Las sanciones a personas y empresas del régimen de Nicolás Maduro han hecho que para la banca estadounidense el hacer operaciones con Venezuela sea incluso “más complicado” que con Cuba, según David Schwartz, presidente y director ejecutivo de la Asociación de Banqueros Internacionales de la Florida (FIBA).
Cómo hacer negocios con Venezuela bajo ese régimen de sanciones impuesto por el Departamento del Tesoro de Estados Unidos, a través de la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC), es uno de los asuntos principales de la Conferencia anual Anti Lavado de Dinero de FIBA que tendrá lugar la semana próxima en Miami.
Un 35% de los aproximadamente 1.500 profesionales de la banca, reguladores y altos ejecutivos de finanzas que participarán en la reunión son latinoamericanos, dijo Schwartz a EFE.
Los negocios de la banca internacional de Florida con Venezuela están resultando “bastante” afectados por un régimen sancionador que es “complejo”, dice el jefe de FIBA.
El problema fundamental es que, si bien existe una lista con los nombres de todos los sancionados con los que no se puede hacer negocios, no hay algo similar para las empresas relacionadas con ellos y eso “complica el análisis” para los bancos.
Hay que andar con “mucha cautela” a la hora de verificar, subraya Schwartz, quien precisa que, de acuerdo con la reglamentación de OFAC, una empresa “relacionada” es aquella en la que 50% o más del capital está controlado por un sancionado.
Hacer negocios con ellas puede ser un delito, por lo que es necesario extremar los controles y eso significa para un banco “mucho tiempo y recursos humanos”, en definitiva más costes.
Schwartz subraya que a pesar de la crisis en Venezuela y de la dura política del gobierno de Donald Trump hacia el régimen de Maduro, a quien no reconoce como presidente, todavía hay un volumen de negocio significativo entre ese país y el sur de Florida.
Las operaciones más importantes con Venezuela tienen que ver con la compra de crudo a Petróleos de Venezuela (Pdvsa), que está en la lista de sancionados.
Aclara que, a pesar de las sanciones, la OFAC puede establecer excepciones para algunas operaciones bajo condiciones específicas.
Pero no solo existen fuertes lazos económicos entre Florida y Venezuela, también hay lazos “sociales”, pues la comunidad venezolana en Florida es grande, eso se traduce en envíos de remesas de dinero al país suramericano.
A la pregunta de si el régimen de sanciones está ocasionando perjuicios a la banca, Schwartz dice que “sí” en la medida en que se dejan de hacer operaciones para no correr riesgos y en que los costes de operaciones aumentan por la necesidad de tener que dedicar más tiempo y personal a las verificaciones y análisis previos.
No obstante, no cree que de la reunión que tendrá lugar en Miami del 11 al 13 de marzo vayan a surgir planteamientos o quejas.
El sistema de sanciones forma parte de una política del Gobierno de Estados Unidos y OFAC lo que hace es “ir en esa dirección”. “La idea es poner cada vez mas presión sobre Maduro”, dice.
Durante la conferencia de FIBA se hablará de cómo establecer “mejores prácticas” en las operaciones con Venezuela y también se brindará información útil sobre la manera de hacer negocios con ese país y ayuda para hacer más efectivos los procesos de análisis.
La tecnología es otro de los temas centrales de la conferencia en Miami sobre lavado de dinero, un delito que la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC) calcula que mueve entre 800.000 millones y 2 billones de dólares al año.
Representa entre el 2 y el 5 % del PIB mundial y en el caso de América Latina es el 7 % de su PIB.
Schwartz destaca que las innovaciones tecnológicas y específicamente la inteligencia artificial puede ayudar en gran manera a combatir el lavado y también a mejorar el “cumplimiento” por parte de la banca de las normas y reglas de las autoridades financieras.
En ese sentido, esos avances también pueden ayudar en el futuro en el análisis de operaciones con países bajo régimen de sanciones como Venezuela, opinó Schwartz, que mencionó concretamente un posible papel en lo que tiene que ver con las “alertas” que saltan en el sistema y con las que deberían aparecer y no lo hacen.
El directivo bancario subrayó que la banca del sur de Florida tiene controles “sofisticados” para detectar el lavado de dinero y la financiación del terrorismo, porque se ha “tomado en serio su rol”.
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