Posted on: febrero 15th, 2019 by Laura Espinoza No Comments
El secretario de Estado Mike Pompeo espera discutir con la jefa de la diplomacia europea «los esfuerzos para restaurar la democracia en Venezuela y apoyar al presidente interino de Venezuela, Juan Guaidó, y a la Asamblea Nacional».
BRUSELAS.- El secretario de Estado norteamericano, Mike Pompeo, y la Alta Representante de Política Exterior y de Seguridad Común de la UE, Federica Mogherini, discutirán este viernes la situación en Venezuela en un encuentro que mantendrán en Bruselas.
El Departamento de Estado ha avanzado que Pompeo espera discutir con la jefa de la diplomacia europea «los esfuerzos para restaurar la democracia en Venezuela y apoyar al presidente interino de Venezuela, Juan Guaidó, y a la Asamblea Nacional».
Estados Unidos, el primer país en reconocer a Guaidó como presidente interino de Venezuela, ha hecho gestiones con varios países de la UE para tratar de lograr que le reconocieran, algo que ya ha hecho a la mayoría de países de la UE, con la excepción de Italia, Grecia y Eslovaquia.
Mogherini ha insistido en que el reconocimiento es una competencia nacional y en el apoyo «pleno» del bloque en su conjunto al papel de Guaidó como presidente de la Asamblea Nacional, el único órgano «legítimo» después de que Nicolás Maduro se impusiera en mayo en elecciones presidenciales que no fueron «ni libres ni justas».
Los Veintiocho también están unidos en la necesidad de que la crisis venezolana se resuelva a través de una solución «pacífica y democrática» y se evite todo riesgo de violencia interna y de una intervención exterior, aunque la Administración estadounidense de Donald Trump ya ha dejado claro en varias ocasiones que todas las opciones están sobre la mesa.
La UE ha puesto en marcha un grupo internacional de contacto, con la participación de países europeos y de la región, para tratar de facilitar un entendimiento común y las condiciones mínimas que permitan un proceso que lleve a nuevas elecciones presidenciales con todas las garantías y también tratar de facilitar la entrada de ayuda humanitaria.
El grupo, que acordó enviar una misión técnica a Venezuela para tratar de facilitar ambos objetivos en su primera reunión en Montevideo, se ha dado un plazo de 90 días para lograr resultados.
Posted on: febrero 15th, 2019 by Laura Espinoza No Comments
La campaña para las generales arrancará el 13 de abril, al inicio de las vacaciones de Semana Santa
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez , este viernes en La Moncloa. En vídeo, el presidente anuncia la convocatoria de elecciones generales. SAMUEL SÁNCHEZ / VÍDEO:
La etapa en el poder de Pedro Sánchez ya tiene fecha de punto final o consagración definitiva: las elecciones generales serán el 28 de abril. El presidente del Gobierno ha anunciado la convocatoria este viernes, apenas ocho meses y medio después de llegar al cargo con una moción de censura en la que arrebató el puesto a Mariano Rajoy. Los españoles irán dos veces a las urnas en un mes -el 26 de mayo hay autonómicas, municipales y europeas- y la campaña se hará en plena Semana Santa. Solo hay un precedente, en 1979, cuando las generales que ganó la UCD fueron el 1 de marzo y las municipales en las que el PSOE y el PCE lograron un enorme poder se celebraron el 3 de abril. Esta vez la incertidumbre es total, tanto que el presidente acabó su comparecencia con una frase que podía ser una despedida o un hasta pronto: «Ha sido un placer y espero que nos sigamos viendo durante mucho tiempo». Acostumbrado a la supervivencia al límite cuando todo parecía perdido, Sánchez se enfrenta de nuevo a una batalla a todo o nada. Pero esta vez no votan sus militantes, sino todos los españoles.
Los independentistas catalanes, claves para aupar a Sánchez, han sido definitivos al provocar el final de la legislatura con su rechazo a los Presupuestos Generales. Gobierno y Generalitat negociaron una salida a la crisis catalana, pero la negativa del primero a traspasar la línea roja de la autodeterminación rompió el diálogo. A partir de ahí, PDeCAT y ERC cumplieron su amenaza y no apoyaron las cuentas. Sánchez ha optado por adelantar los comicios. «Un Gobierno tiene la obligación de cumplir con su tarea: aprobar leyes, gobernar, avanzar. Cuando algunos partidos bloquean la toma de decisiones hay que convocar elecciones», ha dicho este viernes al filo de las 10.30 en La Moncloa como colofón de un largo discurso en el que ha criticado «la crispación» y ha defendido el diálogo con los independentistas «siempre dentro de la Constitución».
Nada pone más nervioso en política a Pedro Sánchez y a su gurú estrella, Iván Redondo, que perder la iniciativa. Desde el pasado jueves, cuando decidieron recuperarla y La Moncloa dio un ultimátum a los independentistas, los acontecimientos se han precipitado a velocidad de vértigo y siempre con los tiempos marcados por Sánchez y su equipo, que vivieron la peor semana de su mandato y han decidido intentar frenar la sangría con una apuesta muy arriesgada: la convocatoria de elecciones anticipadas.
Prácticamente todos los dirigentes relevantes apuntaban durante esta semana al 28 de abril como opción más probable, pero la decisión de Sánchez de esperar dos días para anunciarlo había desatado todo tipo de especulaciones que iban del superdomingo —una fecha que siempre estuvo encima de la mesa pese a la oposición de los barones y que finalmente parece haber perdido la batalla por motivos estratégicos— hasta el 14 de abril o incluso el 11, un jueves, que era la primera fecha disponible. Desde La Moncloa insistían: 28 de abril. Y así fue.
El rechazo a los Presupuestos en el Congreso precipitó los acontecimientos. Sánchez había decidido en diciembre no presentarlos, pero cambió de idea tras el fiasco de las elecciones andaluzas y decidió jugársela. Él estaba seguro de que convencería a los independentistas al menos para que permitieran tramitar las Cuentas, pero al final no le dejaron ni eso y se ha visto forzado a adelantar. «El presupuesto es una propuesta de país: teníamos que presentarlos. Lo hicimos y no salieron adelante: hay derrotas parlamentarias que son victorias sociales. La ciudadanía ha visto lo que queríamos para este país. España no merecía quedar varada por los intereses particulares de quienes solo tiran de crispación para hacer oposición. Llámenme clásico, pero sin Presupuestos no se puede gobernar», ha subrayado el presidente.
La Moncloa prefería hacer las elecciones cuanto antes sobre todo para evitar un desgaste mayor y aprovechar la ola que creen que se está generando de indignación con la unión de los independentistas, el PP y Ciudadanos para tumbar unos Presupuestos con un claro contenido social. No obstante, durante la semana algunos dirigentes regionales trataron de convencer a Sánchez de que esperara un poco más, hasta septiembre u octubre, para poder desarrollar algunas medidas que van a decaer con unas elecciones tan rápido, y sobre todo para separar al máximo las elecciones generales y las autonómicas y municipales, porque un fracaso en las primeras influiría en las expectativas de las segundas.
Las generales, así, se celebrarán un mes antes que las autonómicas, municipales y europeas. Esta maratón electoral se llevará a cabo mientras el Tribunal Supremo juzga a los líderes del procés, un juicio que comenzó el pasado martes y que se espera dure tres meses. El proceso influirá en la campaña y proporcionará un altavoz al independentismo por un lado y a Vox por el otro, personado como acusación popular.
En una semana frenética, la ultraderecha, aún una fuerza extraparlamentaria aunque las encuestas auguran que entrará en el Congreso de los Diputados, protagonizó junto a PP y Ciudadanos una concentración el pasado domingo en la plaza de Colón de Madrid. En ella cargaron contra el Gobierno de Sánchez, al que acusaron de traicionar a España y de aceptar las exigencias del independentismo, y reclamaron la convocatoria electoral junto a miles de personas.
La protesta se había convocado después de que se supiera que el Gobierno había aceptado la figura de un «relator» en una mesa de diálogo con la Generalitat. Además de envalentonar a la derecha, esta condición del Govern aceptada por Sánchez provocó reacciones airadas entre los barones del PSOE. Quizá el más beligerante fue Emiliano García-Page, presidente de Castilla-La Mancha, que exigió públicamente la convocatoria urgente del consejo territorial del partido: “Tengo muchas ganas de decir con claridad lo que pienso sobre este asunto, porque cuando se habla de España, decidimos todos los españoles”. El presidente aragonés, Javier Lambán, el diputado y expresidente de Castilla-La Mancha, José María Barreda, y el candidato del PSOE a la Comunidad de Madrid, Ángel Gabilondo, también se sumaron, entre otros socialistas, a la crítica a Sánchez. El expresidente, Felipe González, fue también tajante: “No necesitamos relatores”. Dos días después, las negociaciones entre Gobierno y Generalitat se rompían y los barones respiraron aliviados.
Los barones socialistas vuelven a tomar aire. Nunca les gustó la idea del superdomingo y siempre quisieron que las elecciones generales no coincidieran con las autonómicas y municipales. O antes o después, era su petición. Y ahora, nada más anunciar la fecha empieza prácticamente ya la campaña electoral, que en realidad tuvo ya sus primeros compases en la sesión del Congreso que discutió las enmiendas a la totalidad de los Presupuestos.
Todos los grupos sabían ya que iban camino de unas elecciones y aprovecharon el escenario para arrancar la campaña. Pero Sánchez no ha hablado en toda la semana. De hecho, el presidente, salvo los mítines de fin de semana, ha reducido al máximo sus apariciones. Esta semana se ha comunicado solo por Twitter. La de hoy es su tercera comparecencia sin preguntas seguida en La Moncloa, las dos anteriores por Venezuela. Ni siquiera Mariano Rajoy, que evitaba todo lo que podía a los informadores, llegó a este récord de tres comparecencias sin preguntas seguidas.
Se acaba así el experimento de la primera moción de censura exitosa de la historia de España, que llevó al poder a Sánchez de la misma manera, rápida e imprevista, en la que se han convocado las elecciones. En una semana, PSOE, Podemos, PNV, ERC y PDeCAT se pusieron de acuerdo para echar a Mariano Rajoy después de una sentencia durísima contra el PP en el caso Gürtel, y llevar a La Moncloa a un presidente con 84 diputados de 350. Pese a esa debilidad, Sánchez y sus socios fueron capaces de sacar adelante decretos importantes, y se han tomado decisiones que en cualquier caso quedarán ahí si el próximo Gobierno no las revierte.
La estrella es la subida del salario mínimo a 900 euros, pero también hubo subida de pensiones, sobre todo las mínimas, un decreto que recupera la sanidad universal, la mayor oferta de empleo público en 10 años y una subida del salario a los funcionarios. También se aprobó un plan de empleo juvenil de 2.000 millones de euros. Pero se quedarán sin terminar planes mucho más ambiciosos, sobre todo unos Presupuestos expansivos con un gran aumento del gasto social. Esas Cuentas serán ahora el eje de la campaña que inicia ya Sánchez para convencer a los ciudadanos de que le den más apoyos para terminar su proyecto. El presidente tampoco ha podido rematar su gran apuesta simbólica, esto es sacar los restos del dictador Franco del Valle de los Caídos. La decisión está tomada y se sanciona hoy en Consejo de Ministros, pero es muy probable que el Tribunal Supremo la paralice durante unos meses. Si cambia el Gobierno, este asunto podría quedar en un limbo indefinidamente.
Sánchez va a arrancar a tope su campaña, y el sábado ya tendrá un gran acto en Sevilla para presentar al candidato a la alcaldía, Juan Espadas. El acto, en el que participará Susana Díaz, líder del PSOE andaluz y gran rival interno de Sánchez, se convertirá rápidamente en una especie de presentación del discurso de campaña del presidente. España entra así en modo electoral —si es que alguna vez salió de él— hasta el 26 de mayo, con dos elecciones en menos de un mes si se confirma la fecha del 28 de abril para las generales.
El PSOE ya ha arrancado toda su maquinaria electoral y José Luis Ábalos ha convocado el próximo martes a los secretarios de organización de todo el país para poner en marcha la campaña. Los equipos de estrategas ya están preparando vídeos, mensajes y campañas de redes para aprovechar el momento psicológico que vive el electorado natural del PSOE después de la dura e inesperada derrota en primera vuelta de los Presupuestos. Muchos barones, alcaldes y dirigentes territoriales están muy contentos con la ruptura con los independentistas porque creen que eso les permite ridiculizar el argumento principal de la oposición, esto es, el de la entrega al independentismo.
La Moncloa, como es habitual, desborda optimismo y asegura que los datos son muy positivos y pueden salir muy bien las dos elecciones. Los dirigentes territoriales, más pegados al terreno y muy asustados después de ver el fiasco de Andalucía, no tienen tan claro ese éxito y por eso los que gobiernan preferían separar municipales y generales, no así los que están en la oposición, que veían mejorar sus expectativas con el arrastre de la marca PSOE nacional.
En cualquier caso, lo único seguro es que España tendrá sus terceras elecciones en menos de cuatro años con una moción de censura que cambió el Gobierno en medio. Todo un cambio para el que fuera uno de los países políticamente más estables de la Unión Europea, al nivel de Alemania, con presidentes que duraron 14 años como Felipe González, 8 como José María Aznar y José Luis Rodríguez Zapatero o 7 como Mariano Rajoy, algo muy poco usual en la UE. La presencia de hasta seis opciones importantes en algunas zonas hace prever que esa estabilidad no volverá al menos a corto plazo. También que la formación de Gobierno se antoja complicada en los próximos meses, sea cual sea el resultado. El vértigo de la política imprevisible ha venido para quedarse.
Posted on: febrero 15th, 2019 by Laura Espinoza No Comments
Ramírez nunca compareció en la Corte del Distrito Sur de Texas para impugnar el caso, pese a ser notificado en su residencia de Nueva York el año pasado
Rafael Ramírez, expresidente de la estatal Petróleos de Venezuela (Pdvsa) fue declarado culpable por extorsión al perder una demanda por chantaje presentada por la compañía Natural Resources, tras no presentarse al juzgado para su defensa.
Como consecuencia, un tribunal estadounidense ordenó a Ramírez y los demás demandados -Juan José García, consultor de la empresa, y Eulogio Del Pino, sucesor de Ramírez- pagar 1.420 millones de dólares.
Harvest alega que los directivos de Pdvsa impidieron que la empresa vendiera sus activos venezolanos por 725 millones de dólares en 2012, debido a que se negaron a pagar a los ejecutivos 10 millones de dólares en soborno. Como resultado, se vio obligado a vender la propiedad por tan solo 255 millones a CT Energy Holding, firma controlada por el empresario venezolano Oswaldo Cisneros.
En un inicio, Harvest pretendía vender sus activos a la petrolera estatal de indonesia, Pertamina. Sin embargo, Juan José García, en nombre de Ramírez, exigió sobornos tanto del vendedor como del comprador, en aras de autorizar la operación. Ante los obstáculos que pusieron para concretar la transacción, Indonesia se retiró.
Más adelante, Harvest aceptó vender su propiedad a la unidad de Recursos Petrolíferos de Pluspetrol Petroandina por 400 millones de dólares. No obstante, nuevamente los ejecutivos de Pdvsa exigieron sobornos y complicaron la operación, que finalmente no se concretó. De esa forma, se vieron en la obligación de vender a CT Energy Holdings por apenas 255 millones.
Ramírez nunca compareció en la Corte del Distrito Sur de Texas para impugnar el caso, pese a ser notificado en su residencia de Nueva York el año pasado.
El tribunal dictó una sentencia en rebeldía contra él en enero por un importe de 472 millones de dólares estadounidenses en concepto de daños y perjuicios. Harvest solicitó que triplicaran la cifra al basarse en que fueron víctimas de extorsión, a lo que accedió el ente legal.
Finalmente, Harvest despidió a los otros acusados “sin prejuicios”, lo que significa que puede volver a proseguir con sus casos en el futuro.
Rafael Ramírez, crítico al gobierno de Maduro, pero defensor de la gestión de Chávez y líder del llamado ‘chavismo disidente’, ha insistido en diversas entrevistas que durante su paso como presidente de Pdvsa nunca incurrió en ningún tipo de acto de corrupción. En este sentido, ha responsabilizado a sus sucesores por el desfalco de la empresa y su actual crisis.
Posted on: febrero 15th, 2019 by Laura Espinoza No Comments
El camino hacia un período de transición que se hace cada vez más imperativo necesita pronunciamientos evidentes e indiscutibles de la sociedad civil. No hablamos de las aglomeraciones masivas que hemos protagonizado, de las grandes marchas llevadas a cabo en todo el país, a través de las cuales se ha constatado el respaldo de las mayorías nacionales al papel asumido por la Asamblea Nacional y por su presidente, el diputado Juan Guaidó, sino a manifestaciones específicas de las agrupaciones públicas y privadas que tienen la obligación de comunicar su punto de vista y una conducta sin equívocos sobre los hechos que hoy conmueven a Venezuela.
Cuando las diferentes asociaciones o agrupaciones establecidas en la sociedad señalan las razones de su apoyo a una situación que incumbe a todos los miembros de la colectividad, se fortalece el movimiento que las encabeza porque se ofrecen razones a través de las cuales una determinada fuerza histórica se convierte en arrolladora por la fortaleza de las columnas que la respaldan. Una multitud entusiasta remite a soportes sustanciales de un designio político como el que pretende el cese de la usurpación perpetrada por Maduro, pero se necesita también el calor de las razones que deben ofrecer las asociaciones fundamentales de la trama social: un gremio de profesionales, un sindicato organizado y reconocido, un centro educativo de significación, las academias establecidas en la cúpula de la cohabitación republicana, por ejemplo.
Cada una de esas agrupaciones que representan intereses o puntos de vista relacionados con un oficio particular, con una historia hecha a través de senderos peculiares, con esfuerzos de un sector que se ha legitimado y ha adquirido respeto debido a sus ejecutorias está en capacidad de ofrecer argumentos sólidos y luces indiscutibles sobre el problema más acuciante de la actualidad, que es la salida del usurpador y su remplazo por una administración transicional que se distinga por la amplitud y la altura de miras. El paso que debe venir, el anhelo de libertad y honestidad por el cual clama la mayoría de la república, puede aumentar la solidez de su objetivo y la claridad de sus propósitos, si las mencionadas instituciones de la sociedad civil le dan mayor auxilio con el sustento de sus ideas y con el calor de su preocupación sectorial.
Un cambio histórico se hace de una necesidad expresada en sentido genérico, pero también de las urgencias y los pesares que comunican los diferentes fragmentos, profesiones y quehaceres de la sociedad que han logrado lugar legítimo a través del tiempo y han rendido servicios de trascendencia al prójimo en todas las escalas de la vida. No solo hay que dar la cara en las manifestaciones de calle, en las grandes exhibiciones de respaldo que han ocurrido en todas las ciudades y en todas las poblaciones de Venezuela, sino también en el seno de las asociaciones sin cuya colaboración no se puede aspirar a una mudanza cabal de la situación que padecemos. No solo se multiplica así la fortaleza de una aspiración arrolladora, sino que también todos tenemos la posibilidad de mostrar nuestro coraje y nuestra responsabilidad.