Varios establecimientos de Maracaibo dejan entrever en sus vidrieras las nuevas ofertas que, desde hace unos días, manejan en sus inventarios. Hace una semana, Oswaldo Fuenmayor compró un kilo de molida en Bs. S 12.000, pero este miércoles, cuando se dirigió al Mercado Periférico de la Limpia, notó que en todas las carnicerías el precio variaba de Bs. S 6.000 a 7.800.
“Está más accesible, lo que alivia el bolsillo de quienes pasamos por un mal momento en esta crisis, pero, a medida que crezca la demanda, volverá a aumentar”, afirmó Fuenmayor.
Pedro López trabaja desde hace 10 años en una carnicería en Delicias. Recuerda que desde el 14 de enero, día que aumentaron el salario mínimo a Bs. S 18.000, los productos de su negocio aumentaron a niveles exorbitantes, ubicando el precio del kilo de carne a Bs. S 15.000 para la primera semana de febrero. El alza disminuyó considerablemente la compra del producto básico alimenticio.
“En enero la carne se disparó producto del aumento del salario mínimo, sin embargo, muchos de los proveedores, al notar la poca demanda en las carnicerías, rebajaron los precios hasta un 30 % para intentar equilibrar la ganancia con las ventas”, explica López.
De acuerdo con Emileth Delgado, gerente de Cow, la hiperinflación frenó en seco las ventas, lo que provocó un efecto dominó por la oferta y demanda que acostumbran los distribuidores, y que desencadenó que los dueños bajaran los precios a las grandes empresas dependiendo de la cantidad de reses que compraran.
«Los precios bajaron poco a poco en la semana, comenzamos en Bs. S 14.500, continuó en Bs. S 11.500 y, para hoy (miércoles) el kilo de primera está en Bs. S 10.800. Para ellos es mejor, porque así no se les daña la producción»
Otros productos de la canasta, como el queso y el pollo, también manejan una reducción en su valor. Alberto Finol, encargado de Mercapollo, sostiene que el kilo de pollo pasó de Bs. S 6.400 a 5.900, en dos días, y el kilo de queso pasó de Bs. S 13.000 a 12.000, porque “los clientes no tienen dinero y hay malas ventas”.
Según los compradores, el precio de la mayoría de los productos se maneja dependiendo del precio del dólar, sin embargo, comerciantes reiteran que esta situación demuestra que ellos aumentan solo el 30 % en su mercancía y que obedecen al precio incrementado por los proveedores.
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