eran excluidos., El ladrón pero que hace una acto de arrepentimiento y de confianza en Jesús. Podríamos relacionarlo con la rehabilitación de muchas personas caídas en vicios y delitos.
TERCERA PALABRA:
«Mujer, ahí tienes a tu hijo», y al discípulo: « ahí tienes a tu madre» (Juan 19,26 s.).
La maternidad de la Virgen María es portadora de vida y vínculo de comunión, de fraternidad. Por eso Cristo agonizante nos entrega a una madre veló por El para que interceda, proteja a su pueblo. Ella como discípula y misionera nos sirve de escuela y modelo de fidelidad a Cristo hasta la cruz y la resurrección.
CUARTA PALABRA:
«Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?» (Mt 27,46).
Esta frase corresponde a un salmo 22 que Jesús debió pronunciar en la Cruz. El salmo expresa en dolor, sufrimiento pero también confianza en Dios aún ante el silencio de Él. La Expresión Dios mío, Dios mío es una súplica. No invita a darle al dolor y al abandono un sentido de ofrenda e intercesión por otros, pues, el sufrimiento también es misionero.
QUINTA PALABRA:
«Tengo sed» (Jn 19,28).
Se trata, en primer término, de la sed fisiológica, uno de los mayores tormentos de los crucificados. La palabra está tomada de los salmos 69,21 y 21,16. Se interpreta también la sed espiritual de Cristo de consumar la redención para la salvación de todos. Por eso en la Iglesia de Cartagena y en toda América latina se han intensificado las misiones para que los alejados beban en la fuente de agua viva que es Cristo. Cada uno tiene sed de Dios y Cristo tiene sed de cada uno de nosotros.
SEXTA PALABRA:
«Todo está consumado» (Juan 19,30).
Esta palabra muestra como Jesús de que había cumplido hasta las últimas consecuencias su misión redentora. Es el broche de oro que corona el programa de su vida: cumplir la Escritura haciendo siempre la voluntad del Padre. Es una invitación a cumplir la voluntad de Dios en la familia, el trabajo, los deberes cívicos, pues, en cada escenario de nuestra vida hay una misión que cumplir dando lo mejor de nosotros mismo, aún a costa de sacrificios
SÉPTIMA PALABRA:
«Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu» (Lucas 23,46).
Lo que más impactaba de Jesús era su intima y continua y estrecha comunión con el Padre. Siempre lo invocaba y lo presentaba con un Dios misericordioso. Los discípulos de Jesús la pronunciamos antes de entregarnos al sueño: «Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu. Tu el Dios leal nos librarás. » Es una invitación a encomendar al Señor nuestros, proyectos, ansias, problemas y toda nuestra vida. .
El UNiversal cartagena
Como se sabe, la doctora Luisa Ortega Díaz fue miembro de la alta burocracia desde los tiempos del comandante Chávez, en sus funciones de fiscal general de la República bendecida por la cúpula de la “revolución”. Ahora continúa sus trabajos desde el exilio, divorciada de sus antiguos compañeros de camino u obligada a escapar del país por peligrosas presiones del oficialismo. Desde su fuga, ha soltado informaciones que comprometen a los cabecillas rojo rojitos en la comisión de importantes delitos, uno de las cuales se comentará ahora siguiendo con fidelidad las recientes palabras de la denunciante.
En sus últimas declaraciones, la fiscal no se ha andado por las ramas. Sin contemplaciones, con toda la firmeza del mundo, sin dejar espacios para la duda, ha acusado a la plana mayor del oficialismo de ser parte activa del tráfico internacional de drogas. Lo que se ha afirmado repetidas veces por organismos internacionales, como la DEA, o por declaraciones de los políticos de oposición, surge de los labios de una funcionaria que debió orientar la vindicta pública cuando Chávez reinaba en las alturas y cuando comenzó la sucesión de Nicolás Maduro. Por lo tanto, estamos ante una fuente que merece particular atención.
La doctora involucra a la plana mayor de la dictadura en el negocio de los estupefacientes. No se detiene en personajes de segunda, sino en Nicolás Maduro y en Cilia Flores, la pareja presidencial; y en individuos que han ejercido un poder ilimitado durante décadas, como Tareck el Aissami y Diosdado Cabello. No hay otros más altos en la cumbre “bolivariana”, no existen figuras más refulgentes en el cuadro de honor del socialismo del siglo XXI, no se puede ir más arriba en el catálogo de los mandones, a menos que nos pongamos a esculcar en Cuba, sede y eje del patronato. Pero no se queda en la refulgente nómina, debido a que también afirma en sus declaraciones que existe el denominado Cartel de los Soles, dirigido por militares de alta graduación que han tomado el Aeropuerto Internacional Simón Bolívar de Maiquetía como base de operaciones para el comercio de sustancias prohibidas.
No estamos ante una declaración cualquiera, como se dijo antes. Si alguien ha tenido posibilidad de enterarse de los delitos de los líderes chavistas, por su posición en el escalafón de los perseguidores de irregularidades, por la posibilidad de acceder a evidencias que no están al alcance del público y a los secretos de los dueños del poder, por su familiaridad con la fauna del alto mando, nadie más importante y fiable que la doctora Ortega Díaz. En las horas de la decadencia de la usurpación y del crecimiento del descontento popular por las tropelías que cometen sus agentes, la funcionaria ha soltado una bomba capaz de abrir agujeros imposibles de tapar o disimular en el edificio del oficialismo cada vez más maltrecho. La justicia nacional e internacional, las policías de aquí y de otras latitudes, la gente decente que clama por el cese de la abominación que agobia a Venezuela, pueden contar con un arma explosiva que les permita dinamitar su tragedia.
Pero ¿debemos entregarnos sin prevención a las declaraciones de una funcionaria que brilló en las alturas del chavismo y en quien este confió para hacer lo que le vino en gana con los venezolanos? La denunciante es consciente de esa realidad, y de la polvareda de suspicacias y caras arrugadas que levantarán sus acusaciones. Por consiguiente, ha adelantado que, si debe ser juzgada y condenada por sus actos como empleada de confianza de la dictadura, se podrá a disposición de la justicia. Si es honesto su ofrecimiento, si sabe que puede tener cuentas pendientes en los tribunales y quiere saldarlas en el futuro cercano, las denuncias que ha hecho contra cuatro estrellas de la usurpación y contra miembros uniformados de la constelación deben considerarse como esenciales en el sendero de la transición por la que clama la sociedad.
Editorial de El Nacional